Las campeonas del mundo españolas mantuvieron este viernes su rechazo a regresar a la selección tras el beso forzado de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, en una jornada en la que el expresidente de la Federación Española (RFEF) declaró ante el juez como investigado en el procedimiento abierto por un presunto delito de “agresión sexual”.
“No vienen”, dijeron este viernes a la AFP fuentes cercanas a la Federación sin dar mayores detalles, antes de que la nueva seleccionadora, Montse Tomé, ofrezca la lista para los próximos partidos de Liga de Naciones contra Suecia y Suiza el 22 y el 26 de septiembre.
Las 23 campeonas del mundo, junto a otras decenas de jugadoras, habían firmado un comunicado el pasado 25 de agosto, rechazando volver a la Roja hasta que no hubiera “cambios estructurales reales, que ayuden a la selección absoluta a seguir creciendo”.
Además, “todas las jugadoras que firman el presente escrito no volverán a una convocatoria de la selección si continúan los actuales dirigentes”, añadieron en aquel comunicado.
La dimisión de Rubiales el pasado domingo, la destitución del anterior seleccionador, Jorge Vilda, y el nombramiento en su lugar de Tomé y las promesas de más cambios por parte de la federación no parecen haber sido suficiente para que las jugadoras vuelvan a vestir la Roja.
Rubiales ante la justicia
Su rechazo a volver con España se produce en el mismo día en que Rubiales acudió a la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, para ser interrogado, a puerta cerrada, por el juez Francisco de Jorge, a cargo del caso.
Rubiales llegó hacia las 11:10 de la mañana (hora local) acompañado de su abogada y sin realizar declaraciones a las decenas de periodistas que le aguardaban.
Desde una reciente reforma del Código Penal español, un beso no consentido puede considerarse agresión sexual, una categoría penal que agrupa todos los tipos de violencia sexual.
Las penas por un beso forzado pueden ir desde una multa hasta cuatro años de prisión, de acuerdo con fuentes de la Fiscalía.
El Ministerio Público también contempla un supuesto delito de coacciones, ya que Hermoso afirmó en su declaración “que tanto ella como su entorno más próximo sufrieron una presión constante y reiterada por parte de Luis Rubiales y el entorno profesional de este, para que justificara y aprobara los hechos”, de acuerdo con la querella de la Fiscalía.
“Acto machista”
El expresidente de la RFEF desató una ola de indignación internacional cuando el pasado 20 de agosto besó en la boca a la jugadora Jenni Hermoso en la entrega de medallas del Mundial de Australia, tras la victoria de España.
Esa acción, sus gestos en el palco llevándose la mano a los genitales y su posterior negativa a dimitir cinco días después llevaron a su suspensión por parte de la Fifa durante 90 días.
Finalmente, con un expediente abierto por la justicia deportiva española y una querella de la Fiscalía, Rubiales anunció su dimisión el domingo.
“Fue un acto mutuo”, explicó Rubiales, de 46 años, sobre el beso. “No fue intencionado. No había connotación sexual de ningún tipo, solo fue un momento de felicidad, la gran alegría del momento”, afirmó durante una entrevista a un programa de televisión británico emitida el martes.
“Mis intenciones eran nobles, 100 % no sexuales, 100 %, repito 100 %”, reiteró.
Su versión choca, sin embargo, con la de Jenni Hermoso, quien ya había indicado que se sintió “vulnerable y víctima de una agresión” cuando recibió el beso, que a su juicio se trató de “un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento”. La jugadora, de 33 años, presentó una denuncia la semana pasada.
*Con información de la AFP.