Como desde hace diez años, el tema de los migrantes y la crisis socioeconómica y humanitaria de Venezuela seguirá siendo piedra angular para el debate político de cara a las elecciones de 2022.
Así lo aseguran varios analistas consultados por El País, quienes sostuvieron que aunque falta más de un año para los comicios presidenciales, es muy probable que con los recientes hechos de orden público en la frontera colombo-venezolana el debate político se reactive alrededor de cómo afecta a Colombia la crisis del país vecino y cómo debería el Gobierno Nacional manejar las relaciones con el régimen de Nicolás Maduro.
Muchos políticos colombianos han echado mano del tema, sin importar si son de izquierda, centro o derecha, aseguran los analistas, porque mientras detrás de la historia de cada venezolano se esconde un dolor, un desarraigo, una ausencia, la política electoral deja ver su peor cara cuando usa el drama humano de un pueblo para generar miedo y pescar votos en otro.
Tres razones por las cuales la crisis venezolana será nuevamente protagonista en las presidenciales.
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Pandemia, crisis humanitaria y de salud
Como era de esperarse, la pandemia agravó la ya crítica situación socioeconómica que se vive desde hace años en Venezuela. Por cuenta de la emergencia sanitaria, miles de personas han emigrado en los últimos meses, buscando mejores condiciones de salud y educación, y se han sumado a los 4,7 millones de venezolanos que ya habían abandonado el país y que se encuentran peregrinando por toda América Latina.
Colombia alberga un 37 % de esos migrantes y refugiados, casi dos millones de personas que el gobierno del presidente Iván Duque pretende regularizar a través del Estatuto Temporal de Protección, firmado a comienzos de febrero.
Yuri Ramírez, consultora política de Acopol, sostiene que la atención de dicha población le generará cargas sociales adicionales a municipios que no cuentan con la infraestructura adecuada para la atención humanitaria, lo que podría ocasionar un colapso en los servicios. “Este panorama afectará el clima preelectoral”, señala.
El fantasma del “castrochavismo” podría reaparecer en el debate público en pocos meses, “a mediados o finales de 2021”, cuando la crisis humanitaria de Venezuela se convierta en una de las peores a nivel mundial por cuenta del covid, asegura Jairo Libreros, profesor de Ciencia Política de la Universidad Externado.
“No va a ser solamente un discurso político contra Venezuela, sino que por primera vez en el último siglo vamos a tener consignas sanitarias con fines electorales en una campaña, y será en el 2022”, explica Libreros.
Campaña y estrategias políticas
Al mensaje que algunos políticos han promovido en Colombia con la crisis venezolana le han sumado varios remoquetes con fines electorales: castrochavismo, Foro de Sao Paulo, petromadurismo y más recientemente se habla de neocomunismo.
Más allá de cómo lo llamen, lo cierto es que, como lo recalcan los analistas, tanto los dirigentes de derecha como los de centro e izquierda han hecho política con la situación del país vecino, un fenómeno que se vio en la elección de Duque en 2018, pero también a nivel continental en la campaña de Argentina en 2015 con Mauricio Macri y con la campaña de Pedro Pablo Kuczynski en Perú en 2016.
Una estrategia que han usado los políticos es la del enemigo externo, que como explica el profesor Mauricio Jaramillo, se trata de “endilgarle la responsabilidad de los problemas internos al vecino”, algo que es muy efectivo y redituable electoralmente.
La doctora Luciana Manfredi, profesora de Ciencia Política de la Universidad Icesi, indicó por su parte que la crisis venezolana será protagonista en las campañas electorales, pero no propiamente por el tema del castrochavismo.
“Es un tema sensible, porque al hablar de Venezuela la gente ya no piensa en Hugo Chávez o Nicolás Maduro, sino que piensan en la diáspora, es decir, en la gente que se cruza todos los días en los semáforos y en la calle realizando trabajos informales”, explicó.
El analista Laureano Tirado recordó que las crisis siempre son utilizadas por las campañas políticas. “Yo no le veo nada malo a eso”, dijo.
Orden público y tensión fronteriza
La frontera con Venezuela se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la seguridad colombiana, como asevera el doctor Mauricio Jaramillo, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, por lo que el control territorial será otro de los temas que seguro tendrán como bandera los candidatos sobre Venezuela.
Y es que desde el pasado 21 de marzo se ha registrado la llegada masiva de población vulnerable al municipio de Arauquita, en el departamento de Arauca, por operativos militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana contra grupos guerrilleros colombianos que operan al otro lado de la frontera. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, ya han cruzado hacia Colombia alrededor de 5000 personas, entre familias con adultos mayores y casi 2000 menores de edad.
El tema no es de ahora y seguirá estando en la agenda pública, como recuerda el profesor Jairo Libreros de la Universidad Externado. En la frontera binacional se mueve todo tipo de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico, con la complicidad de las autoridades venezolanas a través del ‘Cartel de los soles’.
“Seguramente tomarán ese caballito de batalla en el sentido de reforzar la frontera, de tener una intervención mucho más fuerte de la Fuerza Pública para garantizar, no solamente que se pueda detener el flujo de un lado a otro de las disidencias de las Farc y el ELN, sino evitar cualquier confrontación”, manifiesta Libreros.
“El peor escenario para Colombia es no contar con un gobierno aliado en Venezuela para combatir la criminalidad”, recalcó el analista Laureano Tirado. Por lo pronto, el Gobierno movilizó 2000 uniformados a la zona. Los expertos enfatizan en que los ‘vientos de guerra’ son también una estrategia.
Xenofobia: camino peligroso
Como un escenario muy preocupante calificaron los expertos el clima de xenofobia que se vive en Colombia frente a la crisis venezolana y la situación de los migrantes. La campaña electoral corre el riesgo de avanzar en esa vía.
“Los discursos xenofóbicos han sido efectivos en los últimos 20 años en América Latina y han dado votos. El gran interrogante es si el partido político que llegue a tomar estas banderas es consciente de que puede ser responsable del incremento de casos de discriminación, lesiones y hasta homicidios por cuenta de a xenofobia”, subrayó el profesor Libreros.
La consultora Ramírez agregó que los venezolanos que se encuentran en el país “serán líderes de opinión mostrando su situación, que por supuesto incidirá en el temor a convertirnos en un país ‘castrochavista’”.