El rey mexicano libra por libra Saúl "Canelo" Álvarez tiene la mira puesta en unirse a un club exclusivo este sábado, ya que apunta a convertirse en el primer campeón indiscutible de peso supermediano en la historia del boxeo.

La estrella de 31 años se enfrenta a Caleb Plant en el MGM Grand en Las Vegas buscando agregar el cinturón de la Federeación Internacional de Boxeo (FIB) de su oponente estadounidense a sus títulos de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en un enfrentamiento en el que el ganador se lo lleva todo.

Álvarez se convertiría en el sexto peleador masculino desde que la OMB comenzó a gestionar las peleas por el título mundial en 1988 para mantener simultáneamente los cuatro cinturones de los órganos rectores del boxeo.

Solo otros cinco boxeadores, el ucraniano Oleksandr Usyk (peso crucero), los estadounidenses Bernard Hopkins (peso mediano), Jermain Taylor (peso mediano) y Terence Crawford (súper liviano), y el escocés Josh Taylor (súper liviano), han tenido los cuatro cinturones a la vez.

"Sólo cinco boxeadores masculinos en la historia del boxeo han logrado convertirse en campeones indiscutibles", dijo Álvarez. "Quiero ser el sexto. Eso es lo único que tengo en mente".

"Esta pelea va a ser historia. Serás testigo de algo que recordarás durante mucho tiempo", añadió el mexicano.

Alvarez defendió por última vez sus títulos en mayo, derrotando al británico Billy Joe Saunders hasta la sumisión con un nocaut técnico en ocho asaltos en Arlington, Texas, para mejorar a 56-1 con dos empates y 38 nocauts su palmarés.

La única mancha en el récord de Álvarez sigue siendo su derrota por decisión mayoritaria ante Floyd Mayweather en el MGM Grand en 2013.

Será una sorpresa monumental si Plant agrega otra derrota al récord del mexicano el sábado: los corredores de apuestas tienen a Álvarez como el favorito.

La preparación final para la pelea del sábado ha visto a ambos hombres sofocar la animosidad que estalló en su conferencia de prensa cara a cara en Los Ángeles en septiembre, cuando Álvarez se ofendió por una diatriba cargada de improperios de Plant y conectó un puñetazo que cortó al americano debajo de su ojo derecho.

"Pasó de la raya"
"Cruzó la línea y tal vez demasiado, por eso es personal", dijo Alvarez después de la conferencia, acusando a Plant de insultar a su madre.

Sin embargo, el mexicano adoptó un tono diferente a principios de esta semana, insistiendo en que estaría tranquilo y calculador de siempre una vez que suba al cuadrilátero el sábado.

"Es muy diferente cuando estás en el ring, así que realmente no saco nada de nuestro altercado en la primera conferencia de prensa", dijo el ´Canelo´.

Plant, quien trae un récord de 21-0 (12 nocauts), insiste en que no tuvo la intención de insultar a la madre de Alvarez.

La propia madre de 29 años, Beth Plant, fue asesinada a tiros por la policía después de blandir un cuchillo a los oficiales mientras recibía tratamiento médico en 2019.

"No era mi intención meterme bajo la piel de Canelo en la primera conferencia de prensa", dijo Plant. "Creo que los medios lo aprovechan más que nosotros. Ambos hemos estado en peores riñas que esa. Cuando suena la campana, es completamente diferente".

La muerte de la madre de Plant, hace dos años, marcó otro capítulo traumático en una vida tocada por la tragedia. En 2015, la hija de Plant, de 20 meses, Alia, que había nacido con una anomalía cerebral que la dejó propensa a las convulsiones, murió después de una infección respiratoria que se convirtió en neumonía.

Esas experiencias han dado forma al viaje de Plant hacia el enfrentamiento del sábado y significan que no se inmuta ante la perspectiva de enfrentarse a uno de los boxeadores más consumados y despiadados.

"Tengo que hacer el trabajo por todos los medios necesarios", dijo Plant. "Eso es lo que mi equipo y yo hemos hecho hasta ahora para llegar a este punto. Ya sea en el boxeo o en la vida, he llegado aquí por todos los medios necesarios".