El sector de la construcción, especialmente del segmento de vivienda, uno de los principales motores del empleo en las regiones, atraviesa una grave situación por cuenta de los bloqueos en algunas de las carreteras intermunicipales, dado que han imposibilitado el paso de insumos y de materiales para la terminación de proyectos habitacionales.

Los trabajadores tampoco han podido desplazarse a los lugares de obras y quienes han logrado hacerlo, se han visto obligados a tomar rutas alternas en las que arriesgan sus vidas y sus bienes en los que se movilizan (motos y bicicletas).

De acuerdo con la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, un poco más de 1.700 proyectos habitacionales se encuentran prácticamente frenados en todo el país y más de 1.300.000 puestos de trabajo están en las mismas circunstancias.

En el caso del Valle del Cauca la situación es compleja, pues después de Bogotá, es la región que más empleo genera y por ende la más afectada.

El gremio informó que 150.983 puestos de trabajo están paralizados en el Valle del Cauca. A escala nacional son 1,3 millones de trabajadores del sector de la construcción y su cadena de valor que hoy se encuentran afectados por cuenta de estos 41 días de bloqueos en el país.

“Sin actividad de construcción no solo se pone en riesgo su empleo sino el sustento de sus familias y el futuro de la reactivación económica y social de las regiones del país”, explicó la presidenta del gremio, Sandra Forero.

En el caso de Cali, el sector edificador genera 90.000 puestos de trabajo y por lo menos el 90% está parado por la falta de materiales para terminar las viviendas.

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Así mismo, el sector edificador ya suma pérdidas por $4,5 billones en inversión de proyectos inmobiliarios, y de $2,2 billones en valor agregado para la economía en su conjunto, con una caída en las ventas de $2,3 billones para 36 sectores productivos y más de 170 líneas de actividad económica que abastecen con insumos y materiales la construcción de los proyectos, y en donde predominan medianas y pequeñas empresas.

“Es inaceptable que con bloqueos se sigan destruyendo los activos que más necesita el país para su reactivación económica y social: el empleo, el tejido empresarial y la confianza de los colombianos. Ninguna causa justifica que, con bloqueos, se atente de manera indiscriminada contra los derechos individuales de los colombianos al trabajo y al desarrollo de las actividades económicas que garantizan su sustento”, añadió la ejecutiva.

Agregó que “los bloqueos están dando un golpe al tejido social, al corazón de los hogares y a las fuentes de empleo. Es una total irresponsabilidad con el país, más aún teniendo en cuenta los canales institucionales que existen para el diálogo pacífico y constructivo”, aseguró la señora Forero Ramírez.

Los obreros de construcción tienen en su mayoría contrato por obra-labor, es decir que sus ingresos dependen de la realización de una labor determinada y ante la imposibilidad de trabajar no tienen manera de llevar sustento a sus hogares.

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Se estima que de los 90.000 empleos que, según el Dane, genera el sector constructor en Cali, el 90 % son trabajadores de obra, de los cuales dependen económicamente más de 360.000 personas, lo que recrudece más aún la situación, no solo para los trabajadores, sino también para sus familias.

Sandra Patricia Quiñonez, de 32 años, se desempeña haciendo resanes en obras de construcción, es madre de una niña de 5 años y manifiesta la apremiante necesidad de continuar trabajando para mantener su hogar.

“Me he sentido muy afectada en términos económicos por esta situación. Me toca caminar casi 1 hora y pagar casi $15.000 diarios en transporte para llegar a mi sitio de trabajo. Cuando por fin logro llegar, no puedo trabajar la jornada completa porque no llegan los insumos o porque tenemos que salir temprano por el temor que cierren las vías”, manifestó la señora Quiñonez