En la novena edición de los premios ‘Titanes Caracol’ se reconoció a los líderes y proyectos que, a través de iniciativas de desarrollo sostenible, están mejorando la vida de millones de personas en el país en diferentes áreas de trabajo de innovación social.
El Valle del Cauca contó con cuatro finalistas que, por su trabajo en cada uno de sus procesos, les permitió llegar hasta el final, quizá no ganaron el premio mayor, pero han demostrado que son los mejores en cada una de sus titánicas labores en pro del bienestar general.
Conozca las historias de Lesly Vargas, Felipe Córdoba, Jhoan Gallego y Sergio Pardo; quienes le han apostado al cambio en el departamento con cada uno de sus proyectos en salud, turismo y medio ambiente.
Homenajear el valor de servir
Los ganadores en las diferentes categorías de este evento son: Por Educación de Calidad y Desarrollo de Capacidades, Andrés Manrique León, con su iniciativa Aspirantes, está liderando una revolución educativa para transformar vidas a través de la creación de programas de refuerzo académico.
María Carlina Esterilla, en la categoría de Inclusión, Integración y Reconciliación. Con su asociación ASOMUNEP, ha reunido a mujeres afrodescendientes del Putumayo para impulsar procesos productivos basados en prácticas ancestrales, en confección y la gastronomía.
En Salud y Bienestar, el ganador fue Carlos Alberto Castro. Con su trabajo incansable en la Comuna 3 de Villavicencio, ofrece alimentación y atención en salud, para crear espacios psicosociales para combatir la drogodependencia.
La categoría de Sostenibilidad y Economías Ambientales, tuvo como ganador a Jonny Alexánder Umaña, quien creó el proyecto Nebulón. Preocupado por el cambio climático, diseñó un dispositivo capaz de capturar agua de la niebla y generar energía limpia a partir de fuentes eólicas y solares.
En la categoría de Ciencia, Tecnología e Innovación, el ganador fue Hugo Esteban Rojas, con su proyecto Humanos 3D, quien fabrica prótesis en impresión 3D para personas amputadas en comunidades alejadas.
Titanes del Valle del Cauca
Risa sanadora
Lesly Vargas, conocida como la “Doctora Florecita”, es la fundadora y directora de la Fundación Con Amor, Todo es Posible. Desde hace ocho años, Leslie ha liderado un proyecto que utiliza la risoterapia para abordar problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
“Creemos firmemente que la risa sana. Sana procesos de salud mental y situaciones emocionales porque, a veces, perdemos la idea de que podemos sanar. Yo viví esa historia, y la risa fue mi medicina”, afirmó Vargas.
Este proyecto, nacido de su propia experiencia personal con la ansiedad y la depresión por estrés, ha impactado a innumerables personas. “La risa puede dibujar algo tan lindo en nuestro rostro que genera una conexión con nuestro cerebro, nuestro corazón y, sobre todo, con la sanación”, explicó Leslie, quien combinó la risoterapia y la psicología para llevar su mensaje de amor y sanación a clínicas, hospitales y comunidades vulnerables.
En cuanto a los próximos pasos, Leslie mencionó un nuevo proyecto en una clínica de Cali donde trabajará con madres en posparto y sus hijos en cuidados paliativos. “Estaré con esas mujeres aliviando la depresión postparto, demostrando que la risa puede ser una medicina que apoya la salud científica”, señaló. Finalmente, Vargas agradeció al periódico El País por su apoyo y visibilización del trabajo de la fundación.
‘Oís’ una app para todos
El Intendente Andrés Felipe Córdoba, miembro de la Policía de Turismo de Santiago de Cali y fundador de la aplicación “Hoy Secretos Turísticos”, ha presentado su innovadora iniciativa en Titanes Caracol. Este proyecto, que comenzó como una tesis universitaria, se ha convertido en una plataforma gratuita que busca promover la belleza y el patrimonio de Santiago de Cali.
“Estamos contándole al mundo la hermosura y lo bueno que tiene Santiago de Cali. Es una plataforma que te cuenta poco a poco la historia de nuestro patrimonio y, a la vez, articula a los emprendedores de la ciudad”, afirmó Córdoba.
La aplicación ya ha sido utilizada por la comunidad caleña y Córdoba espera que pronto se expanda a otras ciudades del país, como Bogotá y Medellín, e incluso fuera de Colombia. “Queremos llevar esta plataforma a otros municipios y ciudades capitales. Ese es nuestro gran sueño”, expresó.
El proyecto ha recibido el apoyo de importantes marcas como Tecnoquímicas, pero el camino no ha sido fácil. “Incluso a los que no nos han abierto las puertas, les doy las gracias porque eso nos ha permitido seguir adelante y buscar nuevas oportunidades”, comentó.
Para Córdoba, participar en Titanes Caracol ha sido una experiencia enriquecedora que lo impulsa a seguir trabajando por la promoción turística de su ciudad.
La inclusión es su mayor objetivo
Johan Gallego, director de la Fundación Colombiana de la Tartamudez, ha transformado su propia experiencia con esta condición en una misión de vida: crear conciencia y apoyar a quienes la padecen.
“Es la primera y única fundación en Colombia dedicada a la tartamudez. Estamos presentes en Cali, Medellín y Bogotá, y también ofrecemos apoyo virtual en todo el país”, explicó. Su organización ofrece grupos de apoyo para adultos, padres de familia, y talleres para niños, con el objetivo de educar y acompañar a la población afectada por esta condición desde edades tempranas.
“Es posible diagnosticar la tartamudez desde los dos años y medio”, añadió. La fundación ha llegado a más de 400 personas en el país y sueña con tener una sede física para ofrecer un espacio digno.
Plástico Uramba
En el corregimiento de Ladrilleros, zona rural del distrito especial de Buenaventura, en el Parque Nacional Natural Uramba, surge una iniciativa innovadora liderada por Sergio Pardo, director de la Fundación ‘Plástico precioso Uramba’ y la biblioteca Sueño Pacífico.
Pardo explica que la organización se enfoca en mitigar la contaminación por plásticos en zonas costeras, transformando residuos en elementos útiles para la comunidad. “Nuestro gran proyecto es realizar todos los pupitres de la institución educativa de Juanchaco con el plástico que se recoge”, comentó Pardo.
La motivación para este trabajo nació al descubrir una realidad preocupante: “Las comunidades costeras no cuentan con un servicio público básico de aseo. No hay carros de basura, rellenos sanitarios ni recolección, lo que obliga a los habitantes a quemar los residuos en sus hogares”, señaló.
Actualmente, el sueño de la organización es aumentar su capacidad de reciclaje y formalizar a recicladores de oficio, transformando el problema de la contaminación en incentivos para las economías locales.
Pardo agradeció a los aliados que han respaldado la iniciativa, destacando especialmente al Grupo Bancolombia y otras organizaciones comprometidas con la causa. “Esperamos seguir tejiendo redes de apoyo para continuar con nuestra misión”, concluyó.