América no pasa un buen momento en los cuadrangulares semifinales de la Liga, porque en dos fechas jugadas por el Grupo B, el cuadro escarlata solo suma un punto.
Son más de 180 minutos los que acumulan los jugadores dirigidos por el ‘Polilla’ Da Silva sin convertir un gol; en el primer partido, ante el Atlético Junior en el Metropolitano de Barranquilla, América cayó 1-0, y el domingo en el Pascual, frente al Once Caldas, igualó 1-1.
La anotación que le dio la igualdad al América en este último duelo, fue un autogol de uno de los zagueros visitantes, Jorge Cardona, después de una serie de rebotes.
La situación preocupa porque América pasó de ser uno de los equipos más goleadores de la primera fase de la Liga colombiana, con 27 anotaciones en 19 partidos, a sufrir por el tema de la definición justo cuando el torneo entró en su etapa más decisiva.
Ese es un tema a revisar profundamente en la interna escarlata porque el gol diferencia puede ser clave en caso de algún desempate en la tabla, con otro equipo.
Por lo pronto el onceno rojo de Cali alista viaje este martes a Bogotá, y de allí a Ibagué para enfrentar el miércoles al Deportes Tolima, elenco que domina el Grupo B con 4 puntos. La hinchada americana espera que el equipo se recupere el olfato goleador.
Falta cabeza fría
A los jugadores del América se les nota el desespero cuando están en campo contrario. Esa situación, la ausencia de cabeza fría en el momento de definir, ha conspirado para que el equipo concrete las opciones que ha creado en los dos partidos jugados.
Sucedió en la primera fecha ante Junior, en Barranquilla; América lo sometió y generó muchas situaciones de gol, pero a la hora de embocarla en el arco tiburón, los delanteros rojos no tuvieron la tranquilidad que se necesita en el área.
Hay que reconocer también que el arquero del Junior en ese encuentro, Jefferson Martínez, salió elegido como gran figura por las atajadas que realizó en los 90 minutos.
Lo mismo pasó el domingo frente al Once Caldas en el Pascual Guerrero, donde el desespero fue la nota característica, y allí también resultó como mejor jugador del compromiso el portero James Aguirre.
Adrián Ramos, Cristian Barrios, Jáder Quiñones, Duván Vergara y hasta Edwin Velasco tuvieron posibilidades claras de anotar, pero se nublaron en el momento de definir.
Lluvia de centros
El estilo del América ya es conocido por los rivales, y eso de alguna manera explica también el porqué los jugadores escarlatas no están dulces con el gol.
Los laterales Yerson Candelo y Edwin Velasco son los que más centros mandan al área rival, en procura de algún cabezazo salvador.
Con esa fórmula, los zagueros rivales referencian al cabeceador nato del equipo que es Adrián Ramos, y le dan pocas chances de maniobra en el área.
De esos centros, queda la esperanza de un rebote del que tampoco se ha beneficiado el equipo. América necesita más elaboración de juego para evitar tirar tanto pelotazo al área contraria.
Es necesario el balón a ras de piso y buscar las sociedad para intentar dejar mano a mano a los delanteros. Además de los centros, los rivales también tienen referenciados a Duván Vergara y a Cristian Barrios, que son las otras cartas que maneja el equipo para llegar al gol.
“Nos ha faltado tranquilidad”
Adrián Ramos, uno de los artilleros históricos del América, reconoció el mal momento del equipo a la hora de conseguir los goles que signifiquen triunfos.
“Ante el Once Caldas tuvimos para hacer los goles y ganar el partido, pero infortunadamente no se nos dio; ahora viene un partido muy influyente para nosotros en Ibagué contra Tolima, y ojalá a la hora de definir estemos tranquilos que eso es lo que necesitamos”, dijo Ramos.
“Nos preocupamos cada vez que no sacamos los resultados. Somos muy autocríticos, hacemos un análisis posterior al partido de cuáles fueron las cosas malas y cuáles fueron las positivas. Nos ha faltado tranquilidad en momentos clave y se los dije a los muchachos, esto depende de nosotros”, señaló el técnico del elenco escarlata.