La generación de niños y niñas que nacieron después del año 2010 se ha identificado con la letra ‘Alpha’ del alfabeto griego, que significa el ‘inicio de algo’.
Catalogada así, porque estos pequeños vienen con el ‘chip’ del manejo de todo tipo de tecnología, están preparados para nuevos desafíos, pero cuentan con menor capacidad de atención debido a su excesiva exposición a medios digitales. Estas son algunas de sus características según un estudio sociocultural y comparativo, que se hizo con más de 160 niños y niñas de Colombia y España, una investigación realizada entre la Universidad Complutense de Madrid, España, y el Departamento de Inteligencia y Consumidor de Sancho BBDO (Agencia creativa), que se llevó a cabo con el propósito de identificar las características de la niñez actual.
Según el reporte anual de ‘Common Sense Media Report’ el 60% de los niños aprenden primero a usar un dispositivo móvil antes que ir al baño o caminar.
Esta gran accesibilidad a la información ha permitido una gran homogenización de toda esta generación, el acceso al internet les ha ratificado la idea de que son “ciudadanos del mundo”, indistinto de que estén en Latinoamerica o Europa.
La exposición a influencers y tendencias de todo del planeta les ha desdibujado las fronteras geográficas, y han podido ampliar su visión del mundo, entre ellos la idea de que “el límite no existe y podemos hacer cuanto nos propongamos”.
El entendimiento de lo que pasa a nivel mundial y la visualización en tiempo real de lo que ocurre del otro lado del mundo, hace parte de una generación que tiene sus propios retos para padres o cuidadores.
El investigador Antón Álvarez, doctor en publicidad y relaciones públicas de la Universidad Complutense, habla de algunas de las conclusiones de esta investigación. Para el caso de los niños y niñas latinoamericanos, se puede asegurar que son mucho más independientes y con madurez en sus ideas. Por ejemplo, pueden pensar diferente a sus cuidadores y además, expresar con mucha facilidad opiniones contrarias a ellos.
Pueden comprender mejor situaciones como la guerra entre Ucrania y Rusia, que siendo residentes en Colombia, se creería que por estar del otro lado del hemisferio, están alejados de comprender las necesidades y problemáticas que pueden estar viviendo las familias en conflicto.
La explicación a esto, según el estudio, es que en Colombia los padres tratan de ser mucho más directos con la información, aspecto que se refleja en la apertura de la comunicación. A diferencia de los infantes en Europa, donde se impide más el acceso a la información, que según sus acudientes, los puede afectar psicológicamente, por lo que no se entabla un diálogo abierto entre padres e hijos.
El estudio también evidencia que, a los tres años de edad, los niños ya navegan por Internet sin el acompañamiento de sus padres. Acostumbrados a tener el mundo a la velocidad de un ‘Touch’, los ha convertido en una generación que no tolera la incomodidad, situación que les lleva a la frustración.
Esta es la primera generación nacida en el Siglo XXI y además, es la más globalizada y homogénea de cuantas han existido. Pero esta misma facilidad de estar interconectados con su entorno cercano y global, les ha permitido tener la habilidad para compartir y comparar con otros sus ideas, posturas, argumentos, frente algún tema en particular y así, llegar a un acuerdo que les facilite la toma de decisiones, siempre teniendo en cuenta que estas se alineen con principios y valores que los movilizan.
Según Estefanía Infante, analista del Departamento de Inteligencia y Consumidor de Sancho BBDO y co-autora de la investigación, “ellos pueden tener la capacidad de retar, cuestionar la sociedad, hablar con argumentos contra la homofobia, el maltrato animal e incluso discutir sobre las pautas de crianza que están recibiendo de sus padres”. Es por esta razón que para los ‘Alpha’ es primordial vivir en un mundo que los acepte tal y como son; una generación diversa, justa y que sueña con algo más grande que lo tradicional. Su filosofía es “nadie es muy pequeño para hacer la diferencia”.
Para el Dr. Antón Álvarez, hay algunas recomendaciones que deben tener los padres con sus hijos, “por falta de tiempo los padres no ejercen su responsabilidad de cuidar sus hijos. Delegan su educación a los maestros en la escuela”, concluye.
“Desde los ‘milennials’ hacía atrás, las generaciones se cohibían mucho a nivel emocional, no estaba bien hablar ni pedir ayuda. Era muy complicado generar una conversación alrededor del cómo me siento. Esta es una generación que puede liderar la aceptación de las emociones y lograr verbalizarlas. Gracias a que los padres de esta son milennials, es posible hablar sobre cómo te sientes, y lo que está pasando, eso construye niños muy responsables emocionalmente”, manifiesta la investigadora Estefania Infante.
Muchas de estas conclusiones, realizadas en conjunto entre la Universidad Complutense y el Departamento de Inteligencia y Consumidor de Sancho BBDO están en el libro, ‘Generación alpha: explorando el mundo de los primeros nativos digitales’.
Enseñar con el ejemplo
Los niños están muy atentos a campañas dirigidas a los adultos, por esta razón, es importante que los padres puedan conversar sobre estas opiniones y de qué manera esto les afecta.
Encontrar tiempos en común. No se trata de imponer algo. Lo que educa a los niños no es lo que se dice, sino el comportamiento que ellos ven en sus padres.
Compartir con el juego. Se deben buscar momentos en el día para jugar, porque es importante interactuar con la alegría que la lúdica permite.
Establecer dinámicas de mediación. Por ser una generación que cuestiona es importante ser claro y entablar una comunicación diáfana sobre las normas y acuerdos. Esto les va a permitir en un futuro estar preparados para los retos de la adultez.