El Gobierno Nacional pretende, al menos así lo ha planteado en las propuestas iniciales del proyecto de reforma tributaria, recaudar $17 billones adicionales al año por concepto del impuesto de renta de personas naturales.
El objetivo, ha dicho el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, es que el 12% de los colombianos que trabajan paguen renta, hoy lo hacen solo el 4%. Eso significaría que tendrían esta obligación unas 2,6 millones de personas. Actualmente declaran este tributo cerca de 3,4 millones de colombianos, pero solo pagan un poco más de 1 millón.
La propuesta es que desde un salario mensual de $2,6 millones al mes se empiece a contribuir con tarifas bajas. Es decir que esta obligación la tendría una buena parte de los trabajadores del país.
Luis Fernando Mejía, director del Centro de Investigación Económica y Social, Fedesarrollo, asegura que no es la clase media la más tocada con la propuesta de reforma tributaria porque las tarifas sugeridas son progresivas. “Por ejemplo, una persona con $31 millones de ingresos al año pagaría 0,2% y una de $100 millones, 8,9%. Tampoco se afecta la recuperación porque esto se implementaría a partir del 2022”, comentó.
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Otro analista como Mauricio Santa María, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, considera que el país debe ir en ese camino, es decir que la clase trabajadora haga su aporte y ha planteado que al menos 5,3 millones de los que están ocupados deben contribuir.
Actualmente casi el 80% del impuesto de renta que recauda la Nación lo aportan las empresas y el resto los hogares que, de aprobarse el actual proyecto como se ha planteado, pasarían a incrementar su aporte al fisco.
“Toda reforma tributaria cuya finalidad sea aumentar los ingresos tributarios implicará un efecto sobre una porción de la sociedad. Es imposible hacer una reforma que cobre más impuestos sin afectar a la gente. En este caso parece que el Gobierno optó por aumentar la base de ciudadanos que deben pagar impuestos, Es decir, sí tendremos hogares de ingresos medios que verán una disminución en sus ingresos disponibles para hacer sus compras”, explicó Julio César Alonso, director del Centro de Investigación en Economía y Finanzas de la Icesi.
Pese a esto, considera este académico que la pandemia agrandó los problemas fiscales del país y que las soluciones no se pueden aplazar. “Toca hacerla en el peor de los momentos, esto se debería hacer en épocas de vacas gordas. Pero no lo hicimos, ahora es necesario”, reiteró Alonso.
Para el año 2019 el 21,9% de la población caleña era pobre (558 mil personas); 28,7% vulnerable (731 mil) y el 46,1% eran clase media (1.174.000 personas).
Según el Dane, para el año 2019 el 30,4% de la población colombiana estaba clasificada como clase media, es decir unas 15 millones de personas, pero había un número similar de ciudadanos en vulnerabilidad. Estos son quienes pueden caer fácilmente en pobreza, por ejemplo, ante situaciones como la pandemia.
El mismo Fedesarrollo estima que la pobreza en Colombia, que en 2019 era del 35,7% de la población, habría aumentado en 2020 -por la crisis que generó el Covid-19- a 44% y la pobreza extrema se situaría en 12,1%.
Impacto del IVA
Pero la clase media no se tocaría solo pagando renta, aunque el Gobierno aseguró que no se aumentará el IVA del 5% al 19% al café, chocolate, azúcar o sal, sí se hará para otros productos que califica de suntuosos, en los que posiblemente estén los combustibles.
De ahí que la meta de Hacienda en materia de IVA es recaudar $10 billones adicionales, esto también eliminando exenciones.
Actualmente 188 bienes y servicios tienen IVA y lo pagan los colombianos, de todas las clases sociales, cuando los compran. Pero el 62,3% de la canasta no paga nada, según cálculos de Anif. De ahí el interés de incrementar el número de productos con este tributo.
Con la reforma tributaria el Gobierno espera financiar los programas sociales como ingreso solidario, el auxilio a la nómina y el plan de matrícula cero.
“La coyuntura es compleja para muchos hogares, como también para las finanzas del Estado. El argumento del Gobierno—que es cierto—, es que los hogares más ricos son los que más consumen y por ende los que más se benefician de que haya productos exentos de IVA o con tarifas más bajas”, comentó Esteban Piedrahita, presidente de la Cámara de Comercio de Cali.
Agregó que para no afectar a los más pobres se hace la compensación de IVA, pero reconoce que “es cierto que en la mitad puede haber personas de ingresos medios, que están atravesando momentos difíciles, que se vean afectadas”.
Algunos sectores políticos han informado que no avalarán la propuesta de reducir los topes para que más colombianos contribuyan al fisco con el impuesto de renta y la alternativa que plantean es que se graven a los que más ingresos tienen (pensiones altas, impuesto al patrimonio y a los dividendos).
Sin embargo, hasta que no se conozca el proyecto definitivo de reforma tributaria, realmente no se medirá el impacto para las clases medias y vulnerables del país.
El experto tributarista Luis Hernando Franco Murgueitio, considera que Colombia no está para un aumento de impuestos. “El tejido social y empresarial no puede soportar más cargas, y no se digan mentiras para anunciar supuesta baja en gravámenes cuando lo que se proyecta es un aumento en las tarifas efectivas”.
Agregó que el país tiene alternativas para mejorar sus ingresos como, por ejemplo, buscando y metiendo a los omisos al radar tributario, “esto es totalmente diferente a poner a declarar renta a la base trabajadora. También es clave la reducción del gasto público”, agregó.
Se espera que esta semana sí se radique el proyecto en el Congreso.
En el país se comienza a pagar renta desde un umbral relativamente alto. Arrancar un poco más abajo, con tasas bajas, es una buena idea, siempre y cuando, los impuestos a las rentas de capital y a los ingresos más altos aumenten”, Esteban Piedrahita,
Pte Cámara de Comercio.