Las reacciones a favor y en contra de la despenalización del aborto en Colombia hasta la semana 24 de embarazo ‘prendieron’ la campaña electoral. Para la muestra, los videos que circularon ayer de la senadora María Fernanda Cabal y de la candidata presidencial Ingrid Betancurt.
La aspirante del Centro Democrático que aspira a relegirse pone de manifiesto quién tiene más derechos: “¿Una mujer que de repente, por alguna circunstancia quedó en embarazo, pudiendo evitarlo, o un niño que no tiene quién lo defienda? Y dice que “no es posible que una sociedad que se diga civilizada” acepte esta decisión. “El respeto a la vida es el respeto a Dios. A eso hay que oponerse”.
Entre tanto, la líder del partido Oxígeno Verde comenta que, como católica, sigue los lineamientos de la Iglesia, “pero como Presidenta de todas las colombianas quiero garantizarles el derecho de ejercer su libertad autónomamente sobre su cuerpo, no solo vamos a reglamentar esta posibilidad de abortar, sino que vamos a prevenir a través de la educación sexual”.
La discusión sobre el aborto está apenas comenzando, advierte el politólogo Alejandro Echeverry y agrega que lo que hará es alimentar una nación que está dividida entre el país conservador, donde los valores religiosos, de la familia, todavía son muy importantes, y un país que busca, por medio de marcos ideológicos liberales, de una sociedad progresista, alinearse a esas dinámicas. “El debate se va a agudizar mucho y, sobre todo, en las presidenciales será un detonante para que un sector u otro pueda captar público cautivo en términos de votación”, señala Echeverry.
El presidente del Senado, Diego Gómez, propuso un referendo y opinó que deben ser los colombianos los que decidan sobre el aborto.
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Para la docente universitaria y asesora política María Alejandra Arboleda, la decisión de la Corte Constitucional estará en la agenda pública y será tema de discusión en los debates, como lo ha estado en años anteriores. Sin embargo, agrega, los temas que definirán el voto están alineados a las grandes problemáticas del país y las respuestas que la gente está esperando en seguridad, economía, empleo, desigualdad, pobreza.
¿Pero a qué sectores políticos les conviene que la despenalización del aborto sea protagonista en campaña?
Si asumimos que Colombia es una sociedad muy conservadora, católica, de valores, de la familia tradicional como fundamento de la sociedad, dice Echeverry, “favorecería más a los sectores conservadores: Centro Democrático, Partido Conservador, probablemente a un sector del Partido de la U, es decir, a los sectores más recalcitrantes, porque nosotros todavía somos una sociedad conservadora y retrógrada, no podemos desligarnos de ese fenómeno social”.
Para el magíster en Ciencia Política y Gobierno Luis Eduardo Martínez, vistas las reacciones de las figuras de la política nacional, y considerando el contexto presente, todo apunta a que los sectores más afines al uribismo y este mismo serán los que tratarán de usar en provecho propio la providencia del alto tribunal. “Somos provida”, “el aborto es un asesinato”, serán algunos de sus eslóganes.
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“Los más vivamente interesados en sacarle provecho político a la decisión de la Corte Constitucional -de entrada sus reacciones no se han hecho esperar- son los uribistas y demás sectores radicales y conservadores, con vínculos estrechos con sectores fundamentalistas religiosos. Y ya mostraron sus cartas: ‘defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte’, ‘ataque a los enemigos de la vida’, ‘el vientre de la mujer será una tumba’. Intentarán estimular y revivir los más recónditos prejuicios religiosos, sabedores de lo mucho que eso ha pesado en la conciencia de los colombianos”, añade el analista.
Los sectores no afectos al uribismo y la derecha, como Pacto Histórico, liberales, alternativos, han mostrado, si bien acogida a la sentencia de la Corte, menos protagonismo. Así lo evidencian sus declaraciones a los medios, pero no es descartable que pisen el acelerador si es necesario para conservar la simpatía entre las mujeres proaborto o lo aflojen si conocen que el tema puede apartar a significativas franjas de la sociedad. Pero “el fallo de ayer, por la fecha y coyuntura, favorece más a aquellos sectores políticos que no han tomado partido por precandidato alguno hasta el momento y que están a la espera de la primera vuelta para ‘orientarse’”, concluye Martínez.