El martes, 4 de abril, falleció en Cali, Edward Javier Ordóñez, editor destacado en la ciudad, quien se desempeñaba como coordinador de publicaciones de la Universidad Santiago de Cali. Su amigo y colega, Juan Sebastián Rojas, director de Ediciones El Silencio, lo despide con estas palabras:
Creo que hubo tres cosas para las cuales Edward nació y por las que dio toda su vida. Nació para amar a los demás, nació para editar libros y nació para criar a su hija. El «amar a los demás» incluye sus risas, su mirada cuestionadora de filósofo y genio recochero. Testigo fui de todo ello cuando trabajé con él, como docente investigador en la Universidad Santiago de Cali, y para él como editor de Ediciones El Silencio. Y contra él como amigo en el fútbol.
Las tres experiencias fueron tan importantes que su vida fue demasiado corta para tanto. Se tuvo que apurar, el tiempo apremiaba. Incluso cuando supo de su enfermedad no perdió un minuto de su tiempo lamentándose, renunciando a luchar, a pesar del sufrimiento. Cuando le preguntaba: «¿Cómo vamos, tigre? ¿Cómo amanecemos?». Me respondía siempre con su amor por la vida. «Vamos que vamos con toda, paspi». Amar, pasa por amarse a sí mismo, creer en que se puede seguir adelante, y amar a los demás con la convicción de que nada está perdido si damos amor, y recibimos amor a cambio, como yo ahora que lo recuerdo con inmenso cariño y profunda admiración.
Edward fue para mí un hombre con las cualidades de los personajes más nobles y justos de Albert Camus, uno de sus autores preferidos que soñó con editar al español. Crear libros fue su dominio sobre el Valle del Cauca y más allá. Desde Editorial USC ejerció esta vocación con experticia, sabiduría y pasión ardiente. Él fue mi maestro, quien me indicó el camino que poco a poco he venido recorriendo. Me mostró que cada libro publicado es un nuevo comienzo penoso y feliz, donde el trabajo amoroso en equipo es la piedra angular.
Edward quería mucho a su equipo: me hablaba de Angie y de Juan Diego con gran orgullo, cuando coeditábamos diez publicaciones de literatura, artes y ciencias humanas, para la colección Voces Vallecaucanas.
Escribe Clarice Lispector: «El tiempo corre, el tiempo es corto: necesitamos apurarnos, pero al mismo tiempo vivir como si esta vida fuera eterna». Pienso que así vivió Edward Javier Ordoñez quien hoy descansa por la eternidad en muchos corazones. Todo mi sentimiento de solidaridad con su esposa, su hija, familia y equipo de la Editorial USC.