A Óscar Rivas por fin se le dio el sueño de ganar un título mundial de boxeo. El vallecaucano lo venía buscando desde hacía años, incluso con una decisión polémica en la chance que tuvo en el 2019 ante el británico Dylan Whyte.
Pero no bajó los brazos. Por el contrario, 'Kaboom', como se le conoce al corpulento pegador colombiano, se 'mudó' casi de tiempo completo al gimnasio, a la espera de una nueva oportunidad.
Y esta le llegó como caída del cielo con la nueva división creada por el Consejo Mundial de Boxeo, la Bridger o Puente. Su rival: el canadiense Ryan Rozicki.
Rivas saltó al tinglado del Olympia Theatre de Montreal con la convicción de no dejar pasar la gran oportunidad de su vida. En el primer round estuvo cerca de ganar por nocaut, pero la campana salvó al canadiense.
Luego vinieron otros once episodios de toma y dame en el que el colombiano hizo la diferencia, castigando con contundente a su rival y alcanzando el cinturón de la categoría Bridger, siendo el primer latinoamericano en lograrlo.
Minutos después de la pelea, Rivas tuvo un primer contacto con El País. “Mi hermano, estoy ahora enredado con las pruebas antidoping y exámenes médicos, pero si me llamas mañana hablamos porque esto es de todo mi Valle del Cauca”, dijo el 'champion' desde Montreal.
La cita la cumplió pese a las numerosas llamadas que ha recibido y los compromisos que ya le empiezan a quitar tiempo.
“Qué te puedo decir, estoy muy feliz porque esto lo venía buscando desde hacía años, que me reconocieran; he tenido muchas lesiones y altibajos en mi carrera, y me llega esta gran bendición de ser el primer boxeador colombiano en ganar el título del mundo en esta categoría”, dijo Rivas.
¿Qué fue lo primero que pasó por su cabeza cuando le levantaron el brazo como campeón mundial?
Muchas cosas, felicidad absoluta y el sueño cumplido porque eran muchos años queriendo ser reconocido en el mundo del boxeo. Cuando inicié en este deporte siempre soñaba con llegar a lo más alto y gracias a Dios se me ha dado. También pensé mucho en mi mamá y en toda mi familia que desde Cali me estaban apoyando.
¿Qué habló antes de la pelea con doña Carmen, su madre?
Lo único que le dije fue que se relajara y que me mandara fuerzas y bendiciones; sabía que estaba lejos, pero muy cerca en sus pensamientos. Le pedí que se controlara porque para ella es difícil ver a su hijo tirando golpes, por eso le insistí que se tranquilizara y por fortuna se logró; ella ha pasado muchas dificultades en su vida y este título es una bendición también para ella.
¿En qué momento de la pelea vio que era posible ganar el título?
En el primer round, sabía que él (Rozicki) no había peleado con boxeadores de nivel; le pude meter varias combinaciones, lo hice retroceder, pensé que en el primer round se terminaba la pelea, pero tiene mis respetos porque es un boxeador muy fuerte. Hasta los nudillos de las manos me duelen todavía de los golpes y la guerra que tuvimos en el ring.
¿Lo frustró el hecho de que la campana salvara a Rosicki del nocaut en el primer round?
Eso duele un poco porque si el primer round hubiera durado 10 segundos más, seguro lo noqueo porque no estaba respondiendo al castigo que le estaba dando; el árbitro pudo parar la pelea, no se dio, pero no me frustró de todas maneras porque sabía que tenía que llevar el combate a otro nivel y eso fue lo que hice. Siempre me le arrimé al cuerpo a cuerpo para que no me hiciera daño.
¿Tuvo algún momento crítico en la pelea?
No, solo puedo decir que en el último round, cuando faltaban como 10 segundos, fue un momento difícil porque vi que la pelea se hacía larga, no se acababa; pero estaba bien preparado para aguantar porque en cualquier momento él podía tirarlo todo, sabiendo que estaba perdiendo.
¿Era consciente de que el triunfo lo iba a meter en la historia del boxeo colombiano y mundial?
Sí, es un orgullo ser el primer boxeador en el mundo en ganar el título en esta nueva categoría; y es una felicidad inmensa haber representado de gran manera a mi Buenaventura, a mi Valle del Cauca y a Colombia; dejé escrito el nombre de mi país en la historia por haber ganado esta categoría, y que me conozcan en el mundo es gratificante, era un sueño, ya tengo el cinturón y debo trabajar más duro porque sé que muchos querrán quitármelo.
¿Durmió con el cinturón de campeón?
(Risas) Sí, el cinturón parecía mi mujer porque desde el sábado lo tengo a mi lado y debo cuidarlo mucho; era algo que venía buscando y ya está conmigo, tengo que asimilar todo lo que se viene, soy campeón del mundo y que sea lo que Dios quiera de aquí en adelante.
¿De tantas llamadas que ha recibido, cuál lo sorprendió?
Me ha llamado mucha gente, pero me gustó la de Miguel Ángel Borja, el jugador de la Selección; me felicitó, estuvo pendiente de la pelea y eso me hace sentir muy contento. En Colombia y en el mundo ya saben quién es Óscar Rivas.
¿Qué viene ahora?
Trabajar más duro, sentarme con mi equipo para ver las próximas peleas, quiero defender el título por mucho tiempo y ojalá venga buenas bolsas para sacarle provecho a este cinturón. Todos vienen por él y debo hacerlo respetar.