“La histeria es parte de nuestra vida, pero no debemos dejarla que lleve el control. Ella es solo una invitada”, señala la caleña Adriana Cruz, quien luego del éxito literario alcanzado con ‘¿Cuál es tu historia?’, ahora presenta ‘¿Cuál es tu histeria?’, un texto en el que invita al lector a mirar y a reflexionar sobre un concepto que, según ella, ha sido maltratado en la historia.
“A la histeria le han dado muy duro, y a nuestro pobre útero también porque hemos crecido escuchando lo ‘histéricas que somos’. Me pareció que, si conocíamos su historia, su trayectoria, podríamos cobijarla, entenderla, desmitificarla y quererla más, saber que podemos convivir con ella de una manera más sana”.
Cruz evoca al filósofo y neurólogo de los años 1800, Pierre Janet, quien aseguró que “la histeria tiene una historia tan grande y bella que sería una pena renunciar a ella”.
Esta caleña ingeniera industrial de profesión, quien hace parte de la lista de escritoras vallecaucanas que resaltan en la literatura colombiana, además apasionada por las letras, las historias, el storytelling y el marketing, considera que el reto es “vivir con ella y comprenderla mejor”.
Y en ese proceso, hay que reconocer que la histeria no es exclusiva de las féminas y su sexualidad, como algunas cintas lo han insinuado. “No es correcto relacionar la histeria con la insatisfacción sexual, ya que se trata de una visión anticuada y estereotipada que no tiene sustento científico. La sexualidad femenina es mucho más compleja y diversa que lo que se pensaba en el pasado y, no se puede reducir a una simple causa de malestar o enfermedad”.
Hombres y mujeres: “ambos somos histéricos”
“Todos, hombres y mujeres, somos histéricos en algunos momentos de nuestra vida y algunos más que otros, cuando no manejamos nuestras emociones, cuando no controlamos la situación y reaccionamos de manera exagerada. A la histeria la podemos manejar con respiración y meditación”, cuenta la caleña.
La idea de que hay una diferencia significativa entre la histeria masculina y la femenina es un concepto obsoleto. Hoy se reconoce que los síntomas de la histeria pueden ser experimentados por cualquier persona, independientemente de su género.
Sin embargo, en el pasado, se utilizaba el término histeria para describir una serie de síntomas físicos y emocionales que se creía eran exclusivos de las mujeres, estos incluían ansiedad, convulsiones, desmayos, dolores de cabeza, entre otros. Pero estos pueden ser experimentados tanto por hombres como por mujeres.
La también ingeniera considera que es importante que cada persona aprenda a reconocer su histeria, y a tener control sobre esta, porque no es una situación exclusiva de un grupo de personas, todos tienen un poco de esta en su naturaleza. Bien manejada, puede ayudar a liberar las emociones reprimidas y prevenir el estrés.
“Cada ser debe aprender a manejar su histeria porque, quiera o no, esta se va a presentar en algún momento, así que si la maneja, sabe qué hacer para que esté en control. Es una tarea reconocerla en nuestra vida para hacerla parte de nuestra historia: saber quiénes somos y quiénes queremos seguir siendo, viviendo, conectados con nuestro entorno, tranquilos, felices y dejando vivir a los demás. Eso hará que los momentos histéricos de nuestra vida sean menos o los tengamos controlados y vivamos mejor en sociedad”, manifiesta.