Mientras que la reforma a la salud continúa su aparatoso trámite por el Congreso de la República, una encuesta, revelada el viernes, por la firma Invamer mostró que dos de cada tres colombianos no está de acuerdo con que se eliminen las EPS.
Es decir, los colombianos quieren que se mejore el sistema de salud, pero no de la forma como lo quiere el Gobierno Nacional.
Acemi, el gremio que agrupa a las EPS del país, ha sido uno de los mayores opositores de la reforma, advirtiendo que descartar todo lo que existe para iniciar un nuevo sistema desde cero puede poner en riesgo los más de 2.5 millones de atenciones que se ofrecen al día.
Paula Acosta, su presidenta, asegura que están listos para participar en un acuerdo nacional que lleve a una reforma a la salud, pero que parta de lo que actualmente funciona. Dice que, a punta de proposiciones que han convertido el proyecto en una colcha de retazos, no es posible llegar a un sistema coherente.
El proyecto de reforma volverá a discutirse este martes, en la plenaria de la Cámara de Representantes, luego de haber sido suspendido su debate el pasado 1 de junio.
¿Cómo ve el escenario de la reforma a la salud, luego del cambio de ministro y los ajustes que se han hecho?
La reforma va para el segundo debate en la plenaria de la Cámara de Representantes, en donde hay una representación mucho más amplia de partidos y en donde hay muchas voces que han empezado a mostrar sus preocupaciones sobre los contenidos y el enfoque de la reforma.
Hay una preocupación muy grande en términos de lo que va a implicar para los usuarios y para los pacientes, qué va a pasar con la continuidad de sus tratamientos, qué va a pasar con ese gasto de bolsillo, que es lo que hoy le dedicamos los colombianos a citas particulares o a medicamentos o a la compra de gafas, que realmente es un gasto menor cuando se compara con otros países y que ha sido la base para que muchas más personas puedan acceder a tratamientos que en otras condiciones serían prohibitivos.
Por ejemplo, tratamientos oncológicos de última generación, tratamientos para enfermos crónicos, que todos los meses tienen acceso a un grupo muy importante de medicamentos que, de otra forma, pues sería muy costoso para una parte muy amplia de la población colombiana.
Yo creo que en estas semanas de debate se ha marcado más el rol protagónico que han tomado los usuarios y los pacientes de expresar sus preocupaciones, que son muchas, muy importantes y sobre las cuales no se ha encontrado respuestas claras por parte de los ponentes y del Gobierno.
¿Cree que de parte del Gobierno Nacional hay disposición en buscar una salida que no implique acabar con las EPS?
El Ministro de Salud ha expresado voluntad, pero yo me voy a referir a lo que está en el texto y lo que está en el texto es que las empresas se eliminan en dos años. Punto. Nosotros vemos que hay unos anuncios que se hacen en la prensa, que después no están acompasados con modificaciones en el texto del proyecto de ley que se presenta.
¿Qué elementos son intrínsecos a la existencia de las EPS? Es decir, ¿qué elementos debería contener ese nuevo modelo, si se quisiera preservar a estas empresa prestadoras del servicio?
Yo le voy a decir cuál es nuestro mandato: una gestión integral de las necesidades de salud de la población, es decir, desde la parte preventiva hasta los cuidados paliativos. Hoy en día, en Colombia, todos tenemos una EPS y esa EPS nos tiene que responder de forma integral, así sea un medicamento, una atención de primer nivel, de tercero, cuarto nivel, usted sabe que con quien tiene que entenderse es con la EPS y eso genera una garantía muy grande de su derecho.
Si para una torcedura de pie, el que le responde es el Centro de Atención Primaria (CAP), pero si necesita una radiografía, le toca ir a la gestora, y si resulta que está en un municipio alejado, entonces tiene que ir a la Secretaría de Salud, pues obviamente se va a hacer muy confuso y se van a generar muchas barreras de acceso para la población.
Y está el tema de oportunidad. Todos quisiéramos que las atenciones y las citas y todo se pudiera dar de forma más rápida, pero entre más instancias participen y no haya claridad en quién es responsable de cara al usuario se van a aumentar los tiempos, y al no tener responsabilidades claras nadie le va a responder a los usuarios.
¿Cree que es posible conciliar ese esquema de EPS con el esquema de gestoras de salud o son modelos completamente diferentes?
Son modelos completamente diferentes. Por eso, lo que hemos pedido es que haya una revisión integral del articulado porque no vemos cómo a punta de proposiciones se sumen parches a una colcha de retazos que es un poco lo que hemos visto. Y un sistema de salud tiene que ser operativo.
A punta de reemplazar piezas individuales que no son coincidentes no vamos a tener un sistema de salud que funcione y este sistema de salud con sus grandes retos y defectos que tiene hoy hace 2.5 millones de atenciones al día.
Todo ese conocimiento de cómo digamos navegar el sistema de salud es algo que se va a perder y que puede generar un impacto muy grande en la condición de salud de las personas que más necesitan un sistema de salud.
¿La única alternativa que ve viable hoy en día es hundir la reforma y volver a empezar?
Nosotros nos sumamos a un pacto en donde hay un liderazgo muy grande de organizaciones de usuarios y pacientes en el que pedimos que se haga un alto en el camino, se suspenda el trámite, se retire la reforma, etc.
Nosotros tenemos la gran responsabilidad de representar a 36 millones de usuarios y cuando usted siente esta responsabilidad tan grande, pues tiene que ser igualmente responsable en sus propuestas y en sus solicitudes.
No vemos dentro de esta propuesta de reforma las soluciones que se requieren. Se necesita hacer realmente una ampliación muy grande de la capacidad que tiene el sistema, de formación de talento humano en todos los niveles técnico, tecnólogo, profesionales, especialistas. Necesitamos más infraestructura de salud en las regiones.
Una encuesta revelada el viernes pasado muestra que dos de tres colombianos están de acuerdo con una reforma a la salud, pero no con la que propone el Gobierno Nacional. ¿Qué debe hacerse para tener en cuenta la opinión de la gente?
Acá hay muchos, y nos incluimos nosotros, que estamos listos para trabajar en una nueva propuesta de reforma a la salud. El sistema de salud colombiano, como todos los sistemas de salud del mundo, tienen problemas. Cuando usted hace 2.5 millones de atenciones al día pues claro que eso no es fácil y claro que hay muchas cosas por mejorar.
Entonces, yo creo que acá hay propuestas que se han ido consolidando, hay consensos que se han ido construyendo: la atención primaria en salud; generar mecanismos extramurales para llevar atención a las zonas rurales más apartadas; avanzar hacia la prevención de la enfermedad desde un enfoque multisectorial (es imposible que un niño se críe sano si no tiene acceso a una fuente de agua), a la calidad del aire; los temas de nutrición; mejorar las condiciones de trabajo del talento humano de forma muy especial del personal asistencial y de los médicos generales, de las enfermeras, que hacen un trabajo increíble y que probablemente necesitan mejores condiciones laborales para poder seguir trabajando y para incentivarlos a que trabajen también en zonas rurales.
Pero esas propuestas no las vemos con claridad en este proyecto de ley. Estamos todos dispuestos a hacer parte de un gran pacto nacional para mejorar el sistema de salud, partiendo de lo que funciona y de lo que se puede mejorar. Siempre es mejor mejorar que volver a empezar desde cero.
Información de Colprensa