Varios aspirantes presentaron las pruebas de admisión en la Universidad Nacional de Colombia el pasado 24 de septiembre, en busca de asegurar un lugar en uno de los programas de pregrado ofrecidos por la institución. Las sedes habilitadas para la presentación de esta prueba se encuentran en varias ciudades, incluyendo Bogotá, Medellín, Sogamoso, Tunja, Arauca, Florencia, Yopal, Manizales, Quibdó y Montería.
La fecha en la que se darán a conocer los resultados de esta evaluación es el 17 de octubre de 2023, según lo informado por la propia universidad a través de su plataforma web. Además, es fundamental que los candidatos admitidos estén atentos a otra fecha relevante, que es la correspondiente al envío de los documentos requeridos a la División de Registro y Matrícula respectiva, con un plazo que abarca desde el 18 hasta el 23 de octubre de 2023.
Para realizar la inscripción en los programas académicos con cupos disponibles, los estudiantes tendrán la oportunidad de hacerlo desde el 1 hasta el 7 de noviembre de 2023. Asimismo, podrán consultar los resultados relacionados con la admisión a programas académicos con cupos disponibles a partir del 9 de noviembre de 2023.
La universidad destaca que aquellos admitidos deben ejercer su derecho a la matrícula inicial, lo cual implica la presentación de la documentación requerida dentro de los plazos establecidos por la respectiva sede. En caso de no cumplir con este requisito, se perderá la condición de admitido y se liberará el cupo correspondiente, según lo establecido por la institución.
El dilema de las universidades en la reforma educativa del gobierno Petro
Ante la Cámara de Representantes, la ministra de Educación, Aurora Vergara, ha presentado el proyecto de ley estatutaria que plantea una reforma profunda en el sistema educativo del país. Este proyecto ha sido objeto de críticas sustanciales por parte de rectores de universidades privadas.
La propuesta de reforma educativa impulsada por el Gobierno de Gustavo Petro ha reavivado el debate sobre la necesidad de fortalecer tanto las instituciones de educación superior públicas como las privadas, así como la búsqueda de un equilibrio entre ambas. La congresista Jennifer Pedraza, quien en su momento lideró movimientos estudiantiles, y Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional, ofrecen sus perspectivas sobre cómo abordar este dilema.
Wasserman resalta que la brecha más crítica se encuentra en el sistema de educación básica y media, que actualmente no está sujeto a un proceso de reforma. Él enfatiza que “los dos componentes, el público y el privado, son heterogéneos, con instituciones muy buenas y otras no tan buenas. En ambos casos, la Reforma, por supuesto, debe tratar de mejorar a todos”.
Además, Wasserman subraya la importancia de esta reforma para mejorar la calidad de la educación y ampliar su cobertura en el país. Hace hincapié en la necesidad de encontrar un equilibrio que no comprometa la autonomía universitaria y educativa, pero que, al mismo tiempo, promueva estrategias efectivas para mejorar el proceso de aprendizaje.
Por su parte, Pedraza destaca que “es un gran avance que el proyecto de ley estatutaria reconozca la educación como un derecho fundamental y que incluya, sobre todo, en el bloque las características que las Naciones Unidas definen para los derechos económicos, sociales y culturales, específicamente para la educación. Esto implica: la adaptabilidad, la asequibilidad, la accesibilidad y la aceptabilidad de este derecho”.
Wasserman resalta la importancia de que las universidades privadas participen activamente en la discusión sobre el proyecto de ley estatutaria, considerando que “casi el 50 % de los estudiantes de educación postsecundaria y postmedia están en universidades privadas. Me parece que es un reclamo legítimo. Esperaría que participen en estas discusiones sobre la propuesta de la ley estatutaria”.
Sin embargo, Wasserman también enfatiza que muchos de los problemas planteados no necesariamente requieren una nueva legislación para ser resueltos. Aboga por evitar que la legislación reemplace acciones más complejas, como mejorar la calidad y formación de los docentes universitarios.
Pedraza expresa su preocupación por la postura de algunas universidades privadas en el país, que parecen plantear una dicotomía entre la educación pública y la educación superior privada. Argumenta que las universidades privadas no deberían ver como un obstáculo el avance hacia la gratuidad en las instituciones públicas, ya que esta medida busca eliminar una barrera significativa para muchas familias que luchan por mantener a sus hijos en la educación superior.
Además, Pedraza señala que en los últimos años una parte considerable de los recursos públicos destinados a la educación se ha dirigido hacia las universidades privadas, a través de programas como Ser Pilo, Paga y Generación E, mientras las universidades públicas enfrentan dificultades para pagar los salarios de sus profesores.