Por: Adriana María Becerra Ruiz, redactora Activos
El 2023 fue un año complicado para la economía colombiana y el comercio fue uno de los sectores más golpeados. Precisamente, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, el gremio de los comerciantes, habla del balance negativo que deja el 2023 para el sector, que es uno de los jalonadores de la economía nacional, la cual asegura también tendrá un pobre crecimiento.
Asimismo, señala que en el proceso de aprobación de la reforma laboral deben primar los intereses del país y no los particulares de un grupo de congresistas.
Cabal, quien también hace parte de la mesa de concertación para fijar la cifra del salario mínimo 2024, asegura que mientras las centrales obreras no bajen el monto de su propuesta, difícilmente se llegará a un acuerdo, por lo que espera que si el salario se tiene que fijar por decreto, el Gobierno establezca una cifra aterrizada y no populista.
El país está a la expectativa de cuál será el alza del salario mínimo para el 2024. ¿Cómo van los diálogos bilaterales, ahora que faltan dos días para que se venza el último plazo. Ustedes plantearon alguna cifra?
Nosotros ante la cifra que sacaron las centrales obreras que fue descabellada (18 %), sacada de la manga y sin ningún sustento metodológico ni técnico, pensamos que si colocábamos una cifra en la mesa era alejar las posibilidades de concertación.
Por eso lo que hemos hecho es plantear las reuniones bilaterales con la Ministra de Trabajo y, a su vez, el Gobierno con ellos, tratando de ver si su pretensión la ponen en una cifra más sensata, para nosotros colocar la nuestra.
Siempre hemos hablado de criterios, que con una inflación esperada entre 9,2% y 9,4%, con la productividad negativa de -1%, no hay mucho más para donde subir, pero que en aras a la concertación podríamos establecer un criterio mayor a esa cifra, pero razonable.
El tiempo se ha ido pasando y hemos seguido en las reuniones bilaterales, la Ministra no ha vuelto a citar a la comisión, como tal, y los días se agotan, nos queda hasta el 30 de diciembre.
Guardamos la esperanza de que se pueda llegar a una cifra razonable y que si no se llega, por lo menos el decreto del Gobierno sea aterrizado y no uno con una cifra populista. Un salario por encima del 10,5% le empezaría a costar al país tanto inflacionariamente como en recursos fiscales.
¿Siente que el Gobierno tiene una pelea con ustedes y los gremios?
Más que una pelea, el problema está en el sesgo ideológico que tiene este Gobierno, y algunos de sus ministros como la de Trabajo con la reforma laboral y algunos congresistas del partido de Gobierno. Sesgo que no les permite tener objetividad frente a las situaciones y no hay razones ni técnicas, ni económicas, ni sociales que valgan. Es como un revanchismo de querer acabar con cosas que se habían reformado como, por ejemplo, la reforma laboral del 2012.
Hablando de la reforma laboral, esta sigue siendo una de sus mayores preocupaciones...
Así es. Siempre hemos dejado en claro cuál es nuestra posición frente a la reforma laboral. Más ahora que de una forma atropellada, y muy por debajo de la mesa, lograron pasar unos artículos que son nefastos para la economía del país y para las empresas, y cuando digo las empresas me refiero a que el gran golpe lo van a sufrir las micro, pequeñas y medianas empresas del país.
Lo más complicado es que hay muchos congresistas, por lo menos en la Cámara, que no les importa el país, sino sus beneficios personales y todo lo que se mueve por debajo de la mesa cuando se trata de aprobar una reforma.
¿Qué es lo que más le preocupa de este panorama?
Lo que más le preocupa a Fenalco es que el Gobierno parece estar desinteresado en liderar un plan de choque y reactivación de la economía, como lo hemos planteado, porque hasta ahora solamente se ha amparado en trasladarle la responsabilidad al Banco de la República, lo cual no es correcto, porque el Emisor está haciendo su trabajo contra la inflación y ya hablan de modificar la regla fiscal lo cual es un error.
Un plan de reactivación como lo hemos planteado desde Fenalco y otros gremios, requiere medidas de choque para todos los sectores. Con este panorama el 2024 pareciera que va a ser un año tan complicado o más que el 2023.
Este año ha sido uno de los más complejos para la economía colombiana. ¿Cuál cree usted va a ser el crecimiento de la economía en el país al finalizar este 2023?
Terminamos un año económicamente muy complicado y difícil para el país, quizás el crecimiento que vamos a tener al final del año va a ser uno de los más pobres de América Latina y como lo han dicho los organismos internacionales, como uno de los países más pobres de la Ocde. Situación que genera muchísima preocupación porque hemos visto que la economía lleva cuatro meses consecutivos cayendo y que sectores tan importantes como el comercio, la industria y la construcción son los que más se han resentido con esa caída.
El comercio como usted mismo lo dice, fue uno de los sectores más golpeados este año. ¿Qué balance les deja este 2023?
En el tercer trimestre del año mientras la economía se contrajo -0,3%, el comercio fue -5,8%. Y en octubre mientras la economía tuvo un crecimiento negativo de -0,4%, el comercio -11,5%, según las cifras del Dane. ¿Esto qué refleja? Que cuando la economía crece positivamente, el comercio crece por encima, como un sector jalonador, pero cuando la economía en conjunto cae, el comercio es uno de los sectores más damnificados.
Nos enfrentamos a un noviembre negativo y aunque no hayan salido las cifras del Dane, en nuestra Bitácora Económica, reportamos que ese mes fue uno más de caída, pese a estrategias como el Black Friday y los Ciber Lunes.
Según la Bitácora, el 81% de los empresarios dijeron que sus ventas se redujeron ese mes, completando así 11 meses cayendo consecutivamente, frente a los mismos meses del año anterior. Esta situación es bastante preocupante.
Sabiendo ya que este fue un año negativo para el comercio, ¿cuáles son las expectativas para el 2024?
Vemos el 2024 con una preocupación grande, primero porque la tendencia negativa, al parecer, seguirá igual para el año entrante. Ejemplo, habrá una inflación alta que seguramente irá cediendo más, pero seguirá alta; unas tasas de interés que seguramente continuarán bajando paulatinamente, pero que también seguirán siendo altas.
Además, tendremos un pobre crecimiento que ha proyectado el Banco de la República del 0,8%. Yo diría que en el escenario del mercado laboral, la tasa de desempleo se va a empeorar. A todo lo anterior se suma la reforma laboral, que de llegar a prosperar, así como está planteada, esos costos van a implicar en las empresas del país unos efectos inflacionarios, que, obviamente van a afectar el consumo, porque a más costos laborales -hemos previsto que con la reforma pueden ser del 25% y 3o%-, la situación será muy complicada. Si no se aprueba reforma, las cosas pueden ser mejores el año entrante.