El viaje de tres días del presidente Iván Duque a China estuvo centrado en los acuerdos para la venta de aguacate hass y banano y en la creación de un vuelo directo que permita que crezca el vínculo turístico entre ambas naciones, pero esa visita oficial se dio en medio de una coyuntura comercial convulsionada y deja preguntas acerca del papel que el país puede jugar en el ajedrez económico mundial.

Actualmente, la de la China es la segunda economía más grande del mundo, solo detrás de Estados Unidos. Y la pelea por el primer lugar es encarnizada, de allí que desde hace varios meses el presidente Donald Trump haya tomado la decisión unilateral de incrementar los aranceles a los productos chinos, decisión que reforzó esta semana.

Es en medio de este escenario en Colombia entra como un jugador de menor nivel, pero que tiene retos y oportunidades. China recibió por parte de los colombianos en el primer trimestre de 2019 US$1.161 millones en exportaciones, 0,8 % menos en referencia a 2018 cuando se exportaron US$1.171 millones: es decir, oportunidades y retos.

Sin embargo, la entrada del país a la competencia económica mundial no es tan fácil.

Para Andrés Camacho, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Externado y doctor en Economía de la Universidad de Massey, de Nueva Zelanda, este panorama internacional no da muchas ventajas a Colombia ya que “muchos productos manufacturados en la China, entre ellos textiles y confecciones, van a llegar de manera masiva al país”.

Por ello, el profesor argumenta que la demanda interpuesta por algunos gremios para que los aranceles planteados en el Plan Nacional de Desarrollo sean eliminados, no debería proceder porque el mercado nacional podría verse saturado por productos orientales, afectado la producción nacional. “Ya existe evidencia del número de plantas manufactureras de textiles, confecciones, calzado y tapetes que han cerrado por la entrada masiva de productos chinos”, dijo Camacho.

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Sin embargo, esa posibilidad de afectación al mercado nacional no parece muy preocupante para el Gobierno, que tras su visita oficial logró la firma para que el aguacate tipo hass entre con los requerimientos de salubridad a China, algo que en días pasados confirmó el Ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón, quien señaló que la tarea que viene es “suscribir el plan de trabajo que deben cumplir los exportadores colombianos”.

China fue el noveno importador de aguacate en 2018 con 43.859 toneladas por valor de US$133 millones. Sus principales proveedores fueron: Perú, México y Chile.

El ministro Valencia Pinzón resaltó que “Colombia tiene el potencial para superar y competir con los actuales proveedores de aguacate hass a China. Actualmente la producción de en Colombia es de 90.000 toneladas y en 2018 las exportaciones totalizaron 30.008 toneladas”.

Además de esto, la visita de Duque sirvió para firmar un acuerdo para exportar 4 millones de cajas de banano por US$40 millones al año.
Este nuevo panorama comercial deja la pregunta de si eso podría afectar las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, principal socio comercial en la región por la guerra comercial que inició Trump con el gigante asiático.

El profesor del Externado asegura que sobre estos nuevos acuerdos comerciales entre Colombia y China, la relación con Estados Unidos se vería afectada solo marginalmente. “Tal vez habría posibles críticas por parte de USA a inversiones futuras que haga China en Colombia en TICs. La mayoría de productos que le compramos a China (manufacturas textiles, jugueterías, accesorios) no son productos en los que EE.UU. concentre sus exportaciones al país”.

Y aunque Colombia y China solo acordaron temas de comercio electrónico y donación de paneles solares, el docente se refiere al deseo de Estados Unidos de que China no controle el negocio del 5G en el futuro.

Por su parte, ProColombia asegura que el futuro de los acuerdos comerciales entre los dos países está en la exportación de flores, derivados de frutas y frutas procesadas, carne de cerdo, cafés y derivados de cafés, piña, banano orgánico, limón tahití, arándanos y frutas exóticas como la gulupa. También fajas, vestidos de baños y cosméticos naturales.

Para la entidad, Colombia puede tener oportunidad en el proceso de urbanización de China, pues, en 2025 está nación espera que 1.000 millones de personas pasen del campo a las ciudades, lo que generará una mayor demanda alimentaria que, según los expertos, será Latinoamérica la encargada de suplirla.

Al respecto Eduardo Visbal, vicepresidente de la Federación Nacional de Comerciantes, dice que el mercado chino “es tan grande que da para (que ellos) le compren a todos al tiempo”, y asegura que Colombia tiene posibilidades para ingresar al mercado con aguacate hass y carnes pero, al tiempo, afirma que Colombia no tiene mucha oportunidad de aumentar estas exportaciones ya que “no tiene producción para llegar allá, las posibilidades teóricas están, pero no tenemos la capacidad a gran escala”.

Para algunos gremios el mayor potencial de Colombia en China está en el sector agrícola, pues es poco viable llevar manufactura al país asiático.
“Colombia hoy no es protagonista en manufacturas, por lo cual hay que desarrollar una política para poder tener producciones en un tiempo menor”, dijo Visbal.

El vicepresidente de Fenalco dijo que en Colombia la inestabilidad jurídica está maltratando a mucho inversionista, por lo que cree que se deben tomar acciones integrales para mejorar ventas.