El camino para reducir la inflación en Colombia y cumplir las metas previstas por el Gobierno Nacional no está nada fácil.
Por cuatro meses consecutivos este indicador, que es clave para los hogares, ha venido en descenso lo que genera una expectativa positiva, pero igualmente surgen riesgos. El IPC (Índice de Precios al Consumidor) ha bajado, en ese periodo, de 13,2% a 11,78% anual.
Mantener un nivel de inflación baja es importante porque permite que los hogares tengan mayor capacidad adquisitiva, es decir, puedan comprar más cosas con el dinero que ganan.
Lo positivo de los recientes resultados, según Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, es que se está observando que los bienes que se comercian con el exterior o que son importados están empezando a disminuir un poco su precio, particularmente los vehículos, así como algunos bienes de la línea blanca como, por ejemplo, electrodomésticos. “Demostrando que en el margen, los precios están disminuyendo y de acá en adelante es interesante investigar qué puede pasar con estos, dada la baja del tipo de cambio, lo que puede ser una situación favorable que ayude a los importados, en el mediano plazo”.
Agregó que con un dólar estable es la oportunidad para que los importadores renueven inventario a precios más bajos.
Para Juan David Ballén, economista de Casa de Bolsa, las proyecciones continúan anticipando una caída en la inflación, en lo que resta del año, como resultado del descenso de la cotización del dólar, que hoy está en $4000 y hace unos meses llegó a estar en $4700, y la reducción en el costo de los insumos o materias primas para los productores.
Si todo esto se cumple, la inflación podría llegar a diciembre al 9% o un poco menos, según el promedio de las proyecciones, pero la meta del Banco de la República es retornar a un 3%, como se tuvo en años anteriores.
Ese 9% es aún muy alto para el país que hoy tiene la mayor variación de precios de América Latina, pues la mayoría de países vecinos han logrado quebrar más rápido ese indicador, después de la pandemia. Por ejemplo, en Perú la inflación anual llegó en julio a 5,88% y México, 4,79% (ver gráfico).
Los riesgos
Para analistas de Bancolombia, la situación inflacionaria de Colombia aún no está del todo resuelta. “Persisten riesgos en el panorama que harán que la convergencia de la inflación a la meta sea lenta”.
Entre los riesgos que señala esta entidad están: el aumento en el precio local de la gasolina corriente, que ha hecho que el rubro de transporte en la canasta familiar sea uno de los que más jalona el indicador al alza, la volatilidad del dólar, del cual dependen muchos insumos y la llegada del Fenómeno de El Niño, que podría encarecer el precio de los alimentos, debido a los problemas en la producción, de presentarse fuertes sequías.
“Por lo tanto, sigue siendo pertinente un accionar cauteloso por parte del Emisor, de tal forma que es probable que no inicie un proceso de recortes en la tasa de interés antes del momento justo y se pueda afectar la perspectiva de convergencia de la inflación a la meta”, dijeron.
Coincidió Juan David Ballén, que la lenta reducción de los precios podría llevar a que se aplace la baja en las tasas de interés.
Algunos proyectaban que esto se daría en octubre, pero ahora se está poniendo en duda. “Es posible que el recorte en tasas, si se llega a dar, inicie en diciembre o hacia el 2024″, dijo el analista.
Por otro lado, la economista Jackeline Piraján, dice que el lado negativo en torno a la inflación es que “hay que tener en cuenta qué puede pasar con la evolución del Fenómeno de El Niño, de igual manera hay que ver qué pasa y qué impacto podría tener un eventual incremento en el precio del diesel y de los peajes para saber al final cómo va a cerrar la inflación para los colombianos”.
Por ahora, el positivismo sigue y los economistas del banco Itau dicen que la estimación preliminar para el IPC de agosto es de entre el 0,4% y 0,5 %, lo que llevaría a una caída de la inflación anual de 0,7 puntos porcentuales hasta el 11,1%.
Asimismo, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que, de seguir esta senda, “para llegar al final del año al 9,2% o 8,8%, que es lo que ya está pensando el Banco de la República, debemos tener en los meses de septiembre y octubre, una decisión del Banco Central de comenzar a bajar tasas” de interés.
Sin embargo, el Ministro reconoció que los precios de los combustibles sí están impactando el comportamiento de la inflación.