En una casa del barrio Polvorines de Cali se vivió con mucha expectativa, pero también con mucho drama, la pelea del vallecaucano Óscar Rivas por el título mundial del peso Bridger.
Allí residen familiares del nuevo campeón del mundo. Hermanos, tíos, sobrinos y vecinos estuvieron expectantes durante los 12 rounds que duró el combate.
Mientras tanto fuera de la casa se vivía otra situación. Doña Carmen, la madre de Rivas, no fue capaz se sentarse al frente del televisor y con mucho nerviosismo prefirió caminar sola por los alrededores de su residencia, a la espera de que le dieran la buena noticia.
Al final del combate, doña Carmen escuchó la algarabía que había en su casa y desde ese momento supo que su hijo era nuevo campeón mundial de boxeo.
Hubo abrazos y muchas lágrimas, pero también mucho agradecimiento a Dios por haber acompañado a Óscar Rivas en una pelea decisiva para su carrera.