Con una serie de ejercicios con los párpados, Vicente Fernández Gómez, leyenda viva de la música ranchera mexicana, puede comunicarse con su familia en estos momentos, cuando no le es posible hablar.
El artista, quien está hospitalizado hace 16 días en el Country 2000 de Guadalajara, por una lesión cervical que le causó una caída en su rancho Los Tres Potrillos, se encuentra sin sedación, despierto, consciente, obedece a comandos e interactúa con su familia abriendo y cerrando sus ojos. Pero solo hasta el viernes pasado su hijo Vicente Fernández Junior confirmó públicamente que su padre fue diagnosticado con el síndrome de Guillain-Barré, como se había especulado y que su enfermedad no tiene relación alguna con la caída.
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Se trata de un trastorno que afecta el sistema inmunológico, ataca los nervios y produce diferentes síntomas como debilidad, hormigueo en las extremidades inferiores e incluso puede llegar a causar parálisis.
En entrevista con Primer Impacto, el hijo del Charro de Huentitán aseguró que “afortunadamente la enfermedad fue detectada a tiempo y será sometido a un tratamiento que tendrá una respuesta lenta”.
El ganador de tres Grammy Anglo y ocho Grammy Latinos, deberá esperar de seis meses a un año para caminar de nuevo, someterse a terapias de rehabilitación y valerse de la ayuda de un caminador para mantenerse en pie.
Sin embargo, familiares y seguidores le tienen fe a don Vicente, quien durante sus 81 años de vida no solo ha grabado más de 100 producciones discográficas y más de 25 películas, también ha visto a la muerte de frente, ha sobrevivido a un cáncer de próstata, un tumor en el hígado, tres hernias y una trombosis pulmonar, y ha seguido siendo ‘El Rey’, como dice una de sus canciones más emblemáticas.
‘El Chente’, como le llaman desde niño, sufrió un “deterioro respiratorio que obligó a los médicos a conectarlo a respiración artificial y sedarlo completamente para facilitar su recuperación. Además, le detectaron una infección que afectó los nervios periféricos y lo hizo perder fuerza en el cuerpo”, detalló el neurocirujano Francisco López González, antes de darse a conocer el actual diagnóstico.
El mayor de los cuatro hijos del ‘Chente’, Vicente Fernández Jr., expresó que “el golpe le inflamó la médula, pero está evolucionando”. Y aunque necesitó de una traqueotomía para respirar mejor, en el reporte médico más reciente se informó que el cantante ya no está intubado —lo estuvo durante más de diez días— y logró sentarse con ayuda de un reposet.
Así lo confirmó a la prensa, que se ha dado cita en las afueras de la clínica, Ramón Fernández, hijo de Vicente Fernández Jr., según el sitio web las estrellas.tv: “Ya le retiraron la intubación y le hicieron un hoyo en la garganta (traqueotomía) para que respirara mejor y le quitaran el respirador”.
Esta es la segunda ocasión en este año que el artista ha sido hospitalizado, la primera fue en julio, debido a una infección en las vías urinarias.
El intérprete de ‘Acá entre nos’, ‘Lástima que seas ajena’ y ‘Por tu maldito amor’, parece ansioso de ‘Volver, Volver’ a los brazos de su amada ‘Cuca’, como le llaman cariñosamente él y sus allegados a su esposa María del Refugio Abarca. Ella y tres de sus hijos, Vicente, Alejandro y Gerardo Fernández, son los únicos que están en contacto con él (tiene otra hija, Alejandra, que es adoptada).
Aunque en 2016 el cantante, que tiene una estrella en el Paseo de la Fama, varios premios Billboard y Lo Nuestro, anunció su retiro de los escenarios porque no se sentía pleno, pero se ha mantenido activo en redes sociales, grabando canciones y realizando presentaciones con algunos hijos y nietos que han seguido sus pasos en la música popular mexicana.
‘El Chente’ no se raja. En 2002, cuando al intérprete de ‘Mujeres divinas’ le diagnosticaron cáncer de próstata, dijo a los medios: “El cáncer es como una gripe, si te agarra débil no la haces, pero yo siempre he sido un hombre de mucha fortaleza”. Tremendo susto se llevó también en 2012 cuando le fue detectado un tumor en el hígado, por lo que tuvieron que extirparle el 40 % de dicho órgano. Él incluso confesó a la prensa, que el temor que esto le provocó fue tal, que hasta se despidió de su esposa e hijos.
El 27 de agosto de 2013 fue hospitalizado debido a una trombosis pulmonar; se le detectó un coágulo que afectaba las vías respiratorias, lo que ocasionó que se quedara sin voz por un tiempo. Pero una vez recuperado, pudo volver a los escenarios. A finales de ese año comentó a los periodistas de su país que había sido operado de los meniscos de la pierna derecha. “Ya me estoy encariñando con los hospitales”, dijo en el lanzamiento de su libro ‘Pero sigo siendo el rey’.
El 22 de marzo de 2015 volvió a visitar un centro médico. Esta vez para someterse a una cirugía debido a tres hernias en el abdomen.
Este año, el pasado 7 de julio, le pegó un nuevo susto a su fanaticada tras presentar fiebre, dolor muscular y de estómago, lo que llevó a que algunos medios especularan sobre un posible contagio de coronavirus, sin embargo, Gerardo Fernández, hijo del cantante, aclaró que se trataba de una infección en las vías urinarias.
Pero Fernández, quien se hace llamar ‘el macho de los machos’, tiene una gran debilidad y es no medir sus palabras. En 2019 cuando un diario mexicano le preguntó por qué había rechazado un trasplante de hígado, dijo que no sabía si este era de un homosexual o un drogadicto y que no se iba a dormir con su esposa “con el hígado de otro cabrón”. Las críticas no se hicieron esperar y aunque la familia Fernández juró que el patriarca respetaba las diferencias, nadie les creyó. Así que El Chente tuvo que pedir excusas públicas.
Para otras cosas sí es precavido. Según medios mexicanos ya tiene listo su testamento. Algunos especulan que dejó por fuera a Alejandro Fernández, por sus constantes escándalos, pero dicha información no ha sido corroborada por fuentes oficiales.
Dicen que la relación entre padre e hijo se rompió en el 2015 cuando ‘El Potrillo’, como se le conoce a Alejandro, reconoció tener un problema con el alcohol, tras una foto que circuló en redes sociales donde se le veía ebrio durante un concierto, además de estar involucrado en un terrible accidente automovilístico.
En diciembre de 2019 padre e hijo rompieron la relación y dice una fuente allegada a la familia, que “don Vicente ha hablado hasta el cansancio con él. Le ha rogado que deje los excesos, pero Alejandro no entra en razón. A Gerardo y Alejandra (sus otros hijos) les dará varios bienes; a Vicente Jr. también lo incluyó porque dice que el pobre, por más que ha intentado destacar, no más no tiene talento ni para los negocios ni para la música; a sus nietos también los tomó en cuenta, pero al que dejó fuera es a Alejandro, porque dice que él ya lo apoyó y que dinero es lo que le sobra”.
Los rumores sobre el homosexualismo soterrado y el alcoholismo de su hijo, dice la fuente, son los causantes de la mala relación entre padre e hijo.
Precisamente, Alejandro, quien reside en Estados Unidos, llegó a comienzos de agosto al hospital y culpó a sus hermanos ‘Chentillo’, como se le conoce a Vicente Jr. y a Gerardo, de haber descuidado a su padre y que, producto de esa negligencia, el hombre se cayó y se rompió las cervicales.
La fortuna del cantante asciende a los US$ 25 millones, aproximadamente $ 95.000 millones de pesos mexicanos, según el portal Celebrity Net Worth. A su fortuna se le suman sus trajes de charro que rondan los US$ 17 mil, cerca de $ 650 millones. Están bordados con hilos y botones de oro, por lo que cada prenda pesa 10 kilos. Tiene varias propiedades, un negocio de cría de caballos miniatura en su rancho y su tequila que se vende como edición limitada, cada botella cuesta US$ 100.
“Soy precavido. Todo lo que tengo es de mis hijos y mis nietos, dejé una partecita para mi mujer y para mí, para que no pasemos trabajo. Si mi mujer se va primero, con ese dinero no voy a tener que pedirle a nadie”, declaró en 2012 a la revista TvyNovelas, Fernández, quien el pasado 17 de febrero, en su cumpleaños 81, apareció en redes cantando El Caballo de mi Padre.
Todos los honores los ha recibido en vida. Ciudad de México ganó un récord Guinness en 2009 gracias a él, por hacer que 39.897 personas se besaran al tiempo por 10 segundos, mientras cantaba en El Zócalo, donde se agolparon 80.000 asistentes. El 15 de septiembre de 1984, más de 54.000 espectadores fueron a escucharlo a la Plaza de Toros de México y esa fecha fue institucionalizada: Día de Vicente Fernández. The Houston Cronicle lo llamó El Frank Sinatra de las Rancheras en 1991. En Tlajomulco de Zúñiga, en Guadalajara, México, un escenario lleva sus iniciales: VFG. En 2016 dio su último concierto en el Estadio Azteca y más de 80 mil personas cantaron con él ‘México lindo y querido’, y dijo: “Mientras ustedes no dejen de aplaudir, su Chente no deja de cantar”.
Mujeres divinas
Esas mujeres tan divinas a las que, dice el propio cantante en su canción: “no queda otro camino que adorarlas”, han sido a la vez su perdición.
En enero de este año se hicieron públicas en redes sociales una fotografía y dos videos en TikTok en los que se ve a Vicente Fernández tocándole un seno a una fanática. Incluso una joven aseguró sentirse vulnerada cuando se tomó la fotografía con el mexicano.
El artista afirmó que no se acordaba qué sucedió realmente y tampoco de la joven —de menos de 20 años—, que aseguró sentirse vulnerada, pues según él, eran muchas personas las que se tomaron fotos con él ese día.
Y agregó: “le ofrezco una disculpa, de todo corazón, pero no lo hice con intención”.
En una entrevista realizada por Mara Patricia Castañeda, ex esposa de su hijo Vicente, el intérprete de ‘Estos Celos’ dijo: “Yo vi la foto y efectivamente, sí, puse mi mano primero en el estómago y dije: ‘se va a sentir ofendida’ y subí la mano, y cuando la subo, toman la foto”.
El intérprete de ‘Que de raro tiene’ le aseguró a su ex nuera: “Acosar es que yo la haya llevado a una caballeriza, y que a la fuerza le haya bajado la blusa, eso es acoso, pero lo que pasó con ella (la de la foto) fue un accidente y yo no he visto a las otras dos (las de los videos). Pero a mí también ellas me agarraban y me abrazaban, y me decían ‘una foto con beso’ y yo me quedaba con la boca cerrada”.
“Reconozco que hice mal, pero no sé si fue bromeando, si fue una broma, no sé... eran muchísimas gentes. Le ofrezco una disculpa de todo corazón, pero no lo hice con intención, si lo hubiera hecho con intención no lo hago allí, yo ni me acuerdo ni cómo pasó”, insistió Fernández.
Sin embargo, a su parecer, los señalamientos en su contra son tardíos: “Me extraña mucho que pasaran tres años para que ahora digan y pongan esa foto. Me lastima, porque yo nunca di lugar a chismes. No fui un santo y todos lo saben, pero nunca me vieron, nunca”.
Pero en tiempo de redes sociales todo sale a la luz y programas como Despierta América han revelado imágenes de don Fernández, tomadas en Los Tres Potrillos, su hacienda, dándose besos en la boca con jóvenes a las que les lleva más de 60 años.
En febrero de este año, Vicente Jr., candidato a diputado de Jalisco, frente a las declaraciones hechas por la cantante Lupita Castro sobre el abuso sexual del que fue víctima por parte del patriarca de la dinastía Fernández hace 40 años, la invitó a interponer su denuncia ante una autoridad judicial, “y no ande nada más hablándolo de manera pública, porque viene un libro dende quiere contar estas anécdotas, entonces a raíz de este, quiere ella cobrar mayor notoriedad”.
El pasado 9 de febrero Lupita Castro le contó al programa Chisme no Like, que conoció a Don Vicente en el programa Siempre en Domingo y que a partir de allí fue “acosada” en más de una ocasión por el intérprete de ‘Me voy a quitar del medio’, quien perpetró la agresión cuando ella tenía 17 años.
“Me invitó a cenar. Me dijo: ‘¿Quieres una bebida? y yo comencé a sentirme mareada. Después me dijo: ‘vamos al sillón’ y ahí empezó. Yo no quería, no estaba en condiciones. Ahí empezó el forcejeo y la verdad, me dio temor. Yo dije ‘no, no, no’”, dijo la artista, quien llegó a asegurar que él le ofreció apartamento y carro por su silencio, pero ella calló por miedo a ver truncada su propia carrera.
En la emisión matutina Imagen Televisión, cuando le preguntaron a la cantante si entablaría un proceso legal, respondió: “Sí lo pensé, pero me lo imagino en la cárcel y no tengo corazón. Lo que sí es que si alguien lo hace, a lo mejor me uno”.
También sobre el hijo, Vicente Fernández Jr., pesan acusaciones. El año pasado, su ex esposa Karina Ortegón lo acusó por violencia intrafamiliar y abuso sexual, y de haber tocado de forma indebida a la hija de ambos, de 14 años, como lo hizo público en el programa De Primera Mano.
Dinastía Fernández
Vicente Fernández con su alcance vocal operístico y gran comprensión de las raíces campesinas de la música ranchera, es considerado el cuarto gallo de los cantantes mexicanos de todos los tiempos, después de Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solís. “Él ha revitalizado y enriquecido este género musical, manteniendo el traje de charro y el valor del caballo como elementos vinculados a su música. Ojalá supere esta situación tan difícil de su salud. Están por salir algunas producciones que alistó antes de la pandemia”, dice Carlos Omar Saldarriaga, realizador del programa Radio Express en Javeriana Estéreo.
Mucho antes de conquistar el Madison Square Garden y Radio City Music Hall de Nueva York, el hoy ídolo fue albañil, bolero, cajero, mesero; después tocó en restaurantes, bodas, reuniones familiares y entre amigos.
Hijo de Paula Gómez, ama de casa, y Ramón Fernández, ranchero, Vicente nació el 17 de febrero de 1940 en Huentitán El Alto, Guadalajara, México. En sus primeros años debió trabajar en el campo junto a su padre, en su tierra y en las de otros, para llevar la comida a su casa, a su mamá y a sus hermanas, fue albañil, pintó casas y lavó carros.
Heredó de su padre la pasión por la música. A los 8 años le regaló su primera guitarra. No fue a ninguna escuela, pero su voz ha sido considerada “educada”. A los 14 años, en 1954, participó en un concurso amateur en Guadalajara y obtuvo el primer lugar.
Su debut artístico fue en el programa de TV La Calandria Musical, donde a los 21 años recibe su primer sueldo: 35 pesos mexicanos. Se traslada a Ciudad de México, conoce al Mariachi Amanecer, de Pepe Mendoza, y posteriormente se cambia al Aguilar, de José Luis Aguilar, con Felipe Arriaga.
Uno de los acontecimientos más tristes para él fue la muerte de su mamá, de cáncer, a los 47 años. En 1963, el año en que ella muere, se casa con María del Refugio Abarca Villaseñor, con quien tuvo amor a primera vista y cuatro hijos.
Ya casado, trabaja en el Amanecer Tapatío, donde estuvo dos años, pero seguía trabajando por propinas en las mesas y de vez en cuando era programado para cantar.
Lo que fue un golpe de suerte para él fue la repentina muerte de Javier Solís a sus 34 años en 1966. Fernández tenía 26 años y las disqueras que lo habían rechazado comenzaron a buscarlo. La canción que le abrió las puertas en EEUU. y España fue ‘Volver, volver’.
“Siempre he dicho que no hay grandes compositores, sino grandes canciones”, dice Fernández, quien tiene más de 20 temas de su autoría registrados, según la Sociedad de Autores y Compositores de México, como: A Escondidas, Las Llaves de mi Alma, No Más Dejé de Quererte. Al igual que sus ídolos, en 1971 debutó en el cine con Tacos Al Carbón, luego hizo la banda sonora y protagonizó La Ley del Monte. Participó en 30 películas, en las que hizo el papel de orgulloso charro o cowboy mexicano y se retiró del cine en 1991, porque ya la figura, dijo él, no le daba para eso.
“Contrario a la imagen que puede proyectar un intérprete de rancheras, de buena farra, toma trago, machista, él se muestra como una persona hogareña, tranquila, amante de su esposa y de sus hijos, les expresa su amor en público y ha hecho empresa con su talento”, dice Pilar Hung, periodista, gerente del Canal CaliTV, directora de Generación R.
Parte de su prole heredó su talento musical, como su hijo Alejandro Fernández, padre de Alex, las gemelas Camila y América, sus hijos con América Guinart; y Emiliano (alejado de la vida pública) y Valentina (activa en redes), con la modelo Ximena Díaz.
De todos ellos, Alex y Camila siguieron sus pasos. Alex pospuso su boda por la enfermedad de su abuelo, mas no el lanzamiento de su sencillo ‘Buscando el olvido’: “Mi abuelo siempre ha dicho que el trabajo es trabajo y que siempre hay que cumplir”.
Vicente Junior, el hijo mayor del Chente, intentó una carrera en la música infructuosamente. Tiene cuatro hijos: Vicente y Ramón, dedicados a la venta de café; Sissi, ama de casa, y Fernanda, diseñadora de modas al igual que su prima América y su tía Alejandra.
Gerardo, tercer hijo de don Vicente y doña ‘Cuquita’, es empresario y en el 2011 se postuló como candidato a diputado federal por la alianza PVEM-PRI en Jalisco, pero no lo logró. No tiene hijos. Y Alejandra, cuarta hija de los Fernández Abarca, se dedica al diseño de modas y no tiene hijos.
El intérprete de ‘Por tu maldito amor’ tiene ya bisnietos: Cayetana, Antonella, Emilio y Luca. Pero más canas que ellos le ha sacado mantenerse libre de escándalos, como en 2015 cuando la DEA investigó la posibilidad de que el Cártel de los Valencia, con operaciones en Michoacán y Jalisco, hubiera lavado dinero en sus conciertos en España, investigaciones que no trascendieron.