París es sinónimo de historia, arte, cultura y moda, y todo esto quedó representado en la inauguración de los Juegos Olímpicos 2024, que cautivaron al mundo entero.
Desde los uniformes de gala de algunas delegaciones, pasando por un recorrido histórico por la Ciudad de la Luz, con referencias al robo de la Mona Lisa en 1911 (que incluso estuvo representada en un video animado de los minions), a la Revolución Francesa, un homenaje a inventos como el videoproyector de los Hermanos Lumière, y un guiño de lo la literatura, herencia que le ha dejado al mundo este país.
Todo esto acompañado de presentaciones culturales en una fusión de la Francia clásica y la moderna, con puestas en icónicas como la Troupe de Mademoiselle Eglantine, un homenaje a la libertad femenina, la de las lavanderas de finales del siglo XIX, quienes alzaron la voz contra el machismo; o como el toque histórico de metal en la Conciergerie, primera prisión de París y escenario gótico perfecto para hacerle un homenaje María Antonieta y a su trágica muerte; presentaciones deportivas, en medio del Río Sena, de deportes modernos como el freestile que este año debutarán en este certamen (mientras sonaba L’amour est un oiseau rebelle). Un guiño a los refugiados con la presentación de Aya Nakamura, junto a una banda marcial y el retorno de celebridades a los escenarios como Celine Dion, quien dio una presentación sin precedentes sobre la Torre Eiffel, cantando ‘L’hymne à l’amour’, de Edith Piaf.
Una presentación histórica, siendo la tercera vez que París es la sede de estos encuentros deportivos (1900 y 1924) y la primera vez que se celebró una inauguración de estos juegos fuera de un estadio, que finalizó con el encendido de la Antorcha Olímpica, con la que se evocó al primer globo aerostático, inventado por el francés Joseph y Étienne Montgolfier.
Una de las grandes sorpresas fue la interpretación de Lady Gaga de una versión burlesca del clásico francés Mon Truc En Plume, mientras los cuadros del Louvre se tomaron un descanso para ver por las ventanas el momento histórico de su ciudad, con un clásico de las composiciones francesas de fondo, Dance Macabre, (un poema sinfónico compuesto en 1874 por Camille Saint-Saëns, inspirándose en un poema de Henri Cazalis)
Para asistir a la cita deportiva en la Ciudad Luz, algunas delegaciones atendieron el consejo de llevar un outfit acorde con la ocasión, la de Mongolia cautivó al público internacional con sus trajes tradicionales. Haití presentó otro de los más impactantes, una falda campana con los colores de la bandera y una clásica chaqueta de jean. Outfit que lucieron durante los 6 kilómetros de recorrido por el Ríos Sena, el cual estuvo decorado con rostros de importantes obras como el Retrato de Madelane y El tahúr del as de diamantes.
El equipo de República Checa le apostó a un homenaje a sus artistas, de ahí que los deportistas llevaran una gabardina adornada con un patrón Rorschach de tinta azul en referencia al trabajo del artista gráfico local Vladimír Boudník, las referencias musicales, por su puesto que no podían faltar, por eso en pleno puente de las artes, por unos minutos el piano se tomó el protagonismo para cautivar al público.
La moda y estilo no faltaron y los diseñadores más jóvenes dieron a conocer con una pasarela incluyente, donde vibraron los colores y los cortes. Mientras que los amantes de la moda más famosos como Moët Hennessy-Louis Vuitton, se encargaron de vestir a las celebridades; por su parte, París les rindió un homenaje al ser una de las marcas más reconocidas y exclusivas de la historia de la moda.
La llama de Olimpia llegó a París para dar inicio al certamen deportivo, al que Colombia llegó con 88 atletas en 19 deportes; 5250 son mujeres, y por primera vez, esta cifra es equivalente a la masculina. Vale decir que Colombia paga a los medallistas de oro 240 salarios mínimos.