El exseleccionador femenino de fútbol de España, Jorge Vilda, despedido el martes tras ocho años al frente de la Roja, afirmó que fue cesado “injustamente” de su cargo, poco después de haber logrado alzar la copa del mundo en agosto.
“Estoy todo lo bien que se puede estar después de haber sido campeonas del mundo hace 16 días, de hace 10 días estar renovado por cinco años más con una remuneración mayor, y después de hoy ser cesado creo que injustamente”, explicó el técnico en una entrevista a los medios españoles en la madrugada del martes.
En el cargo desde 2015, el ya exseleccionador indicó que no entendía su cese y que “no lo veía merecido”.
Considerado cercano al ahora presidente suspendido Luis Rubiales, y con unos métodos criticados por algunas jugadoras, la Federación Española destituyó el martes a Vilda y nombró en su lugar a quien era su segunda entrenadora, Montse Tomé, quien se convierte así en la primera mujer en ostentar el cargo.
La destitución del ya exseleccionador fue descrita por la Federación como “una de las primeras medidas de renovación” tras el escándalo por el beso forzado de Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso, que lleva convulsionando durante semanas al fútbol español.
El puesto de Vilda, de 42 años, ya había quedado muy debilitado después de que las 23 campeonas del mundo firmaran un comunicado, junto a varias decenas de jugadoras, en el que rechazaban volver con la selección si no había cambios en la dirección.
Pese a la indignación internacional que desató su actitud en el estadio de Sídney, Rubiales se negó a dimitir por lo que describió días después como un beso “consentido” a Jenni Hermoso. La jugadora, de su lado, afirmó que se sintió “vulnerable y víctima de una agresión”.
“Tengo la conciencia tranquila”
Poco después de aquel discurso de Rubiales, quien fue suspendido por la FIFA por un periodo inicial de 90 días, varios miembros del equipo técnico de la selección femenina, entre ellos Montse Tomé, presentaron su dimisión.
La continuidad de Vilda también se había visto en entredicho después de que quince jugadoras de la selección comunicaran en septiembre de 2022 que no querían seguir vistiendo la camiseta de la Roja hasta que se solucionaran situaciones que se producían bajo su cargo y que afectaban tanto a su estado emocional como a su rendimiento.
Finalmente, algunas de ellas accedieron a ser convocadas para el Mundial.
“Después de 17 años en el fútbol femenino, después de todo lo conseguido, después de dejarme la piel (...) tengo la conciencia tranquila porque sé que he dado el 100% cada día”, agregó Vilda, a quien la Federación describió en su comunicado de despido como “una pieza clave en el notable crecimiento del fútbol femenino en España”.
El comunicado de su salida, dice lo siguiente: “La Real Federación Española de Fútbol, en una de las primeras medidas de renovación anunciadas por el presidente Pedro Rocha, ha decidido prescindir de los servicios de Jorge Vilda como director deportivo y seleccionador nacional femenino, cargo, este último, al que accedió en 2015.”
“La RFEF agradece su labor al frente de la Selección y en sus funciones de máximo responsable deportivo de las selecciones femeninas, así como los éxitos cosechados durante su etapa coronados con la reciente consecución del Mundial. Ponemos en valor su intachable conducta personal y deportiva, siendo una pieza clave en el notable crecimiento del fútbol femenino en España. Durante su extensa etapa, Vilda ha sido promotor de los valores del respeto y la deportividad en el fútbol”. dice parte de la comunicación de la RFEF.
*Con información de la AFP.