Las expectativas que tienen los empresarios de Cali y el Valle del Cauca frente al mejoramiento de los negocios en lo que queda del año y la posible contratación de personal son esperanzadoras.
De acuerdo con la Encuesta de Ritmo Empresarial, ERE, que hacen 23 cámaras de comercio en el país, Cali con el 68% registró la proporción más alta de compañías que indicó perspectivas de aumento en sus ventas superiores a 20% para los últimos seis meses de 2020, respecto al primer semestre.
El balance entre el porcentaje de empresas que espera alza en el valor de sus ventas frente al que espera disminuciones fue positivo para las compañías de Barranquilla, Pereira, Medellín, Manizales y Cali.
Según la encuesta, el 31% de los empresarios del Valle esperan un incremento en sus ventas en este segundo semestre del 2020. Los más optimistas son los constructores, pues el 43,1% de las firmas de este sector considera que el valor de su facturación crecerá, le sigue la industria con el 38,5% y el comercio con el 29,6%.
En materia de contratación en cuatro de las diez principales ciudades capitales el porcentaje de compañías afiliadas que proyecta ampliar el número de trabajadores es superior frente al que espera reducirlo.
En el Valle se prevé que los sectores construcción, industria y comercio sean los qué más creen puestos de trabajo.
El empresario Andrés Sinisterra, gerente de Fogel, considera que en el caso de su compañía las ventas aumentarán en los últimos cuatro meses del año, siempre y cuando los ciudadanos sigan las medidas de precaución. “Las ventas van a crecer, en unos sectores más que en otros, los más golpeados han sido los negocios de diversión. Creo que Cali tendrá una recuperación más rápida que otras regiones por el clima porque se pueden hacer muchas actividades al aire libre, siempre y cuando se eviten las aglomeraciones”, comentó.
Esta misma perspectiva la tiene Nelson Aristizábal, empresario del sector de la confección, “las ventas de aquí en adelante aumentarán frente al tiempo en que estuvimos cerrados, pero comparadas con igual periodo del 2019 creo que llegaremos al 90%, si somos disruptivos y hacemos cambios, lo podemos lograr en estos cuatro meses”, aseguró.
Percepción de la región
De acuerdo con la Encuesta de Ritmo Empresarial, el 28,1% de los consultados en el Valle del Cauca espera un entorno económico mejor o mucho mejor durante el segundo semestre del año, resultado menor frente al registrado un año atrás (36%).
Sin embargo, el 40,6% de los empresarios de la región cree que la situación estará peor o mucho peor, en el corto plazo.
En el país los más optimistas están en Atlántico y Antioquia.
Cabe recordar que el 76,6% de las organizaciones encuestadas en las ciudades capitales reportó una reducción en el valor total de sus ingresos durante el primer semestre del año y, en promedio, esa caída fue de 55%. En línea con ese resultado, 40% de los negocios reportó haber tenido que reducir el número de trabajadores contratados. En promedio, las empresas que realizaron recortes de personal, redujeron sus equipos de trabajo en 48,7%.
En el Valle, solo el 7,1 % de las sociedades indicó que el valor de sus ventas repuntó durante el primer semestre de 2020 frente al segundo semestre de 2019. Los sectores agropecuario y minería (13,5%); industria (10,8%) y servicios (6,2%) fueron los que registraron la proporción más alta de negocios que tuvieron alza en su facturación en los primeros seis meses de 2020.
Carlos Andrés Pérez, director Económico y de Competitividad de la CCC, considera que la reactivación de la economía del Valle del Cauca debe apalancarse en el impulso a las principales cadenas productivas de la región que concentraron en 2019 cerca de 60% del PIB del departamento y generaron cerca del 50% del empleo formal. “Estas estructuras productivas tienen la capacidad de jalonar una amplia base empresarial de manufacturas y servicios personales y empresariales, así como al sector formal de la economía. El Valle debe acelerar la construcción de obras de infraestructura estratégica en las ciudades, promover la producción de alimentos frescos y procesados y la fabricación de elementos de aseo y cuidado personal, los cuales pueden llegar a mercados internacionales”, destacó el analista.
Agregó que la región se debe apalancar en sus fortalezas competitivas y en la gran capacidad de tracción de las estructuras productivas más robustas de la región, en las cuales participan empresas de todos los tamaños y de diversos sectores.