La extensa clasificatoria sudamericana al Mundial-2026 comienza este jueves con una generosa oferta de seis cupos y medio para diez selecciones, pero como marca la tradición regional, no estará exenta de duros combates entre seleccionados que ven posible una meta antes casi inalcanzable.
El inédito programa pone a soñar a selecciones como Venezuela, la única sudamericana que nunca ha participado en una cita máxima, o Bolivia, ausente en un Mundial desde el lejano 1994.
Ello es posible porque el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México 2026, el primero que organizan tres países conjuntamente, pasará de 32 a 48 participantes, y de ese modo Sudamérica podrá ubicar hasta siete seleccionados, el 70% de sus afiliados, si es que su representativo al repechaje consigue la plaza ante un combinado de otro continente.
Salvo las dos potencias de Sudamérica, Argentina y Brasil, que suelen marcar la diferencia, para el resto de los seleccionados la disputa será larga y extenuante.
Un escalón más abajo, Uruguay, que impactó al contratar a Marcelo Bielsa como entrenador, es otro habitual aspirante. Y a partir de allí, la pelea se hace muy dura.
Colombia bregará por volver a un Mundial con una selección renovada bajo el liderazgo de Luis Díaz (Liverpool). Ecuador ya pica fuerte en la región y discute habitualmente un boleto. Tras dos mundiales ausente, Chile encara un lento recambio de su exitosa ‘generación dorada’.
Paraguay no quiere vivir de recuerdos: el 2010, su último mundial, ya ha quedado lejano. Más lejano aún es para Bolivia, que desde 1994 no acude a la cita máxima. Y Venezuela quiere aprovechar la generosa oferta para ir por primera vez a un Mundial y quitarse el molesto mote de Cenicienta.
Clave 2: El impacto del debut
En el inicio de un derrotero interminable hasta septiembre de 2025, el jueves comienzan unas eliminatorias sudamericanas al Mundial-2026 que asoman nuevamente competitivas, aunque con mayores ilusiones para los seleccionados que casi siempre quedan al margen.
Un impacto en el debut constituye un gran aliciente para lograr uno de los seis boletos directos disponibles o ir a un repechaje por un séptimo frente a los dos menos que había en las anteriores citas mundialistas.
Argentina recibe en clima festivo a Ecuador en el Monumental de Buenos Aires con su estrella Lionel Messi en plena ebullición en el Inter Miami, en el primer partido oficial tras coronarse campeón mundial en diciembre pasado.
Pero la Albiceleste no debe extenderse en celebraciones porque Ecuador casi siempre le trajo problemas a domicilio y últimamente se granjea como seleccionado de peso en la región.
Brasil, que nunca ha perdido en un premundial, en los papeles la tiene más sencilla en el debut el viernes: recibe a Bolivia, una formación que buscará aprovechar la oportunidad que le da el aumento de los cupos de clasificación, tras siete mundiales ausente.
La Seleçao va a Belem con bajas de peso como las de Neymar y Vinicius Jr, pero no pareciera afrontar problemas en el debut oficial de su DT interino Fernando Diniz, a la espera del italiano Carlo Ancelotti.
Diferente es el panorama en la primera fecha para Marcelo Bielsa, quien ha dejado fuera de su primera convocatoria oficial como seleccionador de Uruguay al ídolo y goleador Luis Suárez, mientras que Édinson Cavani, se encuentra suspendido para el primer partido, aunque tampoco figura para el segundo compromiso de la eliminatoria.
Chile, su rival en Montevideo, está en recambio de su exitosa generación dorada, tras dos mundiales ausente, aunque ya tiene un lugar entre las grandes selecciones del continente tras ganar las Copas América de 2015 y 2016.
Clave 3: ¿Llega?
A los 36 años, Messi vuela en el Inter Miami. Se lo nota cómodo, desatado, llevando de la mano a un equipo que hasta su llegada en julio pasado no daba la talla mínima.
Se parece al del Barcelona o al que llevó a Argentina a su tercer título mundial, hace menos de un año.
Aunque la pregunta, tímidamente y con temor, comienza a surgir: ¿Llegará Messi al Mundial-2026 con 39 años? Es un rezo colectivo en Argentina. Nadie se anima a pensar que es lógico que esa edad el ídolo decida retirarse, sin más lugar en sus vitrinas plagadas con el máximo de trofeos que un futbolista ha ganado.
“Disfrutar cuando toca”, dijo Messi escuetamente semanas atrás, sintetizando su actual estado de ánimo.
Ahora viene la clasificatoria con un Messi amenazante y que parece no sentir el trajín de 11 partidos en 44 días con el Inter Miami.
Desde su primer título con la mayor, la Copa América 2021 en Brasil, y superada su traumática experiencia en el PSG, ‘La Pulga’ está a sus anchas y sin muchas ganas de quitarse la mítica 10 albiceleste.
Clave 4: Apuesta de alto vuelo
Cinco mundiales después, Brasil entró en pánico. Enterró la tradición de contratar a técnicos propios y fue por el más exitoso a nivel de clubes.
Incluso ideó un esquema con el DT interino Fernando Diniz hasta que Carlo Ancelotti termine su contrato con el Real Madrid a mediados de 2024, listo para la Copa América de Estados Unidos.
La Seleçao espera dar vuelta la página en 2026 con un equipo potente y nuevas estrellas como Vinicius y Rodrygo, hijos pródigos de ‘Carletto’ en el Real Madrid, mientras la estrella Neymar no termina de brillar como heredero de Messi a escala mundial.
‘Carletto’ deberá cargar una mochila muy pesada. En ese período de dos décadas, Brasil solo logró un cuarto puesto en un Mundial y ello en su casa en 2014, un partido después de que Alemania lo humillara con un 7-1 imborrable en semifinales.
Clave 5: Al estilo Bielsa
El argentino Marcelo Bielsa agita las aguas en la costa uruguaya del Río de la Plata. En una fuerte apuesta con resultados aún imprevisibles, ‘el Loco’ dejó afuera al goleador Luis Suárez, mientras que Édinson Cavani está suspendido por la FIFA desde Catar-2022.
Bielsa confía en los nuevos estelares charrúas liderados por el volante Federico Valverde (Real Madrid) y el delantero Darwin Núñez (Liverpool) para clasificar y ser protagonista en el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México en 2026.
Con su metodología poco habitual, los jugadores están sorprendidos porque a la mayoría les habla tras los partidos de sus respectivos clubes y les marca los errores a mejorar.
Por su estilo que pasa por supervisar hasta los más mínimos detalles organizativos, logísticos y de infraestructura, tras 17 años ha renunciado el médico del seleccionado, Alberto Pan, y el jefe del campo de entrenamiento, ambos en disconformidad con su metodología, según la prensa uruguaya.
*Con información de la AFP.