Hace algunos días, el anuncio de Vanti, una de las distribuidoras y comercializadoras de gas más importantes del país dejó sorprendidos y preocupados a los colombianos, al asegurar que en varios territorios tendrían que incrementar el valor de la factura al consumidor final cerca de un 36%, lo que implica en la práctica que los colombianos empezarían a pagar un gas más caro desde el mes de febrero.
Tras esa decisión, el presidente Gustavo Petro arremetió a través de su cuenta de X contra la decisión de la empresa, asegurando que la empresa solo buscaba aprovecharse de las tarifas altas por una supuesta importación del hidrocarburo, pero que en realidad, en Colombia sí había disponibilidad de gas local para los hogares.
Ante ese panorama, durante este 7 de enero, Andesco, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones, emitió un comunicado en el que se refirió a las declaraciones del mandatario y del Ministerio de Minas y Energía, aclarando varios puntos.
En el primero, el gremio detalla que no hay ningún tipo de especulación en la compra de gas natural. “Las compras de gas por parte de las empresas comercializadoras se realizan dentro del marco regulatorio y los mecanismos establecidos por la CREG”.
Además precisan que en 2024 la oferta de producción de gas nacional para el mercado, no logró cubrir la totalidad de las necesidades proyectadas, lo que obligó a algunas empresas a buscar en el mercado secundario fuentes de suministro adicionales, incluyendo gas importado.
“La compra de gas importado no es una decisión arbitraria de las empresas, sino una necesidad ante la insuficiencia de oferta nacional. La regulación permite esta opción para garantizar el abastecimiento continuo y evitar interrupciones en el servicio. El Ministerio de Minas, reconociendo esta situación, expidió el Decrto 1467 de 2024, estableciendo lineamientos de importación”, indica el comunicado de Andesco.
Finalmente, detallan que el aumento de precios responde a factores del mercado, entre los que se encuentran la reducción en la producción nacional de gas y la menor disponibilidad de contratos firmes.