Un día del mes de octubre de 1982, hace 40 años, se hizo pública la decisión de la Academia Sueca de otorgar el Premio Nobel de Literatura a Gabriel García Márquez. Quizá la única huella escrita de la emoción que causó tal acontecimiento en un colombiano es el artículo que comenzó a escribir ese mismo día como reacción a la impactante noticia Fernando Cruz Kronfly titulado “La soledad del Nobel”. En cuanto a imágenes fijas y en movimiento nos quedan los videos que podemos ver hoy en YouTube y las fotos diversas del viaje del escritor a Suecia en ese diciembre de 1982, principalmente las de Nereo López -que hoy reposan en el archivo que lleva su nombre en la Biblioteca Nacional de Colombia- y las de Hernando Guerrero.
Puede ser vano, y quizá inútil, tratar de rememorar cómo ese Nobel nos tocó en ese momento a nosotros, paisanos y paisanas del homenajeado. Quizá sea más importante la reflexión sobre los antecedentes que hicieron posible ese acontecimiento y sobre cómo esa obra sigue marcándonos hoy. Es por eso que, conjuntamente con el colombiano Julián Vásquez Lopera, profesor de la Universidad de Estocolmo, hemos coeditado el libro ‘Gabriel García Márquez a 40 años del Nobel. Lecturas desde Suecia y Estocolmo’.
Este libro, que esperamos aparezca en diciembre del 2022, es publicado por el Programa Editorial de la Universidad del Valle, y contiene 24 artículos. La primera parte, titulada “García Márquez-Suecia”, ilumina varios aspectos de la distinción que le hace la Academia Sueca al colombiano y de la recepción del autor de ‘Cien años de soledad’ a lo largo de varias décadas en la cultura sueca. La segunda parte, titulada “En coordenadas garciamarquianas”, contiene análisis críticos inéditos sobre diversos aspectos de esta inmensa obra literaria.
Desde su portada, en donde la fotografía del chileno Patrico Salinas nos muestra al escritor colombiano en compañía de Artur Lundkvist, el único académico sueco que leía directamente en español y era viejo conocido del homenajeado, el libro nos traslada a lo que fue ese diciembre de 1982 en Estocolmo. La semblanza que hace de este poeta y académico sueco el boliviano Javier Claure Covarrubias da cuenta de cómo, desde los años cuarenta, sucedía en los escritores del país nórdico el interés por la literatura latinoamericana; además, este libro contiene la traducción de dos tempranas notas de lectura de Lundkvist sobre ‘Cien años de soledad’ y ‘El otoño del patriarca’, publicadas en la prensa sueca. También podemos leer en este libro la traducción de notas de lectura de ‘El amor en los tiempos del cólera’ y ‘Doce cuentos peregrinos’ del también escritor sueco Anders Cullhed. Muy ilustrativo de las relaciones que durante mucho tiempo mantuvo García Márquez con Suecia es el artículo del político y diplomático Pierre Schori escrito para este libro; en él el autor narra sus relaciones con América Latina y las circunstancias en que conoció al aracatero; de especial interés es la descripción de las también tempranas relaciones entre el colombiano y el dos veces primer ministro Sueco Olaf Palme. De la Profesora Inger Enkevist podemos leer un polémico análisis del discurso de recepción del Nobel de García Márquez; del mismo discurso Michael Palencia Roth hace una lectura que pone de relieve la ars poetica que en él se pone de manifiesto; de Lina Wolff, traductora de la segunda versión al sueco de ‘Cien años de soledad’, una reflexión –a mitad de camino entre la auto-ficción y la teoría de la traducción– sobre los tormentos que le hace vivir a quien traduce una palabra intraducible y, de Lasse Söderberg, un testimonio muy personal de las exequias en México del escritor colombiano en 2014. Los colombianos Martha Bojassen, María Denis Esquivel y Julián Vásquez Lopera, instalados en Suecia desde hace largo tiempo, son autores de textos que tratan de los objetos personales de García Márquez que reposan en el Museo del Nobel, la memoria que dejó la delegación artística colombiana que acompañó al colombiano a recibir el Nobel y de las diversas recepciones y percepciones que en la cultura sueca dejó el escritor colombiano.
La segunda parte contiene análisis de académicos colombianos escritos para este libro sobre diversos aspectos de esta obra literaria. Sobre las películas ‘Presagio’ y ‘Crónica de una muerte anunciada’, Carlos G. van der Linde y Adolfo Cardona Guevara escriben sendos artículos que analizan aspectos de su adaptación desde los textos literarios originales; también sobre esta obra Nadia Celis Salgado examina los interesantes contrastes entre la crónica-novela que sobre hechos sucedidos hace tiempo hace la ficción del escritor y la documentación sobre estos mismos hechos que se halla en los archivos de García Márquez que reposan en la Universidad de Austin. Carmiña Navia Velasco escribe sobre el tenor crítico-reflexivo de la prosa discursiva de Gabo mientras que Hernán Toro se concentra en la importancia que en la vida y obra del escritor tuvo la música. Los artículos de Ángela García y Elizabeth Montes Garcés analizan en particular los cuentos “Ojos de perro azul” y “Sólo viene a hablar por teléfono”. Eric Rodríguez Woroniuk y Juan Moreno Blanco focalizan los temas de lo sublime y el fatum en la literatura de García Márquez mientras que la profesora de secundaria Esther Salazar Montiel expone una interesante experiencia de la enseñanza de los cuentos de García Márquez.
Como preámbulo, este libro republica el artículo que el escritor vallecaucano y profesor de la Universidad del Valle Fernando Cruz Kronfly comenzara a escribir el día en que se hizo público el otorgamiento del Nobel a García Márquez. Hay que agregar que las páginas de este volumen conmemorativo son ilustradas con algunas fotos que Nereo López le tomó al escritor en Bogotá y Estocolmo y otras del fotógrafo Hernando Guerrero en la misma ciudad sueca. Es decir que con esta publicación de la Universidad del Valle las viejas generaciones pueden recordar y actualizar la importancia de este Nobel y las nuevas tomar conciencia del significado sin par de García Márquez en la cultura colombiana y mundial.