Los Golden State Warriors, gracias a una impecable actuación de Stephen Curry, ganaron este lunes en la noche a los Toronto Raptors de Marc Gasol, Serge Ibaka y Kawhi Leonard, y colocaron un 3-2 en las finales de la NBA.

A pesar de la derrota, los de Toronto todavía tienen dos oportunidades para hacerse con su primer título de la NBA.

Curry terminó el partido con 31 puntos, ocho rebotes y siete asistencias, mientras que su compañero Klay Thompson cerró el partido con 26 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias.

En el lado de los Raptors, Leonard, que despertó tarde, fue el máximo anotador de su equipo con 26 puntos, mientras que Kyle Lowry anotó 18 y Gasol 17 puntos, ocho rebotes y dos asistencias. Serge Ibaka hizo 15 puntos y seis rebotes.

Hoy, a pesar de la persistente lluvia en Toronto, miles de personas esperaron, algunos durante días, en la intemperie para situarse en las inmediaciones del Scotiabank Arena, el estadio de los Raptors, y estar cerca del lugar en que se podía hacer historia.

Porque en los 73 años de vida de la NBA, se creó en junio de 1946 con el nombre de Basketball Asociation of America (BAA), ningún equipo de fuera de Estados Unidos había ganado la liga norteamericana.

Y para Toronto, la victoria suponía acabar con una sequía de títulos en los tres principales deportes del país (hockey sobre hielo, béisbol y baloncesto) que se extendía desde que en 1993 los Blue Jays, el equipo de béisbol de la American League ganó su segunda y última Serie Mundial contra los Filadelfia Phillies.

Si la presión de toda una ciudad y un país no era suficiente, los jugadores de los Raptors sabían que una oportunidad como la que tenían de hacerse hoy con el campeonato de la NBA puede que no se vuelva a producir en mucho tiempo.

Como explicaba el pívot español Serge Ibaka, en su caso ha tardado siete años en estar de nuevo en una final y estaba dispuesto a dejarse la piel para no dejar escapar esta ocasión.

Por eso, el anuncio de que la gran estrella ausente hasta hoy de los Warriors, Kevin Durant, estaba listo para jugar tras un mes de baja por una lesión en la pantorrilla, poco o nada influyó en los jugadores del equipo canadiense.

Eran los Warriors, los reyes de la NBA durante el último trienio que llegaban a Toronto sin margen de maniobra, los que tenían que hacer lo imposible para vencer en casa de los Raptors y mantenerse con vida un partido más.

Y los de Oakland empezaron el partido con toda su artillería: Stephen Curry, Kevin Durant y Klay Thomson. Los tres machacaron con triples el aro de los Raptors. De las siete primeras canastas de Golden State, cinco fueron triples.

Con ese inicio, la situación hubiese sido un desastre para Toronto, especialmente porque los tiradores de los Raptors (Leonard, Siakam, Lowry y Green) no estaban entrando en juego, si no hubiese sido por Gasol. El pívot español asumió la responsabilidad y anotó los siete primeros puntos de los Raptors, uno de ellos de triple.

Al final del primer periodo, los Warriors iban por delante 28-34, pero los 10 puntos de Gasol, el principal anotador de su equipo, permitían a los Raptors mantenerse en el partido.

El segundo cuarto se inició con la misma tónica. Pero a los dos minutos, Durant se lesionó nuevamente y tuvo que abandonar la pista. Los gestos de los Warriors eran de preocupación. La estrella de los Golden State se retiró renqueante acompañado por Andre Iguadola y Curry.

La ausencia de Durant tuvo el efecto contrario a lo que era de esperar: los Warriors se distanciaron en el marcador y mantuvieron entre 11 y 9 puntos de distancia durante gran parte del segundo cuarto.

Pero a falta de dos minutos para el descanso, el acierto de Leonard y Siakam colocaron a los Raptors a sólo un punto, 56-57. Un par de errores defensivos y el acierto de Curry dejaron finalmente el marcador en un 56-62 al descanso.

El tercer periodo, los Raptors se acercaron en varias ocasiones en el marcador a los Warriors, gracias a los triples de Fred VanVleet, pero el equipo canadiense fue incapaz de mantener la consistencia ante la falta de juego de Leonard.

Al final del tercer periodo, con un 78-84 en el marcador, Leonard sólo tenía 14 puntos. Mientras, Gasol llevaba 17, Siakam 12 y VanVleet 11. Ibaka, con sólo 10 minutos de juego, sumaba 9 puntos.

En los Warriors, Curry se apuntaba 26 puntos mientras que Thompson tenía 20.

Con sólo seis puntos de diferencia, el partido estaba por decidir en los últimos 12 minutos.

Ibaka, en pista, dio esperanzas a los Raptors: dos canastas seguidas colocaron a los de Toronto a tres puntos, 82-85. Curry y Cook restablecieron las distancias. Otros cinco puntos de Lowry y un mate de Ibaka volvieron a dejar sólo tres puntos de diferencia, 89-92 a falta de ocho minutos para el final.

Y Leonard despertó. A falta de cinco minutos, anotó su primer triple del partido y adelantó a los Raptors, un punto, por primera vez desde el salto inicial. A partir de ahí, pidió todas las pelotas y en los siguientes dos minutos y medio anotó todos las canastas de su equipo, 10 puntos.

A falta de tres minutos, los Raptors ganaban 103-97. Pero tres triples seguidos de Curry y Thompson y un par de fallos en ataque de los Raptors acabaron con las esperanzas de los de Toronto y un marcador de 105-106. El próximo partido, el sexto de la serie, se disputará el 16 de junio en Oakland.