Además de los 70 policías que prestan las autoridades para garantizar la seguridad al interior de las estaciones del MÍO, el sistema de transporte solo cuenta con 100 guardas de seguridad privada para un total de 170 personas que deben brindar dicho servicio a los más de 210.000 usuarios que se movilizan diariamente.
En otras palabras, cada uno debe velar por la seguridad de 1230 pasajeros cada día en 55 estaciones, cinco terminales y tres estaciones del MÍO Cable.
Este déficit en el personal es una de las mayores dificultades que enfrenta el MÍO a la hora de evitar o contener diferentes hechos de orden público, como hurtos, vandalismo a las estaciones y buses, e incluso el feminicidio de María Cristina Bonilla Ballén, de 46 años de edad, el pasado sábado 21 de noviembre en la estación Santa Mónica a las 9:00 de la noche, hora en la que si bien las cámaras de vigilancia estaban funcionando para captar el momento del crimen, no había ningún personal de seguridad presente para ese instante.
De hecho, desde el 2017 la Alcaldía no firma un convenio con la Policía Metropolitana para otorgar más uniformados al MÍO. Cabe anotar que los costos de operación, gestionados por la Secretaría de Seguridad, ascenderían a $3000 millones anuales.
“Lo que me ha informado el Área Comercial es que en el MÍO hay 70 uniformados trabajando, entre policías y bachilleres auxiliares, pero que prestan su servicio de manera intermitente. Lo ideal es que contemos con 200 o 250 miembros de la Policía, que es el posible beneficio que puede otorgar el convenio”, indicó el presidente de Metrocali, Óscar Javier Ortiz, quien señaló que hasta la fecha se han registrado 200 hurtos: 187 en los buses y 13 en las estaciones.
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Sin embargo, al día de hoy se ignora si la Secretaría de Seguridad planea retomar el convenio, sobre todo si en 2021 contará con $20.000 millones menos por falta de recaudo en pandemia para una inversión total de $54.000 millones. Ante la falta de pie de fuerza, Ortiz solicitó al comandante de la Metropolitana, general Manuel Vásquez, y al alcalde Jorge Iván Ospina que analicen si pueden destinar parte de los 250 nuevos policías que llegaron a Cali esta semana, y de los cuales el 80 % son mujeres.
“Por el momento contamos con más de 250 cámaras de seguridad, de las cuales 65 son térmicas y tienen reconocimiento facial; estas últimas se sumaron este año. Asimismo, contamos con un oficial que está 24/7 en nuestro puesto de control, que al detectar alguna situación de inseguridad, llama al cuadrante de la zona”, detalló el presidente de Metrocali.
En cuanto a la seguridad privada, el funcionario recordó que esta se encuentra a cargo de la Unión Temporal Recaudo y Tecnología (UTRYT), que ha reemplazado la presencia de guardas por cámaras de seguridad, agregó Ortiz.
“Es cierto que hay presencia de guardas en las estaciones grandes, como Andrés Sanín o Paso del Comercio, pero otras más pequeñas llegan a no tener una vigilancia presencial de manera permanente -reconoció el presidente de Metrocali-. Es por eso que en la renegociación que tenemos con la Utryt, buscamos que ellos solo se dediquen a la tecnología y al recaudo, y nos dejen a nosotros las labores de aseo y seguridad”.
Cabe anotar que, según la Utryt, la inversión anual por seguridad es de $4000 millones, costos que entraría a asumir Metrocali en caso de llegar a un acuerdo.
Por su parte, Mauricio Venté, miembro de la Liga de Usuarios, reconoció que ante las dificultades que tiene el sistema de transporte para garantizar una mayor seguridad a corto plazo, el pasajero solo encuentra un alternativa en medidas de autoprotección frente a hurtos, que por lo general se dan bajo la modalidad de raponazo o cosquilleo.
“Estar con el maletín o bolso siempre adelante, permanecer las manos dentro de los bolsillos y estar pendiente de quién está al lado de uno son algunas de las estrategias básicas”, explicó.
De acuerdo con el usuario, las estaciones en las que más se presentan hurtos son las del centro, sobre todo en La Ermita, en donde suelen formarse aglomeraciones en horas pico que los ladrones aprovechan para birlar los objetos personales de sus víctimas.
“Pese a que no es lo mismo contar con cámaras operando que haber una persona que esté pendiente de la seguridad en el lugar, algo curioso es que en esas estaciones donde la Utryt tiene personal siguen ocurriendo esos como si nada”, afirmó Venté.
“Además de todas las paradas troncales en Aguablanca, Piloto, Fátima y Manzanares son algunas de las estaciones que por algunas horas se encuentran totalmente abandonadas”, comentó el miembro de la Liga de los Usuarios.
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