Como “perversa y nefasta para el país” calificó Jaime Alberto Cabal, el presidente de Fenalco, gremio de los comerciantes, la reforma laboral que el Gobierno presentó al Congreso.
En un conversatorio realizado en el marco de la celebración de los 40 años de la firma de abogados Palau Raffo, en Cali, Cabal arremetió contra esa reforma y aseguró que no solo no creará empleo, sino que lo destruirá. “Entre las reformas que viene impulsando el Gobierno, la más complicada para Colombia, no solo para el comercio y la más compleja por las implicaciones que tiene, es el proyecto de reforma laboral”, aseguró Cabal ante los empresarios más representativos de la ciudad.
“Lo que pasa es que la letra menuda de los 78 artículos que tiene la iniciativa no la ha conocido la opinión pública y en ese sentido hay que llamar la atención sobre las implicaciones que representa para Colombia”, manifestó.
“Qué hemos dicho nosotros, que hemos analizado de cabo a rabo de este proyecto. Primero, es una reforma que no está orientada a generar empleo ni a solucionar el grave problema de la informalidad, cosa que reconoció la ministra. Entonces, uno se pregunta: ¿cómo es posible que en Colombia presentemos reformas o políticas públicas que no estén focalizadas a solucionar el verdadero problema del mercado laboral?”, agregó.
“Por el contrario, es una reforma que trata de mejorar las condiciones de los que hoy tienen trabajo, que es una frasecita muy bonita, pero en el fondo lo que hay detrás es una reivindicación de derechos laborales que fueron supuestamente abolidos, cuando el país entró en apertura económica y en competitividad en el año 2002, o sea que es una reforma revanchista, digamos que es una reforma de lucha de clases, estrategia preferida por el Gobierno”.
Y segundo, explicó, es una reforma que pretende ampliar el círculo del sindicalismo en Colombia, pero no solamente ampliarlo en sí, sino generar una profundización de los derechos colectivos, pero que en el fondo son derechos sindicales en las distintas empresas y actividades de la vida colombiana.
“¿Por qué nosotros consideramos que es una reforma perversa y nefasta para el país? Por varias cosas. Primero, el impacto de los altos costos laborales. No está diciendo la verdad la ministra Gloria Inés Arias cuando nos acusa de que nosotros alteramos las cifras. Y es falso porque las cifras son tan malas que no necesitan alteración, hablan por sí solas”, subrayó Cabal.
Así mismo, indicó que “cuando uno coge la reducción de la jornada de nueve de la noche a seis, que es un incremento de costos, cuando uno mira el impacto de los dominicales de entre el 75 % al 100 %, tiene que preocuparse. Pero no solamente son esos costos lo más importante, sino que los costos por indemnizaciones por despidos injustificados se suben más del 50 %, la indexación de los hasta dos salarios mínimos cada año es un extracosto que también le pega durísimo a las empresas”.
Cuando uno mira el aumento de la licencia de paternidad de cuatro semanas a doce o cuando coge artículo por artículo y hace el cálculo del impacto, nosotros nos vamos a enfrentar a costos laborales entre 30 % y 35 % más de los que hemos afrontado.
Cuando uno descompone el producto interno bruto de Colombia por sectores, se da cuenta que lo que se llama el clúster del comercio, que incluye almacenes, restaurantes y comidas y alojamientos y transporte, genera el 25,6 % del total del empleo, según cifras del Dane, que son las que no le gustan a la ministra. (Yo le pregunté que si es que el Dane también estaba alterando las cifras). Entonces ese 25,6 % es el sector que trabaja en las noches y los fines de semana, ahí donde está ese empleo generado, pues ahí el impacto va a ser absolutamente brutal y si nosotros descomponemos ese sector, el 93 % son micro, pequeñas y medianas empresas.
En una encuesta que realizamos con nuestros afiliados, nos sorprendimos de la respuesta, pues el 18 % de los consultados dijo que si pasa la reforma como está, disminuiría su nómina, que sustituiría mano de obra por procesos automatizados, procesos de digitalización. Esto es absolutamente grave. En esa misma encuesta, el 14 % afirmó que cerraría puntos de venta, pero lo más grave, el 71 % dijo que no seguiría expandiendo sus negocios
Todo eso es destrucción de empleo. Para sintetizar, esta es una reforma que en vez de generar empleo tiene el efecto contrario, reducir el empleo que hoy se ofrece en Colombia.
Pero no hemos hablado del tema sindical y colectivo y ahí hay una serie de puntos supremamente complicados, pero voy a mencionar solamente dos. Uno es la utilización de los derechos colectivos de empresas grandes que se tienen que volver obligatorios en las demás empresas, incluidas las pymes. El segundo tema, que es bien complicado, es que con el fin de la tercerización se van a acabar muchas pymes que le prestan servicios a las grandes empresas. Y es que la pequeña empresa que le preste un servicio a una grande tiene que aplicarles a sus empleados los mismos derechos laborales de la grande.
Otra cosa que me parece bien compleja es que la huelga parcial no existe en Colombia, pero con la reforma si una sección de una empresa dice que va a parar, se debe parar toda la empresa. Y para Colombia había superado hace 40 años la discusión sobre el derecho de la huelga de las empresas prestadoras de servicios esenciales. Pues este proyecto revive el derecho de huelga en ese tipo de empresas, lo que pone en riesgo la prestación de los servicios públicos. Imagínense los ciudadanos o las empresas con 8 días sin energía porque los trabajadores de la empresa que la proveen entran en huelga. O que los serviciosde salud prioritarios se suspendan por unos días. ¿Cuántos muertos puede haber?