Por: Santiago Hoyos, editor de Crónicas
Por primera vez en la historia del evento, Colombia fue sede y anfitriona de la Cumbre de Finanzas en Común (FiCS), en su cuarta edición, su encuentro anual que reúne a la red mundial de Bancos Públicos de Desarrollo (BPD).
El objetivo común de la red es alinear el sistema financiero con el Acuerdo de París y fomentar las finanzas sostenibles, a través de soluciones y herramientas financieras innovadoras, que permitan contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
¿Cuáles son los proyectos que está desarrollando el BID en el Pacífico colombiano, y en departamentos como Valle, Cauca y Nariño?
Para el Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es clave fomentar el desarrollo sostenible del Pacífico colombiano con iniciativas relacionadas con temas sociales, protección del medio ambiente y la mitigación del cambio climático, así como de infraestructura digital y física.
Acompañamos a los gobiernos locales y nacionales con diversos proyectos en la región y, en este caso, me gustaría destacar al Plan Todos Somos PAZcífico. Junto con otras entidades de la banca multilateral apoyamos esta iniciativa que busca contribuir al desarrollo social, económico y ambiental del litoral Pacífico colombiano. A la fecha se han beneficiado ciudades como Quibdó, Buenaventura, Guapi y Tumaco en materia de acueducto y alcantarillado, mientras que en términos de energía y conectividad fluvial la intervención ha estado focalizada en zonas rurales.
Entre los principales resultados del plan se encuentra la mejora de servicios de agua y saneamiento para más de 687.000 habitantes y la conectividad fluvial para 127.000 habitantes. El componente de energización rural beneficia a 50 municipios y actualmente ejecuta proyectos que llevan energía a cerca de 20.000 hogares, y a más de 500 escuelas y centros de salud con fuentes renovables no convencionales o a través de la extensión de redes. Definitivamente es una apuesta del país para que en el Pacífico colombiano se cierren no solo las brechas de infraestructura, sino también económicas y sociales.
Un tema clave para la humanidad es la Amazonía. ¿Cuál es la apuesta del BID para su protección?
Pese a la importancia del pulmón del mundo, actualmente vivimos una deforestación y degradación que amenazan con llevar a la selva amazónica más allá de un “punto de inflexión” y convertirla en una sabana. De ahí que el BID haya desarrollado la iniciativa ‘Amazonía para siempre’, cuyo objetivo es promover el desarrollo sostenible en la Amazonía mediante el aumento de la financiación, el intercambio de conocimientos estratégicos y el apoyo a la colaboración de las partes interesadas en toda la región.
Como parte de lo que estamos haciendo en Colombia para fomentar la articulación regional en torno a la Amazonía, desde el BID apoyamos al Gobierno nacional con la organización de la reunión técnico-científica en Leticia que se realizó el pasado mes de julio y que reunió a más de 550 delegados de los ocho países, siete ministros de ambiente y a los presidentes de Colombia y Brasil.
¿Qué se logró en este encuentro?
En este escenario regional, apoyamos técnicamente al Ministerio de Ambiente de Colombia y contribuimos a la organización del evento ‘Desafíos y oportunidades para los centros urbanos de la Amazonia’ que se centró en discusiones alrededor de la agenda urbana en la Amazonía. Este encuentro fue clave para la Cumbre Presidencial que tuvo lugar el mes siguiente en Belém, Brasil, y que reunió a los mandatarios de los países que conforman la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA): Colombia, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. Y seguiremos demostrando cómo la región no solo tiene el potencial de ser un referente para la protección al medio ambiente y la mitigación del cambio climático, sino también para la mejora de las condiciones de vida de las personas en América Latina y el Caribe.
¿Cómo se puede promover un crecimiento inclusivo y que proteja el medio ambiente en un país como Colombia, donde, además, se tiene el reto de reducir la pobreza?
Recientemente (2000-2019) Colombia había presentado un crecimiento estable (3,8 %) y superior al promedio de América Latina y el Caribe (2,5 %). Hoy en día el país enfrenta dos retos fundamentales en términos de crecimiento en el contexto actual: impulsar un crecimiento que sea inclusivo, al mismo tiempo que debe buscar la forma de ser resiliente a los efectos del cambio climático y a los impactos de los desastres naturales.
En cuanto a los retos sociales, Colombia se enfrenta a altos niveles de desigualdad y pobreza. Adicionalmente, persisten las brechas de género. Para avanzar en estos temas es necesario un compromiso social para garantizar el bienestar y desarrollo de los más vulnerables, a partir de la garantía de sus derechos básicos y esenciales.
Este compromiso social requiere fomentar y democratizar el acceso a una educación de calidad y una construcción de habilidades con pertinencia, fortalecer el mercado laboral para que exista una comunicación acertada entre las necesidades de los empleadores y las habilidades de los trabajadores. También, es preciso incentivar una mayor inclusión financiera.
A su vez, el país está expuesto a los impactos del cambio climático, que suponen altos costos económicos y sociales. Para promover un crecimiento verde y sostenible, Colombia debe aprovechar las ventajas comparativas que le ofrece su biodiversidad y el amplio capital natural.
Particularmente el país podría gestionar de manera eficiente una transición energética y productiva justa, seguir desarrollando la bioeconomía, impulsar el emprendimiento verde, apoyar y promover el desarrollo de los mercados de deuda sostenible, desarrollar instrumentos económicos y financieros, entre otras medidas.
En resumen, promover un crecimiento inclusivo y protector del medio ambiente en Colombia es un desafío vital que requiere un enfoque integral y colaborativo. Abordar la desigualdad social, garantizar la inclusión financiera y fomentar prácticas sostenibles son pilares esenciales para lograr un desarrollo equitativo y sostenible en el país.
En otras palabras, el país tiene la oportunidad de capitalizar su rica biodiversidad y recursos naturales en la búsqueda de un crecimiento verde y resistente a los desafíos del cambio climático. Al trabajar de manera articulada con los sectores público y privado, la academia, sociedad civil, así como bancos nacionales de desarrollo e instituciones multilaterales, el país puede forjar un futuro más próspero y equitativo para todas sus comunidades, al tiempo que protege y preserva su entorno natural.
Diversas comunidades indígenas y activistas exigen un papel protagónico en los proyectos que plantean los bancos de desarrollo. Finalmente son dineros públicos, por lo que las comunidades piden coadministrarlos. ¿Qué responde el BID ante este reclamo?
El empoderamiento de las comunidades indígenas es determinante para lograr iniciativas que permitan un desarrollo sostenible e inclusivo de las regiones donde habitan estas poblaciones. En este sentido el programa que mencioné, Amazonía Siempre, promueve la participación activa de mujeres, jóvenes, pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades locales. En el caso de la Amazonía colombiana, se están creando canales directos de comunicación y trabajo conjunto con organizaciones como la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica).
Un ejemplo puntual de empoderamiento de las comunidades indígenas es la iniciativa que adelanta nuestro laboratorio de innovación BID Lab, junto con la Iniciativa Amazónica.
Se trata del Fondo Indígena Capitalizado por Token de Capital Natural en la Amazonía Colombiana, que tiene como socio a la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana.