Valentina llegó a la vida de Johan Wallens en un momento inesperado. El hoy portero titular del Deportivo Cali tenía solo 20 años y estaba regresando a las canchas luego de un parón obligado por temas familiares, mientras que su pareja, Marcela —hija de Sergio el ‘Checho’ Angulo, recordado goleador del equipo azucarero— apenas arrancaba su carrera como periodista.

“Muchas veces la gente que empieza de cero dice que solo tenía una mano adelante y otra atrás, pero nosotros no teníamos ni eso”, cuenta Johan, desde su hogar, con una pizca de nostalgia.

Cuando supo que iba a ser papá (2014), Wallens había regresado al equipo azucarero con la idea de pedir una chance para volver a jugar, pero las oportunidades ya no eran las mismas que en el 2009, año en el que había debutado con éxito con la casaca verde en un partido clave ante Envigado como visitante en el que mantuvo su valla invicta (0-0) con solo 16 años.

En ese momento, Faryd Mondragón era el arquero titular del Cali, y después del ‘Turco’ estaban dos guardametas de la cantera verdiblanca que ya despuntaban: Luis Hurtado y José Silva.

Fueron tiempos difíciles, en los que Johan, cuenta Marcela, se llevaba a los entrenos una caja de icopor llena de porciones de arroz con leche para venderle a sus compañeros. “Faryd y Andrés Pérez eran sus principales clientes”, relata con cariño la hoy esposa del portero.

Pero los esfuerzos no daban frutos. Wallens fue cedido en el 2015 al Real Santander, y cuando regresó al Cali en el 2016, Mario Yepes, DT azucarero esa temporada, le dijo que se tenía que ir del equipo para sumar minutos.

Johan pensó en tirar la toalla, pero el apoyo de su familia, y el amor por su hija no se lo permitieron. Entonces apareció el Atlético F.C., equipo de la B que le dio la continuidad necesaria para que el Cali lo volviera a tener en cuenta en el 2018, pero como tercer arquero, ya que por encima estaban el bogotano Camilo Vargas y el caucano Pablo Mina.

Su oportunidad, sin embargo, llegó a finales del semestre pasado. Vargas (que ya no está en el club) se fue para la Copa América con Colombia y Mina se lesionó en un partido de finales ante el Junior en Barranquilla. Wallens ingresó y respondió tan bien como hace diez años atrás en Envigado.

Ese impulso hizo que el meta, que hoy cumple 27 años, comenzara este segundo semestre como titular con un buen rendimiento, manteniendo su arco en cero en dos de los tres partidos que ha disputado el equipo en lo que va del campeonato.

En la previa del duelo por la cuarta jornada ante Equidad, en Palmaseca, Wallens charló con El País sobre su vida, esa que cambió radicalmente con la llegada de su amada Valentina.

¿Cómo cambió su vida el hecho de ser padre tan joven?

Mi vida tuvo un cambio radical. Para mí fue una sorpresa porque era complicado. No teníamos nada y yo tenía que pagar la salud de mi esposa y también pensar en comprar los pañales, la leche... No es fácil pero siempre tuve en la cabeza que tenía que responder sí o sí por mi hija y darle todo lo que yo pudiera.

A usted le tocó esperar mucho para volver a tener una oportunidad, ¿Qué papel ha jugado la familia y Valentina?

Uno fundamental. Yo hablaba con mi esposa hace poco y le decía que en los momentos difíciles fueron importantes sus palabras de apoyo. En esos momentos duros para uno es vital un abrazo y esas palabras de apoyo. Mi familia y mi hija son ese motor que no me dejan rendirme. Y también ese orgullo de demostrar que yo puedo. Eso es lo que le quiero transmitir a Valentina, que sea echada para adelante.

¿Qué dice ella al ver que su papá es el arquero titular del Cali?

Ha sido una experiencia muy bonita, porque cuando estaba en Atlético ella iba muy poco al estadio. Ahora sale a la cancha con el equipo, sale en la foto y se emociona cada que hay partido y también cada que me ve en televisión.

¿Qué le dice?

Luego del partido con Bucaramanga (primera fecha, triunfo 1-0), llegué a la casa y ella salió a recibirme con mucha felicidad. Me dijo: papá, no te hicieron gol. Y después del partido contra Jaguares (victoria 4-0), mi esposa la grabó y en el video decía: ganamos y a mi papá no le metieron goles. Eso es bonito y te hace ser más sensible.

¿El nacimiento de Valentina fue un renacer para usted?

Sí, fue un impulso para no frenarme, para seguir adelante. Ser papá te despierta ese instinto de no rendirte. Cuando uno está solo puede ser más folclórico pero cuando ya tienes una obligación sabes que tienes que responder para darle lo mejor a esa persona que llegó al mundo y también esforzarte para que el futuro cambie.

¿Qué le han aportado su papá y el ‘profe’ Checho Angulo a su carrera como deportista?

Mi papá fue la persona que hizo que me enamorara del fútbol. Fue la persona que me motivó para que lo empezara a ver y a jugar y quien me llevaba a los entrenamientos. Soy futbolista por él.

Y el ‘profe’ Angulo es alguien que siempre ha creído en mí, incluso antes de que empezara mi noviazgo con Marcela. Es una persona que me ha ayudado mucho en el Cali y quien me incitó a tener paciencia y a estar tranquilo. Siempre me dijo: esperá que el momento te va a llegar y ahora que volví a atajar y a ser titular, siento que toda esa confianza de él y de todos está siendo retribuida.

¿Cuál es la mayor lección aprendida en este proceso?

Para nosotros fue la fe en Dios, creer ciegamente en que una gran bendición nos iba a llegar con paciencia, sacrificio y esfuerzo, porque el que sabe esperar tiene su recompensa. Nos hicimos familia pasando por aciertos y errores, y eso cada día nos ha hecho más fuertes.
En la casa todos están contentos porque está esa satisfacción de que se está consiguiendo algo por lo que habíamos luchado desde hacía muchísimo tiempo, que era tapar y hacerlo bien. Todos creímos que eso era posible y poco a poco lo estamos consiguiendo.

Pasando ya al fútbol, ¿Cómo vencer hoy a Equidad? Sacar el arco en cero será fundamental...

Contra Equidad lo más importante será ganar para seguir en la parte alta de la tabla. Obviamente si se saca el arco en cero, mejor, pero lo importante es sumar tres puntos más.

Sabemos que no va a ser fácil porque ellos tienen muy buenos jugadores, pero vamos a tratar de sacar la diferencia con nuestro juego en conjunto. En eso hemos mejorado muchísimo.