Cultura
FIL Cali: La escritora y artista visual Lina Botero presenta su libro ‘El oficio de desvestirse’, una fusión de fotografía y poesía
La caleña Lina Botero presentó en la FIL Cali su primer fotolibro, donde las imágenes y los versos sinceros forman un solo lenguajes para recuperar la autoconfianza.
Hay una niña bailando sola, con los ojos cerrados, podría afirmarse que es la imagen de la confianza, la que tenemos todo parece posible y el mundo un lugar maravilloso por descubrir. Así empieza ‘El oficio de desvestirse’, el fotolibro y poemario de Lina Botero, una escritora y artista visual que logró tejer, como una colcha de retazos, un artefacto poético donde las imágenes más cotidianas dialogan con las palabras sinceras, explorando en el interior de la escritora y sus lectores.
Frente a la foto de la niña, el poema ‘Llorar de certeza’, donde dice: “No recuerdo la primera vez que alguien me dijo ‘no puedes’. Pero sí sé de acontecimientos que hacen que una deje de creer en algo, en todo, en una idea”.
De esta forma, la poetógrafa, como se define Lina Botero, se enfrente al síndrome de la impostora, que está reflejado en las palabras “no puedes”, para convertirla en un personaje, Carmen, que la ayudará a convertir sus inseguridades en un arte propio.
La poetógrafa presentó ‘El oficio de desvestirse’ en la novena Feria Internacional del Libro de Cali, donde explicó cómo la imagen y las palabras pueden fusionarse en un mismo lenguaje poético para hacer belleza con nuestras fragilidades.
—¿Cómo podría definir el término poetógrafa?
La palabra nace en medio de una conversación con una de mis grandes amigas, intentando definir lo indefinible, porque yo nunca me he podido encontrar en una sola profesión. Soy comunicadora social, pero siempre he narrado historias desde el video, la foto y la palabra, también en lo performativo, desde la expresión del cuerpo.
Y, después de 15 años dedicada a la fotografía, aún no sabía cómo encajar en uno todos los otros lenguajes que siempre he trabajado, y así surgió la palabra “poetógrafa”, que me caló muy bien para no definirme precisamente en ninguna de las casillas, para no quedarme en una sola, sino mejor darle un montón de significados, porque al final mi necesidad en la vida es crear utilizando múltiples lenguajes.
—¿Cuál es la relación que encontró entre la fotografía y la poesía?
A mí me interesa la conversación que se genera entre esos dos lenguajes, no tanto por lo que muestran, sino lo que no muestran. Creo que la imagen, porque prefiero referirme a la fotografía desde el lugar de la imagen, es un lenguaje que no busca revelar la verdad, al contrario, creo que desde lo artístico, buscamos no revelarlo todo.
Por eso, hay un vínculo necesario con la poesía, cuando la imagen en vez de mostrarlo todo, lo que hace es ampliar el pensamiento de quien está mirando, y lo mismo pasa con la poesía, no se trata de contarte algo y describir 100 cosas para hacerse una idea fiel, sino crear imágenes a partir de lo que no te estoy contando, haciendo metáforas entre palabra e imagen, dándole elementos a los lectores para que terminen aportando el sentido y construir su propia historia.
—El ‘desvestirse’, más que a lo físico, ¿sería una metáfora de mostrar las propias fragilidades?
Soy una mujer extrovertida, por lo que no me cuesta mostrarme vulnerable, pero sí fue un trabajo difícil de escritura, porque fue como una autoterapia y autoconversación, muchos monólogos, en lo que debía contar mis heridas sin plantearlas como víctima, a mí no me interesaba que fuera el libro de una víctima o testimonio de alguien que maltrataron de niña o casos similares que tienen su valor, en mi caso buscaba crear arte y quienes lo han leído comprenden esto.
Lo que sucede con el arte es que cuando una persona crea está sacando algo de sí, algo que le duele, pero cuando lo transforma en poema, pintura, canción, ya cobra una vida propia, en esa medida para mí fue un proceso exigente, durante un año escribir y llorar y sentir un montón de cosas que se contradecían entre sí, aunque cuando salen los poemas, ya no son mis poemas, en los que yo esté diciendo esta es mi vida, no, son una obra aparte que cuando tú la lees, en este libro, te pertenece también a ti y conecta contigo de diversas formas.
Eventos recomendados de la FIL Cali 2024
Lanzamiento: El gesto desnudo: Catherine Rendón presentará hoy, a la 1:30 p. m. en el auditorio El País, su libro ‘El gesto desnudo’, un ensayo crítico sobre el artista colombiano Guillermo Vélez, conversará con María Paz Vélez y Pedro Alcántara.
Inmigración japonesa: Este viernes, a las 5:00 p. m. en el auditorio Japón, del Bulevar del Río, se realizará el conversatorio ‘95 años de la inmigración japonesa al Cauca y Valle del Cauca’, a cargo de la antropóloga y escritora colombiana Inés Sanmiguel, investigadora del tema.
Poemas por los líderes sociales: El libro ‘Morir es un país que amabas’, compuesto de poemas dedicados a los líderes sociales asesinados, será presentado por sus editores, Stefhany Rojas Wagner y Eduardo Bechara Navratilova, hoy a las 3:30 p.m., en el auditorio El País del recinto ferial.
Cordura bipolar: Edwin Sarmiento Villarreal, comunicador social-periodista, presentará su libro, en el que enseña cómo ser un buen bipolar en un mundo polarizado. Estará en el Auditorio El País, en el Bulevar, el 21 de noviembre, 6:30 p. m.
De víctima a victimaria: Sandra Constanza Gutiérrez explora cómo personas privadas de la libertad, antes de ser delincuentes, vivieron violencia, abuso, pobreza y abandono. 22 de noviembre, Hotel Pance 122. Cra. 122 #22a-60.
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