El atleta colombiano Anthony Zambrano aseguró este jueves tras ganar la medalla de oro en los 400 metros planos de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 que todos sus éxitos se deben a que siempre está pensando en nuevas metas y récords.

"Siempre digo que el sueña no atiende su vida, y yo soy un chamaco que siempre sueño, pero me opongo a muchas cosas como salidas o a estar con mi madre. Por eso la medalla se la dedico a ella, que cumple años el lunes. Soy hijo único y seguro que ahora debe estar llorando feliz", contó Zambrano.

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El velocista colombiano fue el primero en cruzar la meta con un tiempo de 44.83 segundos, por delante del jamaiquino Denvo Gaye, que fue segundo (44.94), y del estadounidense Justin Robinson (45.07).

Con ello acabó con la sequía de medallas de Colombia en las disciplinas de velocidad dentro de los Juegos Panamericanos, un logro que afirmó que ahora le motiva para competir por una medalla en los Mundiales de atletismo que se celebrarán en Doha a partir del 31 de agosto.

"Ahora mismo rompí un récord. Aquí está Zambrano representando a Colombia desde 2015 y otra vez salió al ruedo. Se viene algo mucho mejor. Con mucho trabajo y disciplina vendrán más medallas para el atletismo colombiano", prometió.

"Yo dije que este año era el mío y lo estoy logrando. Yo lo que digo siempre lo cumplo", añadió Zambrano, de 21 años.

El colombiano se consideró "un rival muy fuerte", aunque "muchas personas se confían" porque nunca corre igual para no dar pistas a sus contrincantes.

"Un corredor de 400 metros nunca tiene que mostrar cómo uno corre de verdad, solo en los últimos 100 metros finales", apuntó Zambrano, que así lo hizo este jueves sobre la pista del estadio de atletismo de la Villa Deportiva Nacional (Videna) de Lima.

Zambrano recordó que comenzó en el atletismo desde muy joven cuando hizo una prueba en la Universidad del Atlántico, de Barranquilla.

"Yo siempre he sido un chamaco corriendo de un lado a otro, nunca estoy quieto. Allí competí por primera vez en una pista. Corrí descalzo y le gané a chamacos que llevaban dos o tres años entrenando. Mi profesor me dijo que tenía talento para esto y me llevó con un entrenador para prepararme", concluyó.