En Pance, como más se le conoce a la sede deportiva del Deportivo Cali, no hay la alegría de otros diciembres, ni la romería de periodistas, y mucho menos la rigurosidad de jugadores alistando un partido crucial de finales.

Ni este diciembre, ni los dos anteriores se ha vivido eso por una sencilla razón: al equipo no le alcanzó el fútbol para pelear títulos.

El Pance de este diciembre es más tranquilo; los empleados hacen su trabajo en las diferentes oficinas, y en la cancha un reducido grupo de jugadores, en su mayoría canteranos, se entrena normalmente bajo las órdenes del técnico Alfredo Arias.

Fredy Montero, delantero del Deportivo Cali | Foto: Colprensa

Después de cada práctica que termina a las 10:00 a.m., hay un refrigerio y un espacio para las charlas y bromas, mientras de un parlante sale un poco de música para hacer más llevadero el ambiente.

Arias, que divide su tiempo entre los entrenamientos y la evaluación minuciosa de los refuerzos que quiere, sacó un rato para hablar con El País sobre lo que precisamente espera del equipo para el 2025.

“Yo creo que esta es la última entrevista que doy, porque ya he hablado mucho y en algunas partes ponen títulos o frases con cosas que yo no dije o no es como lo hacen ver”, dice de entrada, antes de sentarse en una silla blanca, ataviado de gorra, chaqueta y un balón con el que se entretiene mientras habla.

Un Cali con riesgo de descenso, jugando mal, con problemas económicos... ¿dudó en volver?

Yo le podría decir que no lo pensé dos veces y que como quiero al Cali y a la gente, inmediatamente vine; pero no es verdad, lo pensé tres y cuatro veces; gente cercana me dijo que no era el momento para volver. Pero pudieron otras cosas, fundamentalmente la pasión que tengo por trabajar y por querer dirigir un equipo. Tuve también llamadas de gente que me cuidó cuando estuve la primera vez en el Cali, todo hizo que me decidiera a venir y al otro día estaba ilusionado y esperanzado en que las cosas salieran. Ahora viene el trabajo de rearmar un equipo y lo difícil que significa eso. Acá prácticamente se está yendo un plantel, así que toca trabajar muy duro.

Alfredo Arias, entrenador del Deportivo Cali, espera conformar una buena plantilla para el 2025. | Foto: El País

¿Qué diagnóstico hizo de este Cali al que no le alcanzó el fútbol?

Yo apenas estuve cinco partidos, no soy el que puede dar una respuesta justa; vine a tratar de ayudar desde el lugar que me tocaba, desde arriba; se logró ese objetivo, pero ahora viene realmente nuestro trabajo. Mirar para atrás... solo vi algunos partidos y tengo alguna idea de lo que pudo haber pasado, y después jugamos nuestros propios partidos.

¿Y qué cree que pudo haber pasado?

El fútbol no es solo lo que se ve dentro de la cancha; hubo muchos factores externos que seguramente no contribuyeron al buen desempeño de los jugadores. De repente esos jugadores en otro lugar y en otro contexto, a lo mejor les va bien. Yo recuerdo que escuchaba que los hinchas estaban felices por el equipo que se estaba armando; pero esa nómina sufrió muchos percances que no ayudaron. Yo los tuve en los cinco partidos, conviví con ellos, y puedo decir que son excelentes profesionales y personas, pero no les dio para demostrar lo que yo quería. Pesó la decisión de dejarlos ir a muchos, con la idea de renovar ilusiones y esperanza tanto para ellos como para el Cali.

¿La presión por el tema del descenso influyó negativamente?

Esa fue una más. Pero yo no estuve antes porque lo mío es presente y futuro. Sin embargo, el rendimiento se mide a través de los resultados, y los resultados no fueron buenos. Por eso queremos renovar la ilusión y mirar hacia adelante para que el Cali pueda pelear otros objetivos.

¿Cuando llega qué encontró?

El jugador siempre se repone porque está acostumbrado a esta situación; lo que encontré fue un ánimo abajo porque se acababa de perder el clásico por Copa; pero solo hubo qué recordarles quiénes eran y qué se estaban jugando, después jugaron dos muy buenos partidos frente a Bucaramanga y América, y eso permitió que saliéramos de la situación.

Este equipo se armó con jugadores libres por el tema económico. ¿Cómo rearmar el equipo cuando siguen las afugias económicas?

Esa situación no cambió, va a mantenerse y solo lo saben los financieros y directivos del club; acá hay que hacer mucho uso del ingenio y de buscar no lo fácil, que es lo que aprueba todo el mundo; Cali hoy no está en condiciones de competir con otros equipos, pero hay que ser ingeniosos, si no podemos traer algunos jugadores, podemos mirar otros. El club sabe las posiciones que necesitamos reforzar, pero lo que quiero acá es hambre de gloria, que los que vengan tengan hambre de gloria para aprovechar eso.

Salen hasta ahora 11 jugadores, ¿algún nombre lo puso a pensar como para dejarlo en el equipo?

Todos me hicieron repensar, pero mi análisis objetivo es que ellos no pudieron desarrollar acá sus buenas capacidades; reconociendo que merecían estar acá, mi decisión pasa porque se renueve la ilusión y que los que vengan lleguen con esperanzas nuevas.

El fracaso en el 2024 golpeó mucho a los aficionados del Deportivo Cali. | Foto:

Sorprendió lo de Montero, quien quiso venir en un momento duro...

Fue una decisión técnica y es el mismo análisis que hice con Mejía, con Andrade y con otros muchachos; para mi no tiene ninguna diferencia. El sentimiento que una persona tenga hacia el club o que la hinchada tenga hacia esa persona, en mi análisis no puede influir porque me tocaría tener acá a 500 jugadores que le dieron campeonatos y gloria al Cali; y no pueden estar porque el tiempo pasa y la vida continúa. Fue un análisis de lo que quiero ver de mi equipo.

Con base en eso, ¿qué Deportivo Cali quiere en el 2025?

Un Cali que gane porque el triunfo muchas veces oculta defectos; pero soy un convencido de que elegir entrenar de una manera y jugar de esa manera, le da a uno más posibilidades de ganar. Quiero un equipo que ataque más que el rival, que tenga más la pelota, que cree más chances de gol que el rival. Y cuando no se pueda hacer eso porque el rival no lo permita, quiero un equipo que no se rinda en la cancha.

¿Es optimista?

Lo primero que tenemos que saber es en qué estamos parados; las cuatro patas de la silla son los jugadores que lleguen, los dirigentes, el cuerpo técnico y la hinchada; hay que saber en qué mesa nos sentamos y qué hacen las patas que sostienen la mesa, saber qué ponemos encima de la mesa. El objetivo del Cali ahora es estar entre los ocho. El que diga que es salir campeón se está saltando el entrar primero a los ocho.