Tras el monumental susto que pasó en la víspera el tenista serbio Novak Djokovic, el español Carlos Alcaraz también tuvo que arremangarse este sábado para sacar el boleto a los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, al que aspiran el argentino Sebastián Báez y el chileno Nicolás Jarry, quienes siguen con vida.
Alcaraz, primer sembrado en el torneo que se disputa en Nueva York, necesitó de tres horas y 11 minutos para superar a Evans, el número 28 del ranking de la ATP, con parciales de 6-2, 6-3, 4-6 y 6-3 sobre la pista central de Nueva York.
“Es un oponente complicado, siempre quiere ir a la red, da buenos golpes, ese es también mi juego”, reconoció el español en la pista. “Cuando jugamos entre nosotros siempre es un show en la pista y la gente lo adora”, puntualizó el joven de 20 años.
El español entrará en la segunda semana del Grand Slam con algo menos de desgaste en las piernas que su gran rival, Novak Djokovic, quien el viernes necesitó de una épica remontada de dos sets bien entrada la madrugada de Nueva York.
El mejor tenista del mundo ya tiene rival para los octavos de final
A sus escasos 20 años, Alcaraz jugará su tercer cruce de octavos de su Grand Slam fetiche con la meta de ser el primer campeón en revalidar el título desde su ídolo Roger Federer, en 2008.
“Me encantaría ser parte de la historia de este torneo junto a Roger defendiendo el trofeo. Este es mi gran objetivo ahora”, subrayó.
Pasada esa etapa llegaría la hora de pesos pesados como el italiano Jannik Sinner y el ruso Daniil Medvedev, que este sábado buscan sus pases ante el veterano Stan Wawrinka y el argentino Sebastián Báez, respectivamente.
Báez y Nicolás Jarry, los únicos Latinoamericanos con vida en el Abierto de Estados Unidos
Báez es uno de los dos últimos tenistas latinoamericanos que siguen en lista en el US Open, junto al tenista chileno Nicolás Jarry.
El argentino, número 32 del ránking de la ATP, tratará de explotar su espectacular momento de forma para salir airoso de un temible duelo frente a Medvedev, ex número uno mundial y campeón de este torneo en 2021.
Esa racha le brindó los títulos de los torneos Kitzbühel en Austria el pasado mes de julio, y de Winston-Salem la semana pasada.
Por su parte Nicolás Jarry, el número 25 mundial, también tiene un cruce espinoso ante el australiano Álex de Miñaur, el número 13 del planeta, otro de los tenistas más en forma del circuito mundial.
De Miñaur, de padre uruguayo y madre española, viene de llegar este mes a la final del Masters 1000 de Toronto y aspira a dar su primer gran golpe en un gran escenario.
Jarry también ambiciona presentarse por segunda vez en unos octavos de Grand Slam, después de Roland Garros, en el mejor año de su carrera, en el que cosechó los títulos de Santiago y Ginebra.