El drama que viven transportadores de carga y de pasajeros, así como comerciantes y empresarios del Suroccidente del país, por el cierre del vía Panamericana, aún no termina.

El pasado 9 de marzo el Instituto Nacional de Vías, Invías, entregó la variante de 2 km que permite rodear el derrumbe de la carretera principal, pero comerciantes y conductores de la zona manifiestan que la situación no mejora y que los precios de los productos y fletes siguen altos.

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La construcción de la variante tomó 45 días, y aunque agiliza el tránsito por la zona del deslizamiento, aún hay cuellos de botella por resolver.
Por ese tramo solo se puede transitar en un solo sentido, es decir, unos días le dan prioridad al tráfico que va hacia el norte y otros días al que va hacia el sur. Los miércoles se hace mantenimiento.

El País hizo un recorrido por el municipio de Rosas y por la variante inaugurada hace 11 días, pues después de su apertura se denunció el mal estado. En esta visita se confirmó que el Invías ya realizó la rehabilitación de la zona que presentaba grietas y sigue haciendo arreglos.

De acuerdo con un funcionario de esa entidad, el objetivo de la construcción de la variante era agilizar el paso de los vehículos pesados para minimizar las pérdidas económicas del sector productivo de Nariño y Cauca (que aseguran supera los $600.000 millones), pues la carga se estaba transportando por la ruta de La Sierra que implica muchas horas de viaje por una vía en mal estado.

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Ahora la variante rodea el derrumbe desde la vereda Chontaduro y sale en la vereda Párraga, tramo que puede tardar 20 minutos para una tractomula cargada. Ahí se retoma la carretera Panamericana.

“Sí, la vía presenta grietas, pero hay que tener en cuenta que esta es una ruta provisional y temporal para el cruce de los vehículos. Además, no cuenta con las especificaciones técnicas de Invías, sino que, por la emergencia, se permitió la construcción de esa manera”, comentó el funcionario.

Por eso, la entidad estableció horarios específicos para transitar por esa ruta y le hace mantenimiento periódico

José Fernando Amézquita, director de la CCI en la región, resaltó el trabajo que se realizó con la variante, pero dijo que se necesita avanzar en las obras de estabilización del corredor.

¿Qué dicen los transportadores?

Wilfredo Ocampo, conductor de transporte de pasajeros, afirmó que “lo que más angustia es que no dan hora exacta para poder pasar, sino que toca esperar hasta que den vía”.

Él, al igual que conductores de carros particulares y vehículos de alimentos, deben esperar sin un tiempo límite a que habiliten el paso.

Por ejemplo, Arbey Rivas, empleado de una empresa avícola que el pasado miércoles estaba transportando más de 200 aves, había pasado más de 12 horas en el lugar, a la espera de poder pasar por la variante.

Aseguró que “nos dijeron que no podíamos pasar, además la Policía me quitó los papeles del carro para que no avanzara más, pero no nos han dicho a qué hora podemos arrancar”.

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Ellos prefieren hacer fila -por varias horas- en la vía Panamericana, esperando atravesar la variante, antes que volver a tomar camino por la vía de la Sierra. Algunos estaban desde las 8:00 p.m. del martes, en una fila que podía llegar a los 3 kilómetros.

3486 tractomulas se han movido por la variante en ambos sentidos desde la apertura de la vía.

Otros afectados han sido los comerciantes de la zona de Rosas, Cauca, que afirman que los precios de los productos han aumentado considerablemente desde el derrumbe y que sobrevivir se torna más difícil.

“Yo vivo en la zona y siempre he trabajado vendiendo bebidas a los conductores de los camiones, pero ahora todo está más caro. Como sé que a la gente le toca esperar mucho, entonces madrugo y trabajo hasta muy tarde, solo así puedo vender lo mismo que vendía antes del derrumbe”, comentó María Galíndez, comerciante de Rosas, Cauca.

De acuerdo con Fedetranscarga, hasta el 9 de marzo, el día de la apertura de la variante, las afectaciones del sector llegaban a $110.000 millones por la restricción.

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Por su parte, Javier Jaramillo, gerente general de Expreso Palmira, aseguró que, aunque las rutas son de conexión de pasajeros hasta Popayán, actualmente se hacen solo 3 viajes diarios de ida y de regreso de los 18 que se hacían antes del derrumbe.

“La afectación de las rutas es enorme, las personas ya no están viajando. Antes la frecuencia de salidas hacia Popayán eran cada 30 minutos desde el Terminal de Cali, pero ya no. Se está manejando una venta promedio de 16 pasajeros por bus, lo que significa una pérdida de $30 millones diarios”.

Horarios de tránsito

  • Por la variante pueden circular vehículos con destino a Pasto los lunes y jueves desde las 7:00 a.m. hasta las 6:00 p.m.
  • Los carros que conduzcan del sur hacia Popayán lo pueden hacer los martes y viernes en ese horario.
  • La vía estará cerrada los miércoles y domingos con el fin de realizar adecuaciones y mantenimiento.

Invías continúa con la construcción de la vía que comunicará de manera permanente el centro del país con el suroccidente colombiano. La entrega tomará unos meses.

Más créditos

Según una reciente encuesta hecha por la Cámara de Comercio de Pasto, el 93% de las empresas de la región han registrado una disminución de sus ventas por el cierre de la vía Panamericana, que ya completa dos meses.

De igual forma, el 86% de los empresarios encuestados aseguraron que el precio de los insumos aumentó. Además, un 53% indicó que si no hay soluciones que mejoren la movilidad y ayuden a reducir los costos, se verían obligados a despedir empleados.

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Ayer, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, anunció una nueva línea especial de crédito para respaldar con liquidez a las micro, pequeñas y medianas empresas de los departamentos de Cauca y Nariño afectadas por el cierre de la vía Panamericana. Esta línea contará con un cupo de $100.000 millones y las microempresas podrán acceder a $200 millones y las pequeñas y medianas compañías hasta $500 millones.