Liliana Hurtado es -junto con Mauricio Vergara, su compañero de vida-, la codirectora de En ‘Tránsito’, una película documental biográfica, que se estrenó a nivel nacional el año pasado, y que relata su historia cuando cae enferma de leucemia y su pareja la acompaña en ese umbral como su principal cuidador.
En dicho tránsito, un torbellino de preguntas —¿por qué a mí’?, ¿por qué ahora?, ¿por qué esto?—, la arrastró a indagar en el documental el sentido que la enfermedad traía a su vida a partir del diálogo no sólo con sus amigos, familiares, médicos y terapeutas, sino también en la revisión de poemas, álbumes familiares, ilustraciones, y diarios de sueños y visiones.
Pero el documental no se enfoca en describir solo la parte médica, también narra cómo, meses antes del diagnóstico, los sueños habían comenzado a anidar como aves de mal agüero en la psiquis de Liliana. Entonces, la enfermedad la lanza a emprender un viaje a través de su mundo onírico, sus fotografías de infancia, sus exámenes médicos y al encuentro con amigos, familiares y médicos; mientras a su esposo, esta situación lo lleva a redescubrir su pasado, cuando acompañó a su madre en una depresión que la llevó a la muerte.
Sobre esta película, en la que la enfermedad entrelaza el sentido de sus vidas, Liliana explica que “surgió de la necesidad de dejar memoria de mi experiencia, sobre todos los sueños que tuve durante y después de la enfermedad. Poco a poco fue saliendo el documental, especialmente cuando me devuelven imágenes de mí en la clínica y de la montaña en donde vivía, siendo la semilla de la cinta”.
Eso sí, aclara que no es una película sobre una superviviente del cáncer sino más bien, una película de amor y de desobediencia, porque propone una exploración de contactar esa autoridad interna, “que al final es el mismo organismo, el cuerpo, para darle la palabra y que indique lo que corresponde para la sanación”.
‘En tránsito’ nació de forma orgánica. Cuando Liliana afrontaba el tratamiento contra la leucemia, dibujaba y escribía sus sentimientos. Años más tarde, por invitación de una amiga, escribió una crónica que publicó en la revista caleña Juana Ficción y al ver la reacción del lector, se planteó hacer una película documental.
Lea también: ¿Cuánto sabe de Van Gogh? Test para repasar antes de asistir a la muestra interactiva del artista neerlandés en Cali
La danza y el movimiento como terapias
Liliana Hurtado tiene en sus redes sociales reflexiones sobre el documental y como mentora.
Instagram: @entransitopelicula y @lilianamovimientovital
Facebook: Liliana Hurtado y EnTránsitoDocuconstelación
“Los momentos más críticos de tu vida son los que te han posibilitado crecer. Estos nos invitan a movernos y ampliar nuestra perspectiva”.
Liliana Hurtado Scarpetta,
mentora en procesos de sanación
“Inicialmente no había un propósito de hacer una película, pero cuando por pura necesidad expresiva me puse a escribir una crónica y una amiga me propuso publicarla, fue a partir de la recepción que tuvo el escrito cuando mi esposo me recordó que mientras estaba en la clínica, como no tenían nada más qué hacer sino acompañarme mientras yo dormía, me propuso grabarme. Yo le dije que sí, pero a cambio de que me trajera imágenes de la casa en la montaña donde vivíamos, porque viendo esos videos sentía que podía salir de ahí, donde estuve unos 40 días hospitalizada”, recuerda Liliana.
Por su parte, Mauricio comenta que “filmar dentro la clínica fue más como un ejercicio de meditación, no pensaba en hacer una película. Como pasaba tanto tiempo con ella, y viendo cómo era atendida por médicos, de algún modo me sentía un inútil, entonces quise observar a la personas a través de la cámara, cómo respiraba mientras dormía. Y también le llevaba imágenes de nuestra casa, de nuestras mascotas, una de las cuales había parido por esos días, entonces era como llevarle vida a ese cuarto”.
Para realizar el documental, los directores se dedicaron por 10 años a reconstruir ese difícil momento de sus vidas y a reflexionar sobre la enfermedad y el cuerpo, por lo que no solo es un retrato íntimo. También desarrolla imágenes poderosas y muy poéticas de la realidad que vive cada persona ante la posibilidad de su inexistencia. Entre ellas, la imagen de la niña perdida, que toman de un poema de William Blake y unen con el sueño de Liliana encontrando por fin a la niña que fue, un símbolo de la vida que había perdido en la oscuridad del camino.