El hecho de que el exjefe de la guerrilla de las Farc ‘Jesús Santrich’ haya huido, al parecer hacia Venezuela, para eludir la acción de la justicia en Colombia, es apenas natural.

Desde 1999, cuando asumió Hugo Chávez la Presidencia del vecino país, las cúpulas de las Farc y el ELN instauraron sus campamentos allá, escapando de las operaciones militares, ordenando actos terroristas en Colombia y controlando las economías ilegales en la frontera.

Informes de Inteligencia que fueron revelados en el 2010 estimaban que en Venezuela había cerca de 1500 guerrilleros de las Farc, que allí permanecían ocultos y resguardados por militares de ese país sus principales cabecillas y que el grupo ilegal contaba con 28 campamentos en los estados de Apure, Táchira y Zulia.

Vea el especial: Venezuela, crimen sin frontera

Por eso quienes como ‘Jesús Santich’, que se habría apartado del proceso de paz para evitar un juicio en su contra por narcotráfico, como otros que quisieron seguir delinquiendo después de la firma de la Paz, están regresando a la que fue su casa en los últimos años: Venezuela.

Así lo hizo ‘Iván Márquez’ y allí habría llegado recientemente Wálter Mendoza, hombre de confianza de ‘Pablo Catatumbo’. También desde allá ‘Gentil Duarte’, según indicaron fuentes de Inteligencia militar a El País, viene reorganizando a los disidentes de las Farc y fortaleciendo un corredor de narcotráfico desde los estados Amazonas y Bolívar, hasta los departamentos de Cauca y Nariño.

Allá está también ‘Iván Mordisco’, el segundo de ‘Gentil Duarte’, y ‘John 40’, por el lado del Catatumbo, donde se mueven de manera transversal y pasan a Colombia a organizar acciones y regresan cuando sienten que están siendo perseguidos por las Fuerzas Militares. Todo con la connivencia de la Guardia Bolivariana y el apoyo del Ejército venezolano”, señaló el experto en seguridad John Marulanda.

“Venezuela no solo es un problema para Colombia protegiendo y facilitando el incremento en pie de fuerza y armamento a las guerrillas, gracias al dinero que obtienen del narcotráfico. Se convirtió en una amenaza continental porque allá anidan células del Hezbolla, grupo terrorista libanés auspiciado por Irán, esta semana denunciaron presencia de ETA, hay grupos radicales chiítas turcos y se aposentó el Y2, que es la matriz de inteligencia revolucionaria de Cuba para la región y el continente. De manera que Venezuela está convertida en la meca de todos los grupos terroristas antiamericanos, antijudíos y, en el caso de Colombia, los antidemócratas que quieren tumbar el Gobierno, como las Farc y el ELN”, aseguró Marulanda.

La muestra clara de esa permisividad de Caracas con la guerrilla es que mientras eran considerados grupos terroristas en Estados Unidos y Europa, el Gobierno de Hugo Chávez les abrió ‘oficina diplomática’ en la capital.

¿Un nuevo comienzo?

El regreso a Venezuela de varios de los jefes de la desmovilizada guerrilla de las Farc, quienes han abandonado la reincorporación, y el reagrupamiento que ha denunciado la sociedad civil en ese país representan un retroceso al proceso de paz.

Hoy por hoy, según Javier Tarazona, director de la ONG venezolana Fundaredes, las disidencias de las Farc hacen presencia en ese país con seis frentes o estructuras armadas que han venido fortaleciéndose mediante actividades como la extorsión, el contrabando y el narcotráfico.

Durante un monitoreo sobre la violación de derechos humanos en los estados fronterizos con Colombia, la fundación alertó que algunos de esos grupos disidentes, que quedaron a la deriva tras la firma del Acuerdo de Paz, “se han organizado en una nueva fuerza de combate terrorista que opera bajo el nombre de ‘Colectivo de Seguridad Fronteriza’ o ‘Colectivo Armado del Pueblo’”.

El resurgir de las Farc como ‘Colectivo de Seguridad Fronteriza’ fue denunciado a finales del 2018 ante la Fiscalía Superior de Táchira, el Ministerio Público de Venezuela y la Defensoría del Pueblo de Táchira y Zulia.

De acuerdo con información ciudadana, este grupo coexiste con el ELN y sostiene una guerra a muerte con organizaciones como Los Pelusos, Los Rastrojos y Los Puntilleros por el control territorial.

Vea el especial Venezuela, crimen sin frontera

El cogobierno Maduro y ELN

Con la desmovilización de las Farc, pese a que la Inteligencia colombiana considera que más de un millar de guerrilleros quedaron en el vecino país, el poder de la criminalidad avalada por el régimen de Nicolás Maduro recayó en el ELN.

Esta guerrilla hace presencia en al menos doce estados, mientras el general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, aseguró que más del 40 % de los miembros de ese grupo armado ilegal reside en Venezuela.

¿Pero qué beneficio le puede traer la presencia del ELN o el fortalecimiento de las disidencias de las Farc al régimen de Maduro? ¿Por qué la complicidad de las tropas bolivarianas avalando su accionar?
De acuerdo con el general Guillermo León, excomandante de la Fuerza Aérea Colombiana, hay un beneficio para ese socialismo vigente, pero desnaturalizado, y también para el ELN.


“Al régimen, porque el ELN se ha convertido en un instrumento de ayuda ante la necesidad de Maduro de controlar regiones donde no hay fuerza institucional y la guerrilla, atacando en esas zonas a la oposición, evita que haya intentos de sublevación o rebeldía. Y el ELN controla las regiones donde hay riquezas naturales, está fuera del alcance de las tropas colombianas y garantiza los recursos para el sostenimiento”, indicó el general en retiro.

Esa simpatía con el Ejército de Liberación Nacional en Venezuela le ha permitido operar cinco emisoras en los estados fronterizos, realizar actividades de adoctrinamiento de niños en escuelas en varios estados, reclutar jóvenes venezolanos y distribuir las cajas de alimentos que da el Estado a través de los Comité Locales de Abastecimiento (Clap).

Además controla el llamado ‘arco minero’, donde se extrae oro, coltán, titanio y diamantes, entre otros, como medida del Gobierno para generar los ingresos que ya no recibe del petróleo, que es explotado por Rusia o China en pago a los créditos hechos a Maduro.

Esta situación, según el general Juan Salcedo Lora, excomandante del Ejército de Colombia, se vendrá en contra del régimen. “Proteger a criminales nunca genera beneficios para nadie. Tarde o temprano la situación será incontrolable”.

Lo preocupante, de acuerdo con los analistas consultados, es que el fortalecimiento de las guerrillas en Venezuela condena al país a seguir envuelto en una espiral de violencia.