Diez retos de la educación en Colombia para el 2021

Enfrentar la coyuntura del covid-19 y continuar con el proceso educativo de miles de estudiantes en el país ha sido todo un desafío.

Este nuevo año los estudiantes del país han regresado a las instituciones para continuar con su proceso académico. Algunos volvieron a la presencialidad, otros continúan en la virtualidad y otros más se acogen al modelo de la alternancia.

Las clases, pues, continúan desde las diferentes modalidades y en todas estas hay retos por superar para lograr una educación de calidad.

A continuación, algunos de estos desafíos de la educación en Colombia para este 2021, identificados por expertos, maestros, estudiantes y padres de familia.

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Juan Pablo Revelo Mesa, estudiante universitario, tuvo que suspender sus estudios de Cine y Comunicación Digital porque los ingresos de su familia se vieron afectados por la pandemia y le resultó imposible asumir los altos costos de su semestre académico. Como este, hay muchos otros casos de deserción en la educación superior.

Un reporte de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún), reveló que las universidades tuvieron una deserción del 37 % debido a la pandemia. Al realizar una consulta a 88 entidades educativas se comprobó que un 20 % de estudiantes antiguos desertaron y que se matricularon 17 % menos de los estudiantes esperados para el segundo semestre de 2020. Sumado a esto, en el foro ‘Estado de la Nación: ¿Qué viene para Colombia en 2021? del pasado 3 de diciembre, la ministra de Educación María Victoria Angulo señaló que cerca de 158.000 niños y adolescentes abandonaron sus estudios como consecuencia de la pandemia.

Se necesita pues, destinar un mayor número de recursos que permitan financiar matrículas y para que las instituciones puedan ofrecer programas que le brinden auxilio a su comunidad estudiantil, como líneas de crédito, descuentos en las matrículas, nuevas becas, etc. De esta manera se puede evitar mayores cifras de deserción.

En Florida, Valle del Cauca, la Institución Educativa Ciudad Florida en una de sus sedes cuenta con 15 equipos de computadores portátiles para un aula de 35 estudiantes. Según el docente de informática Edwin Barrera, esto es una muestra del gran desafío que tiene Colombia para lograr que toda la población estudiantil tenga acceso a internet y a las herramientas digitales. La virtualidad seguirá siendo una estrategia pertinente para continuar con los procesos académicos mientras la pandemia continúe.

Así que, con el propósito de fortalecer la conectividad, hay que continuar con iniciativas como la de la Gobernación del Valle que, a través de la Secretaría de Tecnologías de la Información dotó de internet a 43 sedes escolares de instituciones públicas en cinco municipios del departamento. Esta medida llevada a cabo en marzo del 2020 benefició a 7.534 estudiantes de Obando, Florida, Sevilla, Trujillo y Riofrío.

El retorno a la educación presencial requiere de diferentes acciones que garanticen la seguridad de la comunidad educativa. Es necesario implementar en las instituciones educativas un plan de adecuación que permita el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad. El distanciamiento en las aulas de clases y zonas comunes, la buena ventilación, señalización, unos baños que funcionen perfectamente, la dotación de insumos para la higiene, limpieza y desinfección son algunos de los requisitos que se deben cumplir para minimizar los riesgos de contagio.

Las aulas de clase fueron reemplazadas por herramientas digitales y en esta nueva dinámica es necesario que los agentes involucrados, educadores y alumnos, logren acoplarse para trabajar como agentes activos. Para Ana Lucía Paz, del Observatorio de Realidades Educativas del Valle del Cauca y Norte del Cauca, ORE, de la Icesi, para este momento de la educación en el país es inadecuado seguir modelos que se replican indiscriminadamente, pues el mejor proceso educativo es el liderado por un profesor idóneo que entiende que la pedagogía debe estar ceñida a los modelos de aprendizaje de los estudiantes. “Cada ser humano aprende de una manera particular, cada ser humano se encuentra en un nivel de desarrollo de las competencias en particular y un buen pedagogo lo que hace es poder diagnosticar ese nivel y esa manera en la que el estudiante aprende y así diseñar las experiencias de aprendizaje acorde a esas necesidades”, dice.

Manejar las plataformas de videotelefonía y las herramientas digitales se ha convertido en un dolor de cabeza para muchos, que, aunque han crecido rodeados de tecnología, se han encontrado con dificultades en el mundo de la virtualidad.

En 2021 los centros educativos deberán reforzar los conocimientos sobre dichas plataformas, implementando acciones continuas como la creación de espacios para la capacitación del personal educativo y toda la comunidad académica.

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Tener procesos educativos de valor requiere emprender diferentes acciones, entre estas, el uso eficaz de la tecnología. La eficiencia de los procesos depende de la pedagogía con la que esta se use. Además, para lograr un buen proceso educativo mediado por la virtualidad se tienen que fortalecer en las aulas operaciones como síntesis, discernimiento, análisis y contrastación. También es necesario que el alumno tenga un rol protagónico en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Esto, sumado al acompañamiento de los docentes y el buen uso de las TIC, fortalece la calidad educativa.

En el panorama de la virtualidad ganar la atención de los estudiantes es todo un desafío. En las aulas tradicionales se podía ejercer mayor control sobre los comportamientos de los niños y jóvenes, pero a través de las tecnologías es aún más difícil competir con los distractores que están al alcance de los estudiantes en sus hogares. El reto para este año está en repensar las clases, sus contenidos y encontrar alternativas que faciliten la interacción estudiantes - docente, generar espacios que permitan la discusión y los cuestionamientos.

Las clases virtuales resultan en muchos casos de poca interacción, por eso es importante trabajar en actividades que permitan la socialización, la integración y la conexión humana. Trabajar en el aprendizaje colaborativo este 2021 también es una de las acciones que se deben emprender para fortalecer las relaciones en las aulas de clases. Además, a partir del trabajo en equipo se puede estimular los procesos de creatividad, mejorar la comunicación y aumentar la eficiencia de los estudiantes.

El Gobierno Nacional y las instituciones educativas necesitan desarrollar planes de acción para realizar las inversiones que necesita el sector. Invertir en recursos tecnológicos es uno de los aspectos más importantes para el profesor universitario Alejandro Jiménez. “Esto implica que las universidades dispongan presupuestos para los softwares y que los programas sean de utilización gratuita para todos los estudiante”.

Hay que realizar inversiones en infraestructura que permita el regreso a las aulas de todos los estudiantes; en capacitación tecnológica y pedagógica para el personal docente; en aumentar las cifras de conectividad y en ampliar las posibilidades de que profesores y estudiantes puedan continuar con los procesos educativos.

El personal educativo del país requiere procesos de formación que les permita entender mejor el mundo digital. Es necesario cerrar la brecha de la formación docente en tecnologías.

El estado colombiano, las administraciones locales y las instituciones deben hacer de la capacitación de sus docentes una prioridad. “Si no formamos mejor a nuestros profesores es imposible que mejore la experiencia de enseñanza en la virtualidad, no se trata de formarlos en tecnologías sino en el uso pedagógico de ellas”, asegura Ana Lucía Paz, decana de la Escuela de Ciencias de la Educación en la Universidad Icesi.

Los maestros preparados y capacitados para asumir la virtualidad pueden garantizar el buen desarrollo de las clases. La formación tecnológica de los docentes es fundamental para asumir la educación este 2021.