Sueños atemorizantes, -por lo general durante el sueño REM (rapid eyes moviments),- o sueños de movimientos, -cuarta fase del sueño profundo-, por lo regular son normales. Son más frecuentes en niños menores de 10 años, pero pueden también afectar adolescentes y adultos.
En los niños es una etapa normal del proceso de desarrollo. Las causas incluyen películas y libros de miedo, experiencias individuales, efectos secundarios de medicamentos, un medicamento nuevo que empieza a tomar, abstinencia alcohólica de una manera abrupta, ingerir demasiado alcohol antes de dormir, comer y beber copiosamente, consumir psicofármacos, trastornos depresivos, ansiedad grave, trastornos del sueño, fiebre, obesidad, insuficiencia cardíaca, apnea del sueño, cuando nos acostamos con miedo y hemos tenido emociones intensas, escuchar relatos de muerte, enfermedades , conflictos personales.
Las pesadillas se vuelven anormales cuando afectan la calidad de vida. Siempre hay que consultar al psiquiatra. Existen muchos mitos. En la literatura científica existen casos de personas que han descubierto eventos importantes durante el sueño. Sin embargo, no ha podido ser explicado por los científicos.
Los temas más frecuentes de las pesadillas son que nos persiguen, nos atacan, nos caemos, sentimos que nos ahogamos, la muerte aparece detrás de nosotros. En fin, son múltiples eventos que desencadenan las temibles pesadillas. Lo más cierto es que si nos despertamos se acaba la pesadilla. Si tenemos pareja lo mejor es que nos despierte. Por lo regular en las pesadillas gritamos, nos movemos bruscamente.
Recuerdo que cuando era niño, mi abuela nos contaba cuentos de monstruos, duendes, brujas, muertos vivientes que aparecían en la noche. Luego buscábamos compañía para poder conciliar el sueño. Nos aguantábamos las ganas de orinar, los mosquitos.
He tenido pesadillas traumáticas. Me he defendido a patadas y puño limpio. Eso me cuentan las personas que han dormido conmigo. Había días en que me levantaba pensando que iba para el colegio. Al momento caía en la cuenta de que solo era una pesadilla y ya estaba graduado de médico. Eso me producía angustia.
En la Literatura, innumerables escritores se han referido en sus obras a las pesadillas. Los más conocidos son Edgar Allan Poe, Stephen King, H.P. Lovecraft, Mary Shelley y Charlotte Brontë. Todos del siglo XIX.
Pero el más reciente de ellos fue Gabriel García Márquez, quien se refirió en algunas de sus obras a los sueños y pesadillas. Gabo relató en entrevistas que de niño vivía en Aracataca, en una casa grande rodeado de los abuelos y tías, agüereas. Muchas de sus pesadillas tendrían tanto protagonismo, que definieron el destino de muchos de sus personajes más memorables. Uno de estos relatos está en el cuento ‘Los Funerales de la mamá grande’.
Otro de ellos fue Julio Cortázar quien escribió el cuento ‘Casa tomada’ después de haber experimentado una pesadilla.
Incluso, Stephen King escribió ‘El Resplandor’, llevada al cine con gran éxito, después de experimentar una pesadilla en el Hotel Stanley, en Boulder, Colorado.
En el argot popular la gente se refiere como “una pesadilla” a problemas en el hogar, en el trabajo, en las relaciones personales, diciendo “esto se me convirtió en una pesadilla” refiriéndose a un problema muy complicado. O “esa persona o personas son una pesadilla”.
Los especialistas en esta clase de estudios de salud mental como el Doctor Neil Greemberg del King’s Collegue de Londres enfatizó que no todas las pesadillas son indicativos de problemas de salud mental.
Hay que tener en cuenta que la gente no debe mirar solo las pesadillas, sino otros síntomas que se añaden y contribuyen a un verdadero problema de salud mental, como el cambio de estilo de vida, cambios en la dieta, uso de nuevos medicamentos, estrés, traumas psicológicos, que pueden provocar un aumento en los sueños desagradables, problemas respiratorios como el asma, apnea del sueño, que están íntimamente relacionados con los trastornos del sueño, cambios que el cuerpo no está acostumbrado y tampoco el cerebro.
Mientras duermes tu cerebro los deja salir en forma de sueños y muchas veces como pesadillas. Así que sigue soñando que soñar no cuesta nada y a veces los sueños se convierten en realidad.