El mundo de la cultura está de luto tras el fallecimiento del prolífico escritor Paul Auster, conocido por obras como ‘La trilogía de Nueva York’. El estadounidense falleció a sus 77 años por complicaciones de un cáncer de pulmón.
Como si le estuviese haciendo un homenaje a su recordada frase: “Estoy buscando un sitio tranquilo para morir. Alguien me recomendó Brooklyn…”, de la novela Brooklyn Follies, el autor murió en su casa de esta ciudad, donde estuvo acompañado por sus familiares, entre ellos su esposa, la también escritora, Siri Hustvedt, y su hija Sophie.
La noticia se confirmó por medio de un comunicado enviado a la AFP, por parte de Jacki Lyden amiga de la hija del escritor.
De ojos pronunciados y expresivos, Auster adquirió estatus de culto en los 1980 y 1990 gracias a la renombrada ‘La trilogía de Nueva York’ o su película ‘Smoke’. Entre sus galardones destacan el de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Conocido por su pluma intelectual, llegó al público de todo el mundo, de ahí que sus libros fueran traducidos a más de 40 idiomas y sea común encontrarlos en las librerías del mundo.
En marzo de 2023, Hustvedt anunció que su esposo había sido diagnosticado con un cáncer, y pocos meses después, en una publicación de Instagram, la escritora reconoció que la enfermedad no “daba tregua”.
“El paciente, y yo a su lado, hemos viajado por esta carretera, hemos tenido retrasos y hemos rodado en círculos. Aún no hemos llegado al cartel que indica el final del camino: Usted está saliendo de Cancerlandia”, escribió en un post donde se veía una foto de cuando eran jóvenes.
Quién era Paul Auster
Auster creció en Newark, Nueva Jersey, y era hijo de inmigrantes judíos-polacos, en su juventud se mudó a Nueva York para estudiar en la Universidad de Columbia. Después de graduarse estuvo por cuatro años en Francia, donde vivió de hacer traducciones mientras perfeccionaba su oficio como escritor.
En la década de 1970 se casó con la también escritora y cuentista estadounidense Lydia Davis, con quien tuvo a Daniel. Sin embargo, su matrimonio fue corto, y cuatro años más tarde se divorciaron. “Me había topado contra un muro en mi trabajo. Estaba bloqueado y me sentía miserable, mi matrimonio se estaba desmoronando, no tenía dinero. Estaba acabado”, dijo a The New York Times en 1992.
Pero en 1979, tras la repentina muerte de su padre, puedo dedicarse a la escritura, ya que este le dejo una gran herencia. Auster publicó en 1982 ‘La invención de la soledad’, una reflexión sobre las relaciones padre-hijo, un tema bastante común en sus obras.
El libro fue un éxito entre los críticos y disparó la carrera de Auster. El mismo año se casó con Hustvedt, y ambos se convirtieron en una de las parejas de intelectuales más famosas de Nueva York.