Solo si es necesario, en este momento vale la pena endeudarse con un crédito de libre inversión, dicen economistas y analistas de firmas de inversión. Satisfacer un capricho puede resultar caro y doloroso para el bolsillo, añaden.
Asimismo, opinan que si usted es de esas personas que maneja dos o más tarjetas de crédito, lo mejor es moderar los gastos y si va a realizar compras, lo mejor es pagarlas en un sola cuota, aunque lo ideal es evitar el aumento del endeudamiento.
¿Por qué? Porque las tasas de interés de la banca comercial siguen en ascenso, así como la tasa de usura (que es el máximo nivel que puede cobrarle una entidad crediticia al usuario).
Los intereses vienen subiendo desde finales del año pasado. Mientras que en diciembre del 2021, la tasa de interés de referencia del Banco de la República estaba en 3%, en este mes (agosto) se encuentra en 9%. En otras palabras, subió 6 puntos porcentuales en los últimos siete meses.
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Algo similar ha ocurrido con la tasa de usura. Mientras en diciembre del año pasado estaba en 26,19%, en el octavo mes de 2022 saltó a 33,32%, lo que muestra un incremento de 7 puntos porcentuales.
Vale la pena señalar que la tasa de interés que la mayoría de la banca comercial le aplica a las tarjetas de crédito es la más alta, cerca de la usura, razón por la cual no se puede ‘jugar’ con ese medio de pago.
“Puede resultar un golpe muy duro para las finanzas personales y familiares. Una tarjeta de crédito mal utilizada se convierte en el peor negocio para una persona”, dijo la economista Esperanza Ramírez.
¿Qué razones han motivado el alza en las tasas de interés?
En esencia se debe a la elevada inflación que se registra no solo en nuestro país, sino en los Estados Unidos y en Europa, lo que ha encarecido los precios de muchos bienes y productos básicos. El otro factor es el incremento del dólar.
En cuanto a la inflación, los bancos centrales de Estados Unidos, de países europeos y, por supuesto de Colombia, se han visto obligados a subir sus tasas de referencia para desincentivar el consumo para así bajarle la presión a los precios (inflación), pero en la práctica dichas alzas en los intereses se transmiten a las tasas comerciales de los créditos (los hacen más costosos) y terminan afectando el poder adquisitivo de los colombianos.
En relación con el dólar, esta semana cerró muy cerca de los $4.400, cuando a comienzos de enero la TRM se encontraba en $3.981, lo que muestra un aumento cercano a los $420 en ocho meses.
Lo cierto es que acudir a un banco a solicitar un préstamo de libre inversión para la compra de un vehículo (carro o moto) o la financiación de una fiesta, la tasa de interés no baja de entre el 26% y el 28% anual , cuando a finales del año pasado, no llegaba al 19%.
“Por primera vez en una década observamos un aumento de las tasas de interés a toda la curva de préstamos de forma acelerada, pasando por la tarjeta de crédito hasta el crédito hipotecario, debido a una cuestión de ajuste en la política monetaria, fruto de la alta inflación. Ese ingrediente desencadena problemas de solvencia que afectan el riesgo patrimonial de todos los endeudados”, señaló el analista financiero Diego Palencia.
En síntesis, el crédito será más costoso, por lo que es factible que muchos usuarios ya no deseen comprar ni, posiblemente, solicitar recursos de préstamo para realizar compras comunes que le permitan acceder a vivienda nueva o usada, estudio o un automóvil, añadió.
Es de destacar que los créditos de vivienda tienen tasas de interés que oscilan entre 7,50% y 18,15% efectivas anuales, los vehiculares van hasta el 20% anual (aproximadamente) y los de consumo se ubican entre 13,22% y 30%.
Vale la pena señalar que los créditos más impactados son los que están a corto plazo y con tasa variable. Aquellos que están a tasa fija pactada por contrato no tendría este efecto.
“Estimamos que la transmisión de incrementos de la tasa en la política monetarias a las líneas de consumo y vivienda para nuevos desembolsos se completaría después de siete meses y ese lapso ya se está cumpliendo”, indicó Jaime Blanco, analista de una firma de inversión.
Por esas razones, los economistas recomiendan a los colombianos hacer cuentas y presupuestos personales y familiares antes de lanzarse a tomar un préstamo o aceptar una tarjeta de crédito, así sea de un establecimiento comercial. Detrás de ellas están los bancos.