Hacía parte de una de las familias aristocráticas del país. Hija del escritor y periodista Eduardo Caballero Calderón, y de la también periodista Isabel Holguín Dávila. Creció junto a sus hermanos María del Carmen, Luis (pintor) y Antonio Caballero Holguín (periodista y escritor), además de ser esposa del cineasta Carlos Mayolo.

Era Beatriz Caballero, escritora y divulgadora cultural bogotana que falleció durante las últimas horas a la edad de 76 años, tras una vida dedicada a la escritura, pero también a exaltas y dar a conocer la obra de su familia y de quien fuera su cónyuge. Por el momento se desconoce las causas de su muerte.

Una de las personalidades del país que dio a conocer la noticia fue el exministro de Cultura, Juan David Correa, quien le dedicó unas palabras por su trayectoria.

“Beatriz Caballero era entusiasta, comprometida, creativa y una mujer que trabajaba día y noche en sus títeres, sus libros y las obras de quienes la precedieron, que cuidó con amor, como otra gran obra. Un abrazo a @1sabelCaballero y a sus amigos y familiares. Mis condolencias”, escribió el exalto funcionario del Gobierno Petro a través de su cuenta de X (antiguo Twitter).

Del mismo modo, la cartera que Correa dirigió hasta hace una semana expresó que “Desde MinCulturas lamentamos profundamente la muerte de Beatriz Caballero Holguín, destacada escritora, guionista y titiritera colombiana. Su invaluable contribución a la cultura, las artes en Colombia y a la creación artística perdurará en nuestra memoria. Extendemos nuestras condolencias a sus familiares y amigos”.

Tres años después de su nacimiento su familia se trasladó a Tipacoque (Boyacá), para buscar nuevas fuentes de ingresos, ya que la familia atravesaba dificultades económicas, pero en 1953 los Caballero salieron exiliados de Colombia, rumbo a España, a raíz del golpe de Estado que puso a Gustavo Rojas Pinilla en el poder.

Beatriz Caballero era hermana del difunto periodista Antonio Caballero. | Foto: El País

Fue en la ciudad de Madrid donde comenzó a acercarse al arte de los títeres, con un regreso al país en 1957, con la renuncia de Rojas al poder, pero no durarían mucho tiempo en Colombia; en 1962 la familia se instaló en París, ya que el padre fue nombrado embajador ante la Unesco, y un año más tarde Beatriz sería enviada a Londres para terminar sus estudios en un internado, haciendo énfasis en la literatura francesa y española, lo que sería determinante para su vida artística.

Posteriores estudios en París y la Universidad de Los Andes en Colombia, también asistía a talleres de poesía con su pariente Andrés Holguín, y dirigía el Teatro del Parque Nacional gracias al Instituto Colombiano de Cultura Colcultura.

Como escritora de narraciones para niños y jóvenes, editó junto a su padre ‘Cuentos pequeñitos’ (1979), y publicó ‘El secreto del bolsillo’ (1978), ‘Un sol solo entre solólogos’ (1978), ‘La aventura de la expedición botánica: Cátedra Mutis’ (1983), ‘Cristóbal Colón: Valiente, terco y soñador’ (1984), ‘Un Bolivar para colorear’ (1985), ‘¡Pégale duro Joey!’ (1990) ilustrado por Ernesto Díaz y en el cual presenta la historia de un niño y una boa que viajan a la ciudad, subsisten de la lucha libre, pero desean regresar a la selva.

*Con información de Colprensa y redacción de El País