Por: Adriana María Becerra Ruiz, redactora Activos
La vía Cali - Buenaventura es una de las más importantes para la región y el país, pues por ella se transporta la carga que mueve la economía regional y nacional. Asimismo, ha sido una de las más fracturadas por cuenta del invierno, especialmente el kilómetro 59, que corresponde al tramo Dagua - Loboguerrero.
Hace un año el Instituto Nacional de Vías, Invías anunciaba el inicio de las obras de recuperación de la banca en este sector, que tenía interrumpido el paso.
“Tras el recorrido corroboramos el cumplimiento en el compromiso de atender la emergencia, que se presentó en noviembre del año anterior. Las obras finales serán entregadas el próximo mes de noviembre y hasta hoy las inversiones alcanzan $22.500 millones. Con las actividades finales se permitirá ofrecer un paso seguro por la zona de la emergencia a las comunidades”, señaló el director Técnico y de Estructuración del Invías, Mauricio Céspedes Solano.
Asimismo, el funcionario explicó que durante la atención de esta emergencia se realizaron obras de mitigación como dragado de fuentes hídricas cercanas a la vía, contención de taludes, remoción de derrumbes y nivelación de la banca para su respectiva pavimentación.
“Durante el recorrido observamos la operación de la vía en el tramo del km 59 de manera provisional, la cual está ofreciendo condiciones restringidas de tránsito, pero con movilidad sobre el corredor vial”, agregó Céspedes, quien recalcó que con la entrega de las obras el próximo mes de noviembre, se activará y dinamizará “la economía regional en beneficio de las comunidades del Valle del Cauca”.
Antecedentes
En noviembre de 2022, por causa de la ola invernal que atravesaba la región y el país, la vía Cali- Dagua - Loboguerrero, a la altura del kilómetro 59, uno de los principales corredores viales que comunica con Buenaventura, sufrió graves agrietamientos en el pavimento lo que generó un grave impacto social y económico en la región.
En ese momento la alcaldesa de Dagua, Ana María Sanclemente, dijo que la situación era bastante compleja y crítica, por tratarse de un corredor socioeconómico estratégico para el municipio, por su oferta gastronómica y de servicios, por lo que en ese entonces se habilitó la vía alterna Puerto Dagua -Atuncela -Loboguerrero, para permitir el tránsito de pasajeros y vehículos livianos, mientras Invías adelantaba las obras de recuperación del tramo afectado.
Sin embargo, el paso de vehículos pesados quedó restringido porque ponían en riesgo la estabilidad de los puentes de acceso a Puerto Dagua y Loboguerrero, averiados por la creciente del río. Este tráfico tuvo que desviarse por la ruta Cali- Mediacanoa- Loboguerrero.
La fractura de la calzada dividió en dos la localidad de aproximadamente 49.500 habitantes, interfiriendo con el desarrollo de las actividades de los corregimientos de Loboguerrero, Cisneros y El Naranjal, que dependen de la cabecera para el servicio médico y abastecimiento de productos de primera necesidad.
Fueron dos mil personas afectadas directamente, pero indirectamente es todo el municipio, ya que muchos comerciantes se abastecen mutuamente de estas zonas. Cada fin de semana se estima que unas 4000 a 5000 personas visitan esta zona.
En una primera fase, de atención de la emergencia, se hizo una descarga de material, debido a que la vía estaba demasiado deteriorada y lo que se buscó fue quitarle peso al talud para evitar que el daño se extendiera más.
Un estudio de monitoreo realizado en la zona evidenció que en la parte norte del sitio donde se presentó la falla (a unos 300 metros) se estarían generando más fisuras, por lo que fue preciso realizar labores de prevención para evitar una pérdida como la del kilómetro 59.