Yo siempre he sido un hombre lleno de positivismo. Eso nunca ha cambiado en mí. El solo pensar que estamos en la final me ha hecho llorar todos estos días. Veo una hinchada desbordada de alegría, un cuerpo técnico comprometido y un equipo muy unido. Esto es algo muy lindo.

Los ‘pelados’ de la cantera, esos muchachos que yo tuve en algún momento, me llenan de orgullo, y ver el nivel en el que están.
A ellos les digo, como siempre lo he hecho, que primero disfruten del juego y crean en su cuerpo técnico. Apóyense mucho entre ustedes. Nunca pierdan el sentido de pertenencia hacia esa camiseta verde que llevan puesta.

Los canteranos, ustedes mis muchachos, siempre traten de conservar el espíritu competitivo. Ustedes están ad portas de graduarse como todos unos profesionales. Esto no es de 1, 2 o 6 meses. Hay que seguir así de bien.

Al hincha le confieso que cuando yo jugaba, me preparaba era para ellos.
A veces las cosas no salían, pero nosotros lo dábamos todo para que se dieran.

El hincha es lo más lindo que tiene el fútbol y esta fiesta es para ustedes.
Ser campeón para un jugador es lo máximo.

Con el primer equipo lo conseguí como segundo entrenador. En las divisiones menores conocí esa hermosa sensación de ser campeón con cada una de mis categorías. No lo hice como jugador. Sin embargo, puedo decir que es una sensación indescriptible. Ser campeón es lo máximo.

Por eso, le deseo lo mejor el día de este domingo al cuerpo técnico, a los jugadores y a toda la hinchada del Deportivo Cali. Ojalá y Dios permita que seamos campeones, esa sensación durará hacia el infinito.

Por último, quiero decirle a mi Deportivo Cali que tú eres mi segunda casa y te amo con todo mi corazón. ¡Vamos, Cali!

(*) Exjugador del Deportivo Cali y entrenador de las divisiones menores.