Dejar activa la tarjeta de nómina luego de retirarse de un trabajo puede traer serias consecuencias que pocas personas conocen. Las tarjetas o cuentas de nómina sirven para que los trabajadores reciban el pago de sus quincenas de forma sencilla y segura, tienen la ventaja que no cobran comisiones por su uso, y con ellas puede domiciliar pagos, realizar transferencias, pagar sus tarjetas de crédito o disponer de efectivo en cajeros y sucursales.
Sin embargo, al no cancelarla y dejarla activa por un tiempo indefinido, la entidad bancaria automáticamente la convierte en una cuenta de ahorro.
Es decir, cuando la tarjeta de nómina queda inactiva y ya no recibe dinero por las quincenas del trabajador por varios meses, el banco cambiará la cuenta por una de ahorro. Claro está que la entidad bancaria tiene la obligación de avisarle al usuario, ya que por este tipo de cuenta sí cobra comisiones.
Si la persona decide ignorar las comisiones, al irse acumulando, en el momento en que vuelva a tener algún depósito en dicha cuenta, inmediatamente el banco tomará dicho dinero para pagar el adeudo.
¿Cómo cancelar su tarjeta de nómina?
- Antes de cancelar su tarjeta de nómina, asegúrese de no contar con ningún adeudo.
- Acuda a alguna de las oficinas de su institución financiera, presente su identificación personal y solicite la cancelación de la cuenta.
- Corrobore con su banco, ya sea en alguna de sus oficinas o en aplicación bancaria si la cuenta ya está dada de baja.
Las tarjetas débito
Las tarjetas de débito son un producto financiero que las personas utilizan para ahorrar o para recibir su salario. Sin embargo, este, al igual que las tarjetas de crédito, tienen un cierto tiempo de caducidad que está indicado en el mismo plástico con mes y año, pero muchas personas no lo tienen presente hasta que es rechazada una compra o un retiro de dinero.
Por ello, las entidades financieras señalan que si la tarjeta débito no funciona por temas de caducidad, no se podrá realizar ningún tipo de compra, pago o retiro de efectivo. En caso de tener configurados los pagos automáticos, estos también serán rechazados y por lo tanto se pueden acumular deudas.
Así es que cuando este producto financiero caduque, es importante acudir a la entidad financiera donde fue otorgado y recibir una nueva. Para muchas personas este procedimiento resulta algo incómodo, pero los bancos aseguran que es una de las formas más pertinentes que tienen para proteger las finanzas y la seguridad de los usuarios.
Hoy en día este proceso también se puede adelantar a través de una llamada telefónica o del portal digital de la entidad financiera.
Hoy en día, los bancos también cuentan con un sistema automatizado en el que hace seguimiento de la tarjeta, por lo que le avisará mediante un correo electrónico o llamada telefónica sobre la caducidad del producto.
Es muy importante no olvidar que al tener la nueva tarjeta, la antigua debe romperse, pues no servirá para nada. Si no la rompe, los expertos en seguridad bancaria argumentan que se puede correr el riesgo de que delincuentes accedan a su información financiera. De este modo, cortarla por la mitad es más que suficiente; sin embargo, lo mejor es triturarla por completo para asegurarse de que absolutamente nadie pueda acceder a su información financiera.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta cuando se tenga la nueva tarjeta es actualizar los datos para los pagos automáticos, pues aunque el número de la tarjeta de débito no va a cambiar cuando se obtenga una nueva, sí cambia el código de seguridad y la fecha de caducidad.