Con tan solo 24 años Yolanda Ruiz entrevistó al hombre más buscado de la década de los 80 y principios de los 90: Pablo Escobar. Fue en una especie de azar que logró entrevistarlo después de haber estado indagando sobre quién podía ayudarla con información sobre la guerra de los carteles que por esos años azotaba y bañaba de sangre al país.
En esa búsqueda dio con el abogado del líder del Cartel de Medellín, quien le concretó una llamada con él. El primer encuentro fue telefónico, muy corto y atravesado por el nerviosismo y miedo de Ruiz. Semanas después de esa llamada entrevistó al capo en una de sus propiedades rodeada de hombres armados valiéndose solo de su libreta y grabadora.
Este es solo uno de los episodios que narra Ruiz, quien es actualmente la directora de noticias de RCN Radio, en su libro ‘En el filo de la navaja.
Lea también: "Mis fotografías no están hechas para odiar": Jesús Abad Colorado sobre 'El Testigo'
Historia, secretos y decisiones humanas detrás de las noticias’, que lanzó hace unos meses y que presentará en la Feria del Libro del Cali este viernes 11 de octubre. Allí dialogará con el director de información de El País, Diego Martínez Lloreda.
Así habló Yolanda:
¿Cómo nace la idea de escribir ‘En el filo de la navaja’?
Escribir ha sido una ilusión desde siempre. De hecho yo estudié periodismo porque tenía el ánimo de ser escritora. Empecé a concebir el libro hace unos 10 años cuando entendí que los episodios que nos corresponden vivir a los periodistas son muy apasionantes e interesantes porque muchos de ellos hacen parte de la historia. Y luego también pensé que había un montón de detalles que no se conocen de lo que pasa detrás de las noticias, lo que el público ve es una pequeña parte porque detrás hay mucho esfuerzo, problemas y dilemas. Inicialmente pensé que iba a ser algo como contar episodios que me habían dejado lecciones personales y profesionales, pero luego llegué a la conclusión de que era interesante contar los episodios, pero sobre todo la reflexión y el dilema que representó desde el punto de vista humano y ético.
Usted fue la primera mujer en dirigir dos de los sistemas informativos más importantes del país, como lo son Caracol Radio y ahora RCN Radio, ¿qué ha significado eso para usted en momentos en los que el oficio aún sigue siendo
bastante machista?
Mi respuesta sobre el tema de si hay o no machismo en los medios ha ido cambiando con el tiempo. Como era reportera trabajaba en los mismos términos que mis compañeros, era un trabajo hombro a hombro. De hecho yo creo que los medios de comunicación fueron los que más se abrieron a la llegada de las mujeres y en donde rápidamente comenzamos a escalar posiciones de poder. Dicho esto, en mis cargos de dirección sí he sentido un poco más la discriminación. He descubierto que no se asume de la misma manera que con un hombre cuando una mujer toma decisiones y tiene voz. La inequidad salarial es muy evidente en los cargos directivos.
¿Cómo fue comenzar a ejercer el periodismo en la convulsa década de los 80?
Fue muy duro y crudo y al mismo tiempo muy apasionante. Es una mezcla un poco extraña. Yo me gradué en 1985 y esa primera etapa de cubrimiento informativo fue una de las épocas más duras que le ha tocado vivir al país. Fue una época muy dolorosa. Llevo 34 años haciendo periodismo y desde entonces vengo hablando de muertos, de dolor, haciendo esfuerzos por mover la agenda para mirar otras cosas que se nos quedaron en el tintero mientras estábamos mirando la guerra. Ha sido un permanente aprendizaje y un reto.
La periodista y directora de RCN Radio presentará su libro este viernes a las 6:00 p.m., en diálogo con Diego Martínez Lloreda, en el Bulevar del Río, en la Feria del Libro de Cali.
Con tan solo 24 años entrevistó a Pablo Escobar. ¿Cómo fue entrevistar al hombre más buscado de Colombia en esa época?
Fue una historia que no busqué. Es decir, me llegó simplemente. Estaba buscando información sobre la guerra de los carteles y estaba buscando a alguien que me hablara del tema, pero nunca me había imaginé que pudiera conseguir la entrevista ni más ni menos que con Pablo Escobar. Cuando me dijeron que me lo iban a poner en el teléfono sentí miedo. Pero ante todo yo tenía 24 años. Tenía ganas de ser una gran periodista, de tener chivas. Él estaba con sus escoltas armados, su abogado, y yo estaba únicamente con mi grabadora. Después he tenido reflexiones sobre entrevistar hombres armados, pero en su momento no las tuve porque dije simplemente: hay una chiva y voy a buscarla. Escucho hoy en día la entrevista y pienso que no es una mala entrevista, pero tampoco es una gran entrevista y me sorprende siempre cómo una entrevista de hace más de 30 años, toca temas que siguen estando vigentes en nuestro país.
Usted ha dicho que tiene un pendiente con las palabras. ¿Cree que esa deuda se saldó con este libro?
Sí. Creo que saldé un poco mi deuda con las palabra porque escribir era una necesidad del alma desde que tengo memoria, o mejor, desde que descubrí que un libro es un universo. Empecéa leer a los 10 años y entendí que meterse en las páginas de un libro es meterse de verdad en otros universos, vidas y realidades.
¿Ha pensado en incursionar en el género literario?
Si, precisamente en eso estoy. Mi segundo proyecto espero que sea uno literario. No es sencillo ni fácil. Menos con el trabajo que se tiene porque no es muy difícil sacar el tiempo. Es una historia basada en unas mujeres que merecen un reconocimiento. Veremos si sale, pero esa es la idea. Es otro sueño. Vamos a ver si lo logro cumplir.
¿Ha pensado en renunciar al oficio periodístico?
Renunciar a ser periodista no. Yo creo que lo seré hasta el final de mis días. Pero sí he pensado mucho en encontrar otras maneras de ejercer el oficio de manera más sencilla, menos fatigante y estresante. En un tiempo que espero sea corto sí quiero hacer un trabajo distinto.
¿Cómo fue la curaduría de los episodios que incluyó en el libro?
Escogí aquellos que tuvieron un impacto muy fuerte desde los personal y que hubieran significado una reflexión o un dilema ético y de retos humanos. Hice una lista muy larga y luego en el camino se fueron quedando algunos.
En los últimos años ha habido despidos masivos en varios medios de comunicación nacionales. ¿Cree que el periodismo colombiano está en crisis?
Yo creo que el periodismo y la sociedad está en crisis, la democracia misma está viviendo un momento difícil. Estoy convencida que hoy más que nunca se necesita buen periodismo para ayudar a entender y a decantar la realidad.
¿Cómo cree que el periodismo nacional ha cubierto el conflicto interno, hemos estado a la altura ética e histórica?
En el libro yo planteo que nos debemos una reflexión seria sobre la manera en la que hemos cubierto el conflicto y las búsquedas de la paz. Yo digo en el libro que la guerra se cubrió como un show y eso es un problema. También creo que las búsquedas de la paz han polarizado al país y a veces cuando comenzamos a hacer periodismo militante perdemos el horizonte.