Cuando el doctor Hughes explica al empresario Adolfo Hurtado —cabeza de una acaudalada familia caleña y heredero de un ingenio azucarero—, que su padre tiene una extraña enfermedad sanguínea cuyo único tratamiento es recibir continuas transfusiones de sangre, específicamente de hombres jóvenes; está planteando el argumento para una historia que, como la definió Sandro Romero Rey, mezcla “vampiros en el trópico, con salsa, drogas y corrupción”.
Así es ‘Pura sangre’, el primer largometraje de Luis Ospina, estrenado en el Festival de Cine de Cartagena de 1982, ante un público perplejo que, por primera vez, observó una cinta de terror urbano, una ficción pura que se alejaba del relato histórico y la descripción de la violencia real que se vivía en el país. Y, aunque su impacto en las taquillas no fue memorable, como expresó en esa época el fotógrafo Hernando Guerrero, “esta no es una película para Cartagena. Es una película para la historia del cine”. Por lo que ‘Pura sangre’ se convirtió en una producción pionera de la cinematografía nacional, así como en un clásico con el que se consagró la generación de artistas conocida como el Grupo de Cali.
Al cumplirse 40 años del estreno de ‘Pura sangre’, en la edición número 14 del Festival Internacional de Cine de Cali (Ficcali 2022), que fue dirigido durante 10 años por Luis Ospina, se organizó para hoy un homenaje a esta película indispensable en la filmografía del movimiento cultural llamado Caliwood.
Desde las 5:00 p.m., en Lugar a Dudas (calle 15 Norte, No. 8N-41, barrio Granada), se realizará una proyección especial, así como una charla sobre ‘Pura sangre’ con Sandro Romero Rey, Karen Lamassonne, Eduardo Carvajal y Elsa Vásquez, quienes participaron y acompañaron al cineasta caleño en esta producción. Además, se abrirá una exposición de las fotografías hechas por Eduardo ‘La rata’ Carvajal durante el rodaje, y se podrá apreciar el Story Board original que estuvo a cargo de Karen Lamassonne.
En palabras de José Urbano, crítico de cine, “películas como ‘Pura sangre’ (1982) de Ospina, en primer lugar, y después ‘Carne de tu carne’ (1983), de Carlos Mayolo, representan el salto a los largometrajes de la generación de Caliwood, a la que le había ido muy bien con los cortos y mediometrajes; habían hecho ‘Cali de película’ (1973), ‘¡Oiga vea!’ (1971) y su pequeña obra maestra que es ‘Agarrando pueblo’ (1978). Después de semejante éxito, todos esperábamos su gran película de largo aliento”.
Así mismo, para el escritor Sandro Romero Rey, quien se unió a la producción cuando tenía 21 años y escribió un diario al respecto, “más que una película de terror, ‘Pura sangre’ es el primer largometraje donde Luis Ospina consolida una posición de cine de autor. También fue la primera producida por Focine, inaugurando la década del ochenta y configurando al llamado Grupo de Cali. Al mismo tiempo, es heredera de muchos de los gustos y obsesiones de la literatura de Andrés Caicedo”.
De hecho, la película está dedicada al escritor de ‘¡Que viva la música!’ y fundador del Cine Club de Cali, precisamente donde conoció a Luis Ospina en 1971. Caicedo y Ospina, junto a Carlos Mayolo y Ramiro Arbeláez, fueron el grupo base de la mítica revista Ojo al Cine, una de las primeras publicaciones de crítica cinematográfica en Colombia, que circuló entre 1974 y 1975. Por lo tanto, aunque falleciera en 1977, la influencia de Andrés Caicedo fue fundamental para los cineastas caleños.
Entre el terror y el humor
La macabra trama de ‘Pura sangre’ tiene elementos de la cultura popular caleña y del Hollywood de la época, “a partir del llamado ‘Monstruo de los mangones’ que azotó a la ciudad en los años 70, asesinando niños y dejándolos abandonados en lotes baldíos. Y que nunca se supo quién era. Tomando la figura del multimillonario Howard Hughes que vivía encerrado y aislado del mundo, y con la historia de un aristócrata caleño que, decían, estaba necesitado de continuas transfusiones de sangre para poder vivir, así Ospina, junto al guionista Alberto Quiroga juntaron todas esas historias y construyeron una fábula de terror”, comenta Romero Rey.
Cabe destacar las actuaciones de Gilberto Forero, como el millonario caleño Roberto Hurtado, una curiosa mezcla de conde Drácula y viejo verde que, más que aterrar, resulta cómico. Algo similar sucede con el personaje de Perfecto, un fotógrafo homosexual y sádico asistente de los Hurtado, interpretado por Carlos Mayolo. Perfecto, junto a Ever (Humberto Arango), conductor de la familia; y Florencia (Florina Lemaitre), enfermera de don Roberto; se encargan de secuestrar jóvenes, violarlos y robarles su sangre, incluso, en su desespero final raptan niños en pleno 7 de diciembre, Día de las Velitas en Cali.
No obstante la crueldad de sus actos y la atmósfera perversa de Cali en ‘Pura sangre’, según José Urbano “la película se vendió como terror, pero a mí me parece que no asustó, lo que sí pasó, curiosamente, es que tiene unos momentos de comedia memorables”.
Quizá el momento más terrorífico es la persecución por el barrio San Antonio, cuando los secuestradores logran llevarse a un niño.
Por su parte, para Gerylee Polanco Uribe, productora y cineasta caleña de la nueva generación, “esta película representa una experiencia muy significativa en nuestra historia, porque en los años ochenta era muy poco el que se lograba producir desde las regiones. Fue todo un acontecimiento que daba un voto de confianza al Grupo de Cali y que inaugura en el cine lo que luego se conocería como el gótico tropical, que presenta historias de vampirismo y fantasmas”.