La denuncia de acoso sexual en la Selección Colombia femenina es un tema que sigue en el ojo del huracán, ahora con detalles mucho más concretos.
Este lunes, en diálogo con La W, Carolina Rozo Vela, fisioterapeura, y John Cano, el padre de una de las chicas presuntamente abusadas, hicieron fuertes denuncias contra Dídier Luna, entrenador del combinado nacional Sub-17 y Sigifredo Alonso, el preparador físico.
Rozo Vela, quien ya no es más la fisioterapeuta del equipo, denunció que Dídier Luna trataba de "besar" a las chicas y también de "cogerles la cara y hasta la cola". "Tenía una afectuosidad con ellas que no era algo normal. Hacía esas cosas bajo una figura paternal y así lo justificaba".
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La fisioterapeuta también reveló que el entrenador "les pegaba en la cola" a sus dirigidas y que se les acercaba y les decía: "¿no me pueden besar, o es que les da miedo?".
También contó que muchas de las jugadoras se quedaban calladas por temor a que las sacaran del equipo.
Por otro lado John Cano, padre de una de las futbolistas, sostuvo que Sigifredo Alonso, preparador físico, trató de abusar sexualmente de su hija. Él notó que ella empezó a portarse extraño.
"Yo la llamaba cuando estaba en el Suramericano y me decía que no podía hablar porque la estaban vigilando. Y cuando llegó a la casa, contó que el preparador físico intentó entrar a su habitación para abusar de ella.", indicó Cano.
El padre de la futbolista, además, agregó que después de que su hija hiciera la denuncia, "no la llevaron al Mundial". También criticó el poco proceder de la Federación Colombiana de Fútbol. “El deber cuando supieron eso era haber separado a Sigifredo Alonso. No lo hicieron. Yo pasé la denuncia a la Fiscalía porque no se pueden aprovechar de las niñas así”.
Por otro lado, la fisioterapeuta Carolina Rozo, también denunció que hubo acosos hacia ella de parte del entrenador Dídier Luna, quien le habría pedido que fuera su "amiga especial".
Ante la negativa, Rozo contó que Luna empezó a hacerle la vida imposible en las sesiones de trabajo. "Se molestó mucho, no me dejaba hablar en las reuniones, me daban la ropa más grande y los zapatos más pequeños".