Camuflado con gorra y tapabocas en la noche, casi siempre en lugares oscuros y poco transitados de la ciudad, así era como Yinier Alberto Urrutia, conocido con el alias de Búho, intentaba evadir a las autoridades para robar y violentar sexualmente a mujeres.

Alias Búho, quien fue capturado el pasado 2 de agosto y enviado este miércoles a prisión, es señalado de haber agredido sexualmente a al menos 10 mujeres en Cali, entre ellas una menor de 13 años. Además, el hombre sería responsable de 44 hurtos a parejas cometidos en el oriente de la ciudad.

Según la Fiscalía, los hechos se habrían registrado entre el 3 de junio de 2018 y el 24 de abril del 2021.

‘Búho’ operaba entre las 7:00 p.m. y las 11:00 de la noche en diferentes sectores de la ciudad donde primero elegía a las víctimas con el fin de hurtarles sus pertenencias y agredía sexualmente a quienes oponían resistencia.

“Los procesos se presentaron en los sectores del jarillón del río Meléndez, Ciudad 2000, El Caney, El Parque El Ingenio y Las Vegas, en el sur de Cali”, indicó Luisa Obando, delegada para la Seguridad Ciudadana de la Fiscalía.

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Según manifestó el ente investigador, el sujeto, de 31 años, le hurtaba las pertenencias a las mujeres, o a los acompañantes de ellas, luego de que los intimidara con armas blancas o de fuego. “Aparentemente abordaba a las víctimas preguntándoles por una dirección. Allí era cuando al parecer las amenazaba con arma de fuego o cortopunzante, las despojaba de sus teléfonos celulares, requisaba sus bolsos y les realizaba tocamientos íntimos”, detalló la Fiscalía.

El hombre se declaró inocente y deberá responder por los delitos de acceso carnal violento agravado en concurso homogéneo con acceso carnal violento, y hurto calificado agravado.

Así fue la investigación

El equipo de la Fiscalía del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas), fue clave para dar con la captura de este presunto violador sexual, pues fueron ellos quienes desde el 2018 comenzaron a hacer un análisis de los casos de violencia sexual y violencia para hurtar a mujeres que se desplazaban por sectores aledaños al jarillón de río Meléndez, el barrio Ciudad 2000 y el Parque El Ingenio.

Luego de tener varias investigaciones el grupo comenzó a asociar la forma de actuar con base en los testimonios de las víctimas y se dieron cuenta que se presentaban tocamientos a las mujeres y, en algunos casos, penetración. Con esta información comenzaron a hacer toda la asociación de las características morfológicas que tenía el posible victimario, sin embargo los resultados no fueron muy buenos porque el hombre siempre tenía el rostro cubierto.

Ante esto, se decidió hacer algo que se conoce como rueda de voz. “Una de las mujeres alcanzó a grabar la voz del agresor en su celular. Con esa grabación se inició una rueda de voz, procedimiento que se hizo de la mano de fonoaudiólogas y que consiste en colocar a escuchar a las víctimas voces parecidas a las del presunto violador para que ellas identifiquen cuál es exactamente la que habían escuchado en el momento de la agresión sexual. Se logró que cinco personas identificaran la voz del posible violador”, explicó a El País John Freddy Encinales, director Seccional de Fiscalías en Cali.

Posteriormente, otra mujer agredida otorgó información para hacer una reconstrucción morfológica y poder “ponerle cara a esta persona”, cuenta Encinales, y agrega que con estos datos se inició un proceso para ver si una persona con estas características estaba en las bases de datos de sujetos que tienen antecedentes de violencia sexual.

“Fue un trabajo en el que se invirtió bastante tiempo porque se debieron realizar cotejos de fotografías y cotejos morfológicos, hasta que se pudo identificar que este sujeto ya había sido capturado en el Chocó, en el 2014, por el delito de acceso carnal violento. Gracias a esto se logra hacer una reconstrucción morfológica de alrededor del 97 %”, aseguró el investigador.

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Con este trabajo adelantado se procedió a realizar una recolección de evidencia biológica para ver si en las víctimas y en sus prendas de vestir había rastros de semen. Luego de realizar las comparaciones se dieron cuenta que el material hallado correspondía a la misma persona.

“Posteriormente nos comunicamos con las diferentes empresas de telefonía móvil en Colombia para ver si el presunto agresor tenía una línea a su nombre. Cuando la hallamos pudimos conocer, gracias a la ubicación de GPS, los lugares comunes donde él permanecía y cómo eran sus recorridos por el jarillón del río Meléndez y el parque de El Ingenio. Allí se pudo evidenciar que durante su ruta siempre permanecía al interior del jarillón, salía para cometer las agresiones sexuales y se volvía a esconder, además se comprobó que él estuvo en los lugares los días en que se cometieron los actos de violencia sexual y hurto”, dijo John Freddy Encinales.

“Cuando se tuvo la ubicación de ‘Búho’ se utilizaron drones para hacer un barrido panorámico del jarillón y del parque de El Ingenio. De esta forma se pudo observar que la información técnica que teníamos coincidía con la información de mapas que nos dieron los drones”, finalizó el investigador.

Siete de las víctimas se encontraban acompañadas en el momento de la agresión; pero alias Búho atacaba por la espalda a los compañeros de ellas para reducirlos.

Invitación a denunciar

Durante las investigaciones la Fiscalía logró asociar cerca de 44 casos de hurto que habrían sido cometidos por el ‘Búho’, motivo por el cual hacen una invitación a que la comunidad denuncie.

”Creemos que existen muchas denuncias más por el tema de agresión sexual y por eso queremos dejar claro que esta persona ya está judicializada y que con cada denuncia que ellas nos brinden, más fuertes van a ser los cargos para evitar que este hombre vuelva a cometer conductas de violencia sexual”, explicó John Freddy Encinales, director Seccional de Fiscalías en Cali.