Los caleños hacen largas filas en los supemercados para abastecerse de alimentos; piden a domicilio comida y otros productos, pagan sus cuentas por internet, los que tienen que salir toman el MIO o un taxi, encuentran farmacias abiertas y resuelven, en medio de la pandemia del Covid-19, sus necesidades básicas.

Esto es posible porque hay varios sectores de la economía que no han parado sus actividades y en medio de la problemática encuentran salidas para garantizar la comida, medicamentos y la liquidez que requiere en este momento la población.

“Nuestro compromiso es alimentar los hogares y por esto hemos abastecido con normalidad a nuestros clientes para que los consumidores puedan adquirir los productos para su hogar. Hemos mantenido nuestra fuerza laboral activa, aclarando que el área administrativa esta casi en su totalidad en la modalidad de trabajo en casa”, comentó Juan Carlos Henao Ramos, gerente de Harinera del Valle.

Pero mantener la operación no ha sido fácil. El presidente de Colfecar, Juan Miguel Durán Prieto, cuenta que debido a las restricciones a la movilización de ciertos tipos de carga en el país, algunas empresas de transporte han tenido que reducir su operación y modificar sus actividades para continuar activas, de una u otra forma. “Las compañías en su gran mayoría vienen operando a un 40% de su capacidad, aunque esto varía según la especialidad de cada una. El transporte de vehículos o de material de construcción, no opera, pero sí el transporte de alimentos, medicamentos, productos de aseo y de comercio exterior”.

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A la industria de transporte y alimentos, se unen las actividades agrícolas, combustibles, domicilios, fabricación de productos de aseo, servicios de salud, que sigue funcionando, afrontando muchos tropiezos y en algunos casos con caídas en sus ingresos, pero con la convicción de que en este momento son fundamentales para el país (ver recuadros).

“Los sectores que están operando son los que garantizan la salud pública, servicios básicos y seguridad alimentaria. Otras actividades se están logrando reinventar para aprovechar las posibilidades de las nuevas tecnologías que permiten el teletrabajo, las clases virtuales y el comercio electrónico. Esta última era una tendencia mundial que se acelera en medio de la crisis, por tanto, es un cambio en los modelos de negocio”, explicó Pavel Vidal, profesor de Economía de la Universidad Javeriana Cali.

Rappi es uno de los negocios que ha acelerado sus operaciones en la coyuntura. “La demanda en farmacia ha crecido 28% y en supermercados 70% desde que el virus empezó a expandirse y por eso tenemos la responsabilidad de seguir dando suministro a los que lo necesitan”, aseguró la empresa.

Para el profesor Vidal, la cuarentena tendrá implicaciones recesivas para la economía y generará más desempleo. “Se requerirá expandir las trasferencias a las familias pobres, financiar el tejido empresarial, y el propio sector privado tendrá que realizar los ajustes necesarios y buscar otras formas de generar valor y obtener ingresos en la nueva coyuntura".

La industria de aseo se fortalece

La producción de medicamentos y productos de aseo personal y del hogar no ha parado.

Juan Carlos Castro, director de la Cámara Cosmética de la Andi, cuenta que el sector, a nivel nacional, ocupa a unas 50.000 personas, pero muchas empresas solo están trabajando en la parte de aseo, lo que representa el 30 % de sus ingresos totales. Lo que implica que estas firmas funcionan, pero igual tienen afectaciones en sus ventas.

“Desde que empezó la crisis el aumento de la demanda por productos como geles antibacteriales se ha multiplicado casi por 6, entonces en ese mismo orden crece la demanda por materias primas como el alcohol. Ahora gracias a las empresas de etanol y otras compañías se trabaja en la proveeduría”, dijo.

Agregó que una preocupación es el costo de las materias primas que se han incrementado más de 3 veces y el 85% de estas son importadas. “La demanda ha crecido a nivel mundial y esto más el dólar alto ha hecho que esto se encarezca”.
Para Castro, la buena noticia es que las firmas fabricantes de productos de aseo personal y del hogar, se han mantenido comprometidos en mantener abastecido el mercado colombiano y han hecho esfuerzos para conseguir materias primas. Se estima que en este sector hay unas 1200 empresas, con una amplia participación de compañías del Valle que se pueden convertir en proveedoras importantes en esta emergencia.

Se mueve el transporte de carga

Según el reporte de Colfecar, en el sector de transporte de carga las operaciones han bajado entre 30% y 40%. Calculan que están rodando por el país unos 180.00 vehículos que cubren las necesidades básicas.
“Los puertos del país no han cerrado, ellos siguen en funcionamiento con los cuidados necesarios. Todas las sociedades portuarias emitieron planes de acción para reducir el contagio. Sin embargo, sí se ha visto reducida la movilización de mercancía, producto de la disminución de la producción a nivel mundial”, explicó el presidente de Colfecar, Juan Miguel Durán.

Agregó que el sector está dispuesto a seguir operando pero que hay algunos inconvenientes: la seguridad, pues a juicio de los conductores los casos de piratería han aumentado. Otra queja presentada por los transportadores es referente al desconocimiento de las autoridades en las vías con respecto a las directrices expedidas por el Gobierno. “Esperamos que se dé prioridad a los sectores productivos de bajo riesgo, para así de forma paulatina retomar el rumbo que traía la economía”, dijo.

En la parte de combustibles, Sandra Awakon, directora de Sodicom, dijo que las 125 estaciones que hay en Cali están en su mayoría abiertas y que el empleo se está garantizando. Pero comentó que las ventas se han reducido 80%, por lo que la rentabilidad es mínima. “Sufrimos para pagar proveedores y garantizar el sostenimiento de las empresas”.

Los alimentos llegan a los comedores

En el país existen cerca de 39.000 empresas que hacen parte del sector de alimentos y ocupan a 260.000 personas.

Según Camilo Montes, director de la Cámara de Alimentos de la Andi, organismo que afilia a unos 60 grupos empresariales (250 compañías), todas estas se encuentran operando para garantizar el suministro de alimentos a los colombianos. “Ya se han superado algunos temas de interpretación de las normas emitidas por el Gobierno y contamos con el respaldo para garantizar la operación. Hay que darle tranquilidad a los colombianos y decirles que hay alimentos”, dijo.

En el caso del Grupo Éxito, informaron que “estamos haciendo grandes esfuerzos (empleados, proveedores y aliados), para mantener abastecido el país”, dijo Jacky Yanovich, presidente operativo retail Colombia. Agregó que los trabajadores de los almacenes, centros de distribución, industria de alimentos y empresa de transporte están operando al 100%. “Dado que los centros comerciales y Viajes Éxito están cerrados, trasladamos 150 personas de estas dependencias para reforzar la operación y el call center, 120 empleados están en las fábricas de mercados.

Por su parte, Harinera del Valle reportó que las plantas de producción y cadena logística han continuado su operación y que realizaron pedidos de refuerzo, de materias primas, para disminuir el riesgo de desabastecimiento, para lo cual trabajan de la mano con los proveedores.

Agricultores están comprometidos

Según el reporte de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Valle, SAG, los productores del departamento siguen trabajando, pese a algunas dificultades.

“La industria azucarera opera normal, cumpliendo con los controles en plantas y cultivos, el sector caficultor arranca cosecha entre abril y mayo, pero hay un problema o limitante y es que falta mano de obra”, dijo Andrés Mejía, presidente de la SAG.

Explicó que una gran parte del trabajador del campo es mayor de 60 años, un grupo de riesgo para el Covid-19, por lo tanto, no están saliendo a las labores agrícolas.

Respecto a otros cultivos como el de las frutas, comentó que está toda la disposición para seguir produciendo, sin embargo, experimentan otro problema. “Los precios para el cultivador se han caído, por ejemplo, hace un mes le pagaban al productor por una arroba de uva $35.000 y hoy $15.000, mientras que en los supermercados los alimentos están muy caros”, dijo.

Otro sector que sigue operando, aún con dificultades, es el avícola. Ana Lucía Sterling, directora de Fenavi en el Valle, comentó que más del 40 % de los clientes de la industria son los restaurantes y hoteles y que como estos están cerrados, en su mayoría, las ventas se han reducido. “Estamos trabajando para poder seguir aportando a la sociedad”.

El Valle produce el 21% de la producción del pollo del país.